Ivana Simonovis, hija del comisario Ivan Somonovis, detenido en 2002 en la sede del Sebin, hizo un llamado este martes a través de una carta dirigida al Estado Venezolano donde pide la liberación de su padre.
Ivana Simonovis tenía 7 años cuando su padre fue detenido por los hechos del 11 de abril de 2002 y expresa estar agotada de sufrir. Pidió clemencia para su padre, pues asegura que no esta bien de salud.
Lea a continuación la carta de Ivana Simonovis
Señores del Estado Venezolano:
Esta es la segunda vez que les escribo. No me da pena insistirles. El dolor puede más que la pena.
Les juro que ya no puedo más. Ya me cansé de llorar. Estoy agotada. Quiero pedirles de nuevo un poco de clemencia. Ya mi papá, Iván Simonovis, y todos nosotros, su familia, hemos sufrido demasiado. Sufrir cansa. Llorar cansa. Extrañar al padre de uno cansa. Siento que soy demasiado joven para estar tan cansada. Me parece injusto que la política me arruine la vida. Todos los días me asomo con susto en el espejo, porque siento que tengo canas en mi cabello. No las veo, pero las siento. Y tengo 15 años. Es muy rara esta sensación.
Ya mi sonrisa no es la que sale en las fotos de los álbumes de la
familia. Mi sonrisa se quiebra a cada rato, como una galleta. Porque así
están los huesos de mi papá. Se han vuelto una galleta por tanto
encierro, por tanto no moverse, por tanta sombra. Por favor, les pido,
devuélvanle el sol.
Devuélvanle un poquito de vida. Ya bastante ha pagado lo que Uds. consideraron que debía pagar.
Su salud esta tan deteriorada que tengo miedo -mucho miedo- de que mi papá termine paralítico, en una silla de ruedas. Y más así. Solo. Sin su gente, sin los únicos brazos que lo pueden abrazar.
Devuélvanle un poquito de vida. Ya bastante ha pagado lo que Uds. consideraron que debía pagar.
Su salud esta tan deteriorada que tengo miedo -mucho miedo- de que mi papá termine paralítico, en una silla de ruedas. Y más así. Solo. Sin su gente, sin los únicos brazos que lo pueden abrazar.
Mi papá no está nada bien. Su columna está demasiado frágil. Se puede
romper sola, sin que nadie la toque. Sus huesos, dice el médico, tienen
la edad de un anciano. Sus huesos ya pagaron el doble del tiempo de su
condena. Su ánimo también. Y su familia. Sea justa o no su prisión, creo
que ya todo es demasiado. Ya todo se ha vuelto inhumano, cruel,
excesivo. Señores del Estado Venezolano, una medida humanitaria como la
que les pido sería un gesto noble, necesario, hermoso. Un gesto
importante en estos tiempos tan duros. Estoy tan agotada del odio de
parte y parte. Creo que muchos estamos así. Un gesto de nobleza no les
va a hacer perder nada de lo que tienen y, en cambio, los hará más
humanos. Quiero volver a tener 15 años y un padre a quién abrazar.
No tengo más argumentos. Solo un exceso de dolor.
Gracias.
Ivana Simonovis
http://www.biendateao.com/2013/01/hija-de-simonovis-escribe-conmovedora-carta-al-estado/#
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