Ante el desplome del precio del petróleo, que el pasado viernes cerró en $61,92 por barril, especialistas en la materia vislumbran un 2015 tortuoso para los venezolanos.
Al respecto, el economista José Guerra, refiere que el país ha
“entrado en una crisis económica, cuya máxima expresión aún no se ha
conocido”, puesto que la cifra petrolera, a sólo un dólar por encima del
límite por barril con el cual el Gobierno calculó su presupuesto 2015,
surtirá su efecto en dos meses, cuando se reciban los ingresos por
barril con caída brusca de su precio.
“El petróleo tiene seis meses cayendo, pero estos dos últimos han
sido críticos”, comentó Guerra, quien refirió que con esta situación, y
la segunda inflación más alta desde 1994, se agudizaría el problema con
la escasez de divisas y por tanto la manufactura.
Calificó la depresión financiera como “severa” y advirtió que no habrá producción alguna.
“La economía se contraerá porque no habrá materia prima para
producir, el escenario será de constantes limitaciones y la más afectada
será la industria manufacturera, que hoy tampoco cuenta con recursos
para producir”.
Al comparar la crisis inflacionaria de 1994 con la actual, señaló que
para aquel entonces las empresas se mantenían productivas, pero ahora
resulta “imposible” por la caída del petroleo.
También recordó que hasta 2002 el barril se mantuvo con un precio por
debajo de $60. Sin embargo, el Estado pudo superar la situación porque
las empresas estaban productivas y el Gobierno sólo mantenía una nónima
de 500 mil empleados públicos, a diferencia de la actual, cuya cifra
supera las 3 millones de personas.
Sobre si este descenso del precio del petróleo agudizaría el déficit
del 20% en el Producto Interno Bruto (PIB), respecto al gasto público,
manifestó que este mantendrá su comportamiento si el Gobierno no
propicia un cambio económico que se ajuste a las medidas que demanda en
sí misma la situación. “Deben olvidarse del Socialismo del siglo XXI,
dar la importancia que se merece al sector privado y mantener una
disciplina fiscal”.
Asimismo Guerra fue consultado sobre los beneficios que podría representar una actualización del Fondo
de Estabilización Macroeconómico (FEM). En este punto, el economista
refirió que este permitiría compensar la caída. No obstante, “el
Gobierno nunca ha tenido, ni mostrado, interés en ahorrar… ahora que el
petróleo cae menos”. Lamentó que la política económica actual sea
contraria al ahorro y en consecuencia no estén dadas las condiciones
para atenuar los efectos del desplome petrolero internacional. Añadió
que una diversificación de la economía tardaría varios años en surtir
efecto, debido a que para ello se requiere de capacidad interna, con lo
cual tampoco se cuenta.
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