Fuente: EL UNIVERSAL
52% de los venezolanos creen que la droga infectó a la FANB. Así lo
revela estudio de Paz Activa y el Observatorio de la Violencia.
Cero sorpresa debió causar en la mayoría de los venezolanos la detención
de ocho efectivos de la guardias nacionales, por su presunta
implicación en el caso de la tonelada de supuesta cocaína incautada en
Francia a bordo de un avión que salió de Maiquetía. Al menos esto es lo
que puede inferirse al revisar los resultados de la I Encuesta sobre
Delincuencia Organizada en el país, la cual arrojó que el 52% de los
entrevistados creen que los militares están involucrados con el
narcotráfico.
El estudio de las agrupaciones Paz Activa y el Observatorio Venezolano
de Violencia, mediante entrevistas hechas entre junio y julio pasado a
600 personas mayores de 17 años de edad, también reveló que el 56% de
los consultados cree que los policías también están vinculados con el
tráfico de drogas, de armas o de personas; con contrabando, corrupción y
demás delitos que requieren de un entramado por su realización.
Al consultarle a los ciudadanos sobre cuál cuerpo de seguridad está más
implicado en hechos delictivos, el resultado develó casi un empate
técnico entre las policías estadales, municipales y la novísima Nacional
(ver infografía anexa).
A la vuelta de la esquina
El sondeo también reveló que para un porcentaje importante de los
ciudadanos delitos como el tráfico de droga, armas y el sicariato son
algo cercano.
Así por ejemplo, el 36% de los encuestados aseguró que en su comunidad
es muy fácil o fácil mandar a matar a alguien; mientras que el 42% dijo
que era muy fácil o fácil hacerse con una pistola o un revolver; y el
61% con marihuana, cocaína o cualquier otro narcótico.
Para el sociólogo Roberto Briceño León, uno de quienes expuso el
estudio, la situación es "muy dramática", porque "el delito no es algo
distante, de grandes mafias como las que aparecen en las películas, sino
una realidad vecina a cada uno de los venezolanos, sobre todo a los más
pobres".
Respecto a las iniciativas de las autoridades para combatir esta
iniciativa, tales como la Misión A Toda Vida Venezuela o el Plan Patria
Segura, pues la mayoría los reprobó y el 70% afirmó que hoy percibe que
hay más inseguridad en el país que hace doce meses.
Una amenaza latente
Otro dato llamativo del estudio es que ocho de cada diez venezolanos
consideran que la delincuencia organizada es una amenaza tanto para el
progreso de los más pobres como para la democracia.
Sobre el primer aspecto, Luis Cedeño, de Paz Activa, dijo: "El delito
niega la prosperidad a los más pobres, porque ellos sufren con mayor
fuerza sus consecuencias. En los barrios no solo hay más violencia, sino
que deben pagar más caro todo, no sólo la comida que supuestamente está
regulada sino también por el simple hecho de transitar, debido a las
alcabalas que deben cancelar a las bandas que allí actúan".
Y, sobre los riesgos que para la estabilidad democrática supone, Briceño
dijo: "La democracia se ve desestabilizada por los poderes paralelos en
los que terminan configurándose los grupos delincuentes".
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