Por: Rafael Orihuela
Wikipedia dice que se trata de un concepto "que aplica
a aquellos países cuyas instituciones políticas se encuentran influenciadas de
manera importante por el narcotráfico y cuyos dirigentes desempeñan
simultáneamente cargos como funcionarios gubernamentales y miembros de las
redes del tráfico de drogas narcóticas ilegales, amparados por sus potestades
legales".
Esta definición se amplía cuando se introduce la variable
"Narcoestado por acción o por omisión", resultando establecida una
diferencia fundamental entre las dos acepciones del concepto, ya que en un
Narco-estado por omisión, puede haber la conciencia de lo negativo e
inconveniente de esta condición, incluso la resistencia activa de ese
Estado-nación a dejarse invadir por tal ejercicio de actividades delictivas,
que se dan dentro de unas instituciones extremadamente débiles para ejercer la
profilaxia adecuada o medidas eficaces de control y represión.
En ese caso "sui- géneris" estamos frente a un
Estado FALLIDO, que no por falta de voluntad fue secuestrado por una élite de
delincuentes, generalmente pequeña, que literalmente ha asaltado y capturado el
poder en ese territorio. Cuando se trata de un Narco-Estado por acción es que
resalta "el desempeño simultáneo de cargos como funcionarios
gubernamentales y como integrantes activos de las redes del tráfico de drogas
narcóticas ilegales, amparados en sus potestades legales".
Durante los últimos años, nuestro país ha estado sometido a
un sin número de denuncias en el ámbito internacional y local, según las cuales
en Venezuela se han debilitado progresivamente los resortes de la lucha contra
el narcotráfico.
En una primera etapa se hablaba de la facilidad con que se
instaló en el territorio nacional el carácter de "puente seguro" para
el tráfico de drogas en gran escala y de allí hemos pasado a la condición de
"sospechosos" de estar albergando un "Narco estado" en el
seno de algunos segmentos de nuestra Institucionalidad.
Los rumores apuntan hacia el llamado "Cartel del
Sol" o Narco soles donde estarían involucrados algunos militares de alto
rango, junto a varios civiles, lo que habría devenido en actos de confrontación
incluso armada ente sus conmilitones, incluidos algunos de sicariato donde la
muerte por "encargo" es el mecanismo de cobro de "deslealtades o
traiciones.
No se trata de casos aislados de "minoreo" con
drogas o de portadores desprevenidos de ínfimas cantidades para el consumo
personal. Lo que está en juego son toneladas de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas de alta letalidad y de gran valor dinerario en el mercado mundial
del consumo.
Los reciente misterios entre los cuales se cuenta el
"affaire" de la avioneta del estado Falcón y la presunta siembra de
drogas que posteriormente dio lugar al juicio contra Walid Makled, hoy en pleno
desarrollo, se están quedando pálidos ante el nuevo escándalo que apenas
comienza con la deserción, fuga a Estados Unidos de América y aparente nueva
condición de "testigo protegido", alcanzada en tiempo
"record" por el Ex Magistrado del Tribunal Supremo de Venezuela Dr.
Eladio Aponte Aponte.
El caso toca a los más altos niveles del estamento
institucional del país, sobre todo en el segmento militar y algunos civiles que
ha desempeñado diversos cargos en el poder ejecutivo. Varios de estos militares
de alto rango ya fueron señalados de estar incursos en actividades de
"narcotráfico" por diversas agencias de Investigación de Estados
Unidos como la DEA, el FBI y el propio Congreso de la República del norte.
Algunas agencias de noticias y prensa internacional han insistido en que el Dr.
Aponte Aponte estaba transitoriamente residenciado en una isla del Caribe, bajo
la protección de un viejo amigo también militar y que desde allí se habría
trasladado a Costa Rica, donde se produjo un intento de "secuestro"
por parte de policías venezolanos junto a agentes del G2 cubano, frustrado por
otros ex policías venezolanos que lo habrían capturado en una acción
"extraterritorial" y entregado posteriormente a funcionarios de la
DEA.
De allí en adelante, Aponte Aponte habría decidido colaborar
con la DEA y aportar información sensible sobre los "narcosoles
venezolanos" y el presunto accionar en "ilegalidades" ordenadas
por la máxima jefatura del gobierno a cambio de obtener la condición de
"testigo protegido".
Todo esta trama apenas muestra su complejidad y amenaza
desde ya, con provocar un verdadero cataclismo capaz de comprometer muy
seriamente la estabilidad del gobierno del Presidente Chávez, incluido su
derrumbe, cual "castillo de naipes". De confirmarse que
lamentablemente estamos, en presencia de pruebas abrumadoras, ante un
Narco-Estado por acción, lo que sería la definición que aplica en este caso,
las sanciones internacionales no se harán esperar y resultaremos claramente
colocados frente a un escenario a lo Manuel Antonio Noriega en Panamá, con
todas las consecuencias que este detestable asunto significa. Amanecerá y
veremos.
@raforih
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