Por: LUIS JOSÉ SEMPRUM |
La semana pasada, El Nuevo Herald reveló
una noticia sorprendente: funcionarios del Gobierno venezolano
iniciaron conversaciones con el Fondo Monetario Internacional "con la
titánica tarea de lidiar con la aguda crisis de liquidez y obtener
nuevas líneas de financiamiento". (http://to.ly/oXVQ).
Según confesaron las fuentes de El Nuevo Herald "un
pacto de Venezuela con el Fondo Monetario Internacional significaría el
fin de la Revolución Socialista Bolivariana y la renuncia de todas las
banderas esenciales que ha mantenido por 15 años".
Pero,
¿por qué algunos chavistas estarían dispuestos a hacer eso? La
respuesta es simple: se avecina el colapso total, pero no porque la
oposición lo esté planificando, como afirma Maduro, sino por el
resultado de quince años de políticas equivocadas que ocasionaron la
destrucción del aparato productivo nacional. La inflación, el
desabastecimiento y la devaluación están desbocados, y para octubre el
panorama será realmente apocalíptico.
Maduro
y los cubanos quieren contener el naufragio, aplicando las mismas
recetas erradas, y forzando a los venezolanos a vivir en la miseria a
punta de represión; porque para los hermanos Castro la prioridad es
imponer su ideología comunista y seguir saqueando nuestros recursos.
Pero
hay chavistas un tanto más pragmáticos. Para ellos la ideología es
secundaria; su prioridad es conservar el poder y los privilegios,
evitando que caiga el Gobierno, lo cual requiere un viraje económico
urgente y abrupto. Y como no saben nada de economía, excepto robar, se
acercan al FMI para que les fabrique alguna solución.
Por
su parte, la MUD se mantiene alejada de estos asuntos; se siente cómoda
ocupando algunos camarotes en el Titanic, como lo son las alcaldías y
las gobernaciones, sin tener que lidiar con la colisión que se avecina.
Prefiere que el Gobierno pague el costo político de la crisis, sin
percatarse que nos estamos hundiendo todos, la MUD incluida.
Ciertamente
urge un viraje económico, aunque no necesariamente a través del FMI.
Pero Maduro y los cubanos no lo permitirán. Por eso es tan importante
recurrir al tema de la doble nacionalidad de Maduro para destituirlo
pronto de la Presidencia de la República.
Seguidamente
hay que convocar a un gobierno de transición, conformado por los
hombres y mujeres más preparados, capaz de rescatar a Venezuela de las
crisis; porque está demostrado que no podemos confiar nuestro futuro ni a
los dirigentes del PSUV ni a los de la MUD.
Fuente: EL UNIVERSAL
miércoles 18 de septiembre de 2013
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