Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
Pese a la consternación provocada por el mayor siniestro en la historia petrolera de Venezuela, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, torpedeó esta semana el pedido de crear una comisión legislativa para investigar la explosión en una refinería que dejó más de 40 muertos, calificando el planteamiento como una maniobra de la oposición para sacarle provecho político a la tragedia.
“Esto no da para hacer politiquería” declaró Cabello en una rueda de prensa. “Esto da para sentir solidaridad […] Y los que quieran hacer un uso indebido de esta situación quedarán mal ante el país y ante el mundo”, expresó Cabello en una rueda de prensa.
“El Parlamento no hará ninguna sesión especial”, declaró el dirigente oficialista al descartar el pedido de los diputados de la oposición de investigar la explosión en la refinería de Amuay, ubicada en la Península de Paraguaná, estado Falcón.
El pronunciamiento echa por tierra el pedido de diputados de la oposición venezolana para tratar de averiguar las causas de la explosión y voraz incendio que también dejó unos 150 heridos y pérdidas materiales estimadas en varios cientos de millones de dólares.
El gobierno de Hugo Chávez ha dicho que conduce su propia investigación, pero la oposición venezolana había planteado la necesidad de que la Asamblea Nacional realizara sus propias indagaciones ante señalamientos de que la falta de inversión en el área de mantenimiento y la contratación de personal inexperto están detrás de una cadena de accidentes que han causados decenas de muertes e irreparables daños ecológicos a lo largo de los últimos años.
“Efectivamente hay un mal desempeño y la mejor demostración es que sólo en lo que va de año, tenemos 38 accidentes en nuestra industria petrolera. Y desde el año 2003, cuando el señor [ministro de Energía y Minas, Rafael] Ramírez declaró a nuestra empresa PDVSA, como una empresa Roja rojita [aliada a la revolución bolivariana de Chávez], se han producido 114 accidentes petroleros, en los cuales han perdido la vida hasta el momento 117 venezolanos”, dijo el diputado Alfonso Marquina en una entrevista telefónica.
Añadió que la explosión en Amuay, uno de los peores incidentes en una refinería registradas en el mundo, es solo el último eslabón de una cadena de incidentes.
“El año pasado se produjeron 4,052 derrames, con el impacto ambiental que eso trae. En el año 2010, se produjeron 2,393 derrames. Entonces la pregunta en este momento, es si el señor Chávez va a seguir echándole la culpa a los 40 años de democracia [previos a su gobierno] o si va a permitir que se investiguen las causas de este accidente”, expresó.
La oposición venezolana señaló que el propio ministro Rodríguez admitió que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) tenía dificultades en realizar las debidas labores de mantenimiento cuando introdujo su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional en febrero del año pasado.
En ese informe, el ministro especificó que la empresa tenía particulares problemas en realizar las labores de mantenimiento en la refinería de Amuay, y que en el 2010 sólo se habían logrado realizar dos de las nueve paralizaciones de de planta requeridas para cumplir con el protocolo de mantenimiento.
Un documento obtenido por El Nuevo Herald señala que los problemas de mantenimiento en la refinería continuaban para el primer trimestre de este año.
El reporte, elaborado por la firma RJG Risk Engineering para la firma de reaseguros QBE, advertía que parte de las instalaciones no estaban adecuadamente protegidas contra incendio, demoras en el remplazo programado de equipos, lentitud en implementar medidas correctivas recomendadas y la ocasional existencia de “nubes de vapores” volátiles en las instalaciones.
El informe también reportó que las instalaciones de Amuay y la aledaña refinería de Cardón, habían registrado en conjunto 222 “incidentes”, que incluían un centenar de incendios.
Cabello, no obstante, dijo que la investigación debe quedar en manos del propio gobierno y calificó de “ligereza” solicitar la renuncia del ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez.
Asimismo, dijo que es irresponsable atribuir al accidente a la falta de mantenimiento en las instalaciones y aseguró que los investigadores designados por el gobierno, y no los diputados de la oposición, quienes determinarán las verdaderas causas.
Serán los “verdaderos expertos los que llevarán el caso y no los ‘expertos de oficio’, quienes a veces son más bien sin oficio”, dijo el diputado.
2 comentarios:
La “gran casualidad” de la explosión de la refinería de Amuay, es que en toda su gran extensión geográfica, coincida esta detonación; con la exacta destrucción de una de las empresas venezolanas de orden de producción diversa y competitiva, nacional e internacional; de las pocas que ya quedan aquí en Venezuela, en el sector privado; se trata de PURAMIN. Las diferentes instituciones venezolanas y los diversos técnicos, que asuman valientemente la responsabilidad de investigar integralmente esta catástrofe, deben dejar muy en claro; que esta gran coincidencia, no refleje un síntoma mas, de un encubierto acto terrorista. Acción vil, que calza muy bien, con el delineado programa futuro de monopolización del mercado mundial; trazado por la Corporación Británica, al gobierno venezolano; y cumplido a cabalidad por este desde sus inicios. Los investigadores deben tener muy en cuenta o hallar la relación de este siniestro, con la sorpresiva visita a Venezuela de Lukashenko, el 26 de junio de 2012; presidente de Bielorrusia, experto y experimentado en la destrucción del aparato productivo nacional privado de su nación. www.lucasblancoacosta.com
El verdadero objetivo del paro petrolero de 2002, no fue sacar a Chávez; él, en ese entonces, más vale se fortaleció; el secreto oculto de la servil confabulación secreta de la derecha e izquierda a la Corporación Británica; fue sacar de PDVSA, a miles y miles de técnicos e ingenieros, muy bien preparados y entrenados por años, en diferentes países, plantas y refinerías, con presupuesto venezolano. Este era un personal invaluable, costoso y muy apetecido por las petroleras trasnacionales; y ellas no tenían tiempo contiguo de complementar un equipo de esa magnitud; ya que se acercaba el alza de precios petroleros y era necesario aprovechar nuestros peritos para ellas producir más. El mismo Chávez tuvo la desfachatez y cinismo de confesar varias veces por TV, que cuando uso aquel pito para despedir los primeros directivos y trabajadores, fue para limpiar a PDVSA.
Esa limpieza significó el detrimento técnico y la disminución de la producción venezolana en los años de mejores estándares de precios petroleros; significo también la captación por parte de las trasnacionales de miles de técnicos e ingenieros petroleros venezolanos, para aprovechar los años de alza petrolera; tanto es así que muchos peritos venezolanos todavía se preguntan, cómo semanas antes del paro petrolero, se encontraban empresas petrolíferas trasnacionales solicitando sus currículos en Caracas y en el interior del país; pasó como el video juego que “profetizó” la explosión de Amuay. Bueno, aunque lo nieguen, la mala fama del detrimento técnico ahora también les está favoreciendo, contra la hipótesis de terrorismo de estado.
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