Por: Jesús Petit Da Costa
Cuando el proyecto comunista está agotado prematuramente, Cuba y sus
títeres han decidido pasar a la etapa de implantación definitiva del
modelo fallido valiéndose de la Habilitante. Se hace imperativa y
urgente la alianza cívico-militar que lo detenga y revierta.
El proyecto comunista elaborado y dirigido por Cuba para Venezuela, cuya
ejecución está a cargo del gobierno títere, ha provocado el colapso del
país. Y lo ha hecho antes de entrar en la tercera etapa, prevista
precisamente para la consolidación irreversible de la tiranía comunista.
Sólo el comunismo importado de Cuba podía hundir a Venezuela en la
mayor crisis económico-social de su historia, precisamente en la etapa
de la más grande y extensa bonanza petrolera. Únicamente esta trilogía
funesta: Cuba, gobierno títere y comunismo, tres tragedias juntas, podía
producir la aberración de hundir el país en el colapso cuando más rico y
próspero debería encontrarse, cuando todos deberíamos estar disfrutando
de la buena vida. Esta trilogía de la maldad nos ha empobrecido a todos
los venezolanos, con el riesgo de que si continúa en el poder nos lleve
a la vida miserable que padece el pueblo cubano.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los culpables de que
la moneda nacional sea una basura que nadie acepta fuera de nuestras
fronteras. Es tan basura como la moneda cubana. Cuba, con su proyecto
comunista para Venezuela, convirtió a la moneda venezolana en basura, lo
que nunca había pasado en nuestra historia. Al ser basura la moneda es
basura el salario de los trabajadores.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los responsables de
que estemos padeciendo la mayor inflación de América. Las estadísticas
oficiales, que como en todos los países comunistas son falsas, la
estiman en el 50% anual. Pero una institución acreditada (Cato
Institute) la estimó en 240% en 2012, calificándola de hiperinflación.
La insospechable CEPAL dice que no se debe al acaparamiento ni a la
especulación, sino a la depreciación acelerada de la moneda. Únicamente
bajo el comunismo y con un gobierno títere de Cuba podía darse una
depreciación brutal de la moneda estando el precio del petróleo en 100
dólares por barril.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los responsables de
que suframos la mayor escasez jamás vista de alimentos, medicinas y
mercaderías. Pongamos de ejemplo a Caracas: en 98,8 establecimientos no
había, en octubre, aceite de maíz; en 84,3 faltaba la leche en polvo; en
80,8 el azúcar; en 73 la harina pan; en 64,3 la harina de trigo y en
58,4 la mantequilla. Cuba monopoliza la importación con dinero
venezolano (Cuba-Import). Es su negocio, que completa siendo dueña de
los puertos venezolanos (Bolipuertos).
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los culpables del
empobrecimiento indetenible de los trabajadores asalariados. El salario
mínimo vigente cerró hoy viernes en US$ 52.42 mensuales, o sea, US$ 1.74
por día. Un salario de hambre, que indica cómo ha caído el poder
adquisitivo con un descenso inhumano del salario real.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los culpables, por
haber provocado la desinversión, de que el trabajo informal sea la
ocupación del 43,5% de la fuerza de trabajo. Significa que 11 millones
de trabajadores son informales. Si le sumamos el desempleo abierto en
8,5% (aceptando las mentirosas cifras oficiales), vemos que el 52% de
los trabajadores no tiene un empleo formal o decente. Y del 48% que lo
tiene la mayoría devenga el salario mínimo de hambre.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los culpables de que
el pueblo venezolano no esté protegido por una seguridad social
universal e integral. Cuba se lleva el dinero que hubiese podido darnos
este beneficio colectivo. No existen por ello hospitales de primera, ni
una atención primaria de calidad. Todo se lo roba Cuba con el cuento de
las misiones médicas. A Cuba y el comunismo les debemos el deterioro de
la educación pública, desde el maternal hasta la universidad. Todo se lo
roba Cuba con el cuento de las misiones educativas.
Son Cuba y el comunismo ejecutado por sus títeres los culpables de la
inseguridad en las calles. Somos el segundo país más violento de
América. El comunismo ha generado delincuencia salvaje y masiva, a la
cual ha convertido en su fuerza de choque social. Sus excesos han
llevado a la gente a la exasperación, creando el clima para un gobierno
de mano dura que ponga orden.
El colapso del proyecto comunista, antes de la implantación definitiva
del comunismo por la Habilitante, es lo mejor que nos podía suceder,
porque así, haciéndose evidente el desastre causante del empobrecimiento
general, adquiere vigencia y urgencia la alianza cívico-militar que los
detenga y revierta el modelo. Es ahora o nunca. Para mañana será tarde.
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