Fuente: INFOBAE
La relación con Irán y Siria y los
casos de narcotráfico y corrupción, entre otros factores, motivaron la
decisión del gobierno de Barack Obama, que ya aplicó sanciones contra
siete funcionarios chavistas
La orden ejecutiva por la cual el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, sancionó a siete funcionarios venezolanos y declaró al país –su cuarto proveedor de petróleo, con 733.000 barriles diarios– una amenaza para la seguridad nacional es el conflicto diplomático más grande desde que Nicolás Maduro asumió el poder en Caracas tras la muerte de Hugo Chávez, en 2013. Es, también, una respuesta esperada a las medidas recientes que el presidente de Venezuela tomó contra Washington.
Hasta ahora, Maduro reaccionó al llamar a consultas a su encargado de
negocios en Washington, el representante máximo de su país desde que
hace cinco años Venezuela expulsó al embajador de los Estados Unidos y
Washington respondió en reciprocidad.
La Casa Blanca dijo que el decreto presidencial respondía "a la amenaza
inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior
de los Estados Unidos que presenta Venezuela". Y aunque no se detalló en
el anuncio de las medidas de qué modo Caracas representa tal peligro
para los Estados Unidos, el secretario del Tesoro, Jacob Lew, indicó en
una declaración que la decisión tenía como fin proteger el sistema
financiero estadounidense de "las corrientes financieras ilegales de la
corrupción pública en Venezuela".
El mismo proceso se ha seguido con Irán y con Siria
Mientras se abren al descongelamiento de las relaciones con Cuba luego
de cincuenta años, los Estados Unidos ven en Venezuela una amenaza para
la seguridad nacional: es el primer paso -necesario- para comenzar un
régimen de sanciones. El mismo proceso se ha seguido con Irán y con
Siria, por ejemplo. El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, no habló
sólo del visado: "Ahora tenemos las herramientas para bloquear sus
bienes y su uso de los sistemas financieros de los Estados Unidos",
advirtió.
Los antecedentes de las tensiones crecientes entre los países parecen apuntar en esa dirección y han construido este escenario.
Construcción de una amenaza
La posición del presidente demócrata ha cambiado desde su campaña de
2012, cuando declaró en el programa de Oscar Haza, conductor famoso de
la televisión de Miami, que había que estar "alertas" con Hugo Chávez.
Algunos de los puntos de vista de su gobierno consideran que existen
elementos que amenazan la seguridad nacional del país:
1) El informe de Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos
que el Departamento de Estado publicó en 2014 ubicó a Venezuela como
"una fuente directa importante" de puntos de tránsito para sustancias
ilegales "que afectan significativamente" a los Estados Unidos, y agregó
que Caracas "ha fallado de modo comprobable" en contrarrestar este
problema y cumplir con sus obligaciones según los acuerdos
internacionales.
2) En 2008, el Departamento del Tesoro estadounidense acusó al general
Henry Rangel Silva (actual gobernador de Trujillo) de haber apoyado a
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a ingresar
cocaína en Venezuela para luego distribuirla en los Estados Unidos. Como
parte de la investigación, congeló las cuentas de Rangel Silva y lo
vinculó con un militar que poco antes se había encontrado en Miami con
Guido Antonini Wilson, más conocido como "el hombre de la valija", a
quien le habían decomisado 800.000 dólares en Argentina, presuntamente
enviados por Chávez para la campaña de la presidente Cristina Kirchner.
3) Desde los tiempos en que Chávez se unió al dictador iraní y negador
de la Shoah Mahmoud Ahmadinejad, Venezuela ha mantenido relaciones
militares (además de cooperación educativa, científica y financiera) con
Teherán. En enero, Nicolás Maduro visitó al presidente Hassan Rohani,
con quien declaró que la baja de los precios del petróleo era
consecuencia de "una guerra geopolítica". En abril de 2010, el Pentágono
denunció en el Congreso que las Fuerzas Qods (un grupo de élite de la
Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, a la que se atribuye un papel
en la proliferación nuclear del país) "habían incrementado su presencia
en América Latina, en particular en Venezuela".
4) Al igual que Chávez, Maduro apoya a Bashar al Assad, a quien felicitó
en 2014 por su triunfo en las elecciones en Siria. A su vez el dictador
sirio, que apoya a Al Nusra –el brazo de Al Qaeda en Siria– y ha
perdido casi un tercio del control territorial a manos del Estado
Islámico (ISIS), respaldó a Maduro tras las manifestaciones en su contra
de febrero, que fueron reprimidas: la Agencia de Noticias Árabes Siria
(Sana) publicó que Al Assad había enviado un telegrama para
solidarizarse con él por "el ataque brutal que enfrenta".
Estados Unidos ha expresado su preocupación por la militarización de Venezuela
5) El Departamento de Estado ha hablado de la militarización de
Venezuela bajo los gobiernos de Chávez-Maduro. Desde compra de armas a
Rusia hasta el armado de milicias, se considera que se abre el peligro
de una guerra civil y la desestabilización regional.
Las tensiones crecientes
Hace una semana Maduro otorgó quince días para que los Estados Unidos
redujeran su misión diplomática de 100 a 17 personas (la planta exacta
de su representación ante el gobierno de Obama, sin contar los
consulados), impuso el visado obligatorio para los estadounidenses que
viajen a Venezuela y ordenó que se autorizara cualquier encuentro entre
diplomáticos de los Estados Unidos y ciudadanos venezolanos.
En parte, eso respondía a la prohibición de entrada al país que el
Departamento de Estado había dispuesto, el verano boreal pasado, para
aquellos funcionarios venezolanos acusados de abusos durante las
protestas callejeras que dejaron muertos. Pero, sobre todo, escalaba una
tensión reciente: Maduro denunció que el Departamento de Estado
propiciaba un golpe contra su gobierno y aseguró que a fines de febrero
se había detenido a varios estadounidenses (entre ellos, un piloto en la
provincia de Táchira) acusados de realizar acciones de espionaje, que
no se detallaron, como tampoco se dieron nombres.
Maduro insulta a los Estados Unidos
En parte, también, las medidas acompañan el discurso antiestadounidense
ya muy común desde el gobierno de Chávez, que nunca lesionó el
intercambio comercial con Petróleos de Venezuela (PDVSA) y el
funcionamiento de Citgo en los Estados Unidos, pero que hoy la crisis
económica que sufre el país latinoamericano hace más necesario. Maduro
prohibió la entrada a Venezuela de políticos estadounidenses que
difícilmente quieran siquiera veranear en Isla Margarita: el ex
presidente George W. Bush, el ex vicepresidente Dick Cheney y el ex
director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) George Tenet.
"Vamos a prohibir las visas para individuos que hayan violado los
derechos humanos y bombardeado Irak, Siria y Vietnam", dijo Maduro.
Las palabras replican la legislación que aprobó el Congreso
estadounidense –y que esta orden ejecutiva ha ampliado– para congelar
los bienes y prohibir las visas de todo aquel acusado de cometer actos
de violencia o violar los derechos humanos de los opositores a la
Revolución Bolivariana.
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