Por: Lorenzo García Tamayo
Ya no se trata del adoctrinamiento comunista rigurosamente aplicado hoy.
Situación nada nueva, pues hace tiempo había sido adoptada y puesta en
práctica por el Ministerio de Educación, en miles de Unidades
Educativas devenidas en Escuelas Bolivarianas. Recordemos que la data de
“Con mis hijos no te metas”, es del 2009.
El problema no es el adormecimiento colectivo en que el Gobierno ha
logrado sumir a millones de compatriotas en el ignorantismo. Ni siquiera
debemos considerar como problemática la enorme escasez y el
desabastecimiento. Tampoco el desborde de la criminalidad o la agenda
oculta para criminalizar las protestas, asesinar estudiantes, o
reprimir al pueblo deteniendo gente común, ajena a las protestas, para
crear pánico y atemorizar a la población. Y que todas estas acciones
nefastas e ilegales, se hagan contraviniendo expresas disposiciones
CONSTITUCIONALES. Ese no es el problema.
El problema no es que Raúl Castro como testaferro de nuestro País,
negocie con la Unión Europea nuestra soberanía, con la venia y
complacencia del ilegítimo, apuntalado en el Foro de Sao Paulo.
Tenemos quince años de latrocinio y crimen organizado, ejecutado desde las más altas esferas gubernamentales. El ejercicio
político en Venezuela devino en componendas tolerantes y
complacientes, capaces de amparar las más despreciables actividades
criminales, convertidas en “potes de humo” para alimentar el circo.
Nos duela o no, el gentilicio venezolano es una mierda. Habrá
excepciones, claro que las hay. Los estudiantes patriotas son muestra
inequívoca de esas. ¿Pero quiénes son el verdadero problema del País?
Definitivamente los mismos que hicieron posible que estos degenerados
llevaran a nuestra otrora bella y hermosa Nación, al borde del colapso.
Hasta allí la han arrastrado.
Mientras el Gobierno, con el Ilegítimo a la cabeza, declara y ejecuta
despiadadamente una ofensiva comunista a lo ancho y largo del territorio
venezolano mediante una bochornosa ofensiva mediática, inaceptable si
existieran Instituciones e independencia de poderes. Los negociadores
llaman a la Paz.
Los colaboracionistas de la MUD, siguen haciendo antesala y jugando al
diálogo decente, mientras Maduro se atornilla y criminaliza al Pueblo.
Ellos han sido y son el verdadero problema. La Justicia es ciega, pero
no es sorda ni muda. Como dice mi primo Ernie, que oiga quien tiene
oídos. Ah! recuerden, señores de la MUD. Las facturas hay que pagarlas,
no es vindicación, es justicia.
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