Por: Roger Noriega y José Cárdenas
Fuente: Washington Times
Via: http://aserne.blogspot.com
El
reciente anuncio del Departamento de Justicia que un agente iraní trató
de reclutar a una banda de narcotraficantes mexicanos para asesinar al
embajador saudita en los Estados Unidos, presenta una oportunidad para
que la administración Obama por fin trace la línea sobre la
creciente presencia de Irán en el Hemisferio Occidental.
Como establecemos en un documento en el que somos coautores, publicado recientemente por el American Enterprise Institute, "El Montaje Hezbollah, Amenaza en Latino América contra
Estados Unidos ", durante los últimos años, Irán, con su representante
de Hezbolá al remolque, ha hecho un esfuerzo importante en el
hemisferio occidental, para acceder a recursos estratégicos y
establecer una nueva plataforma desde la cual, trata de librar su guerra
contra los Estados Unidos.
El Departamento de Estado ha estado en gran medida en silencio sobre esta
actividad, sin embargo, algunos miembros de alto rango, se han
mostrado incluso, sorprendidos por la desfachatez de Irán acercarse a una banda de
narcotraficantes mexicanos, para hacer su trabajo sucio. Esto no debió haber sido.
El régimen iraní ha sido muy abierto y jactancioso sobre sus acciones y
sus esfuerzos, que en gran parte han sido facilitados por la Venezuela de
Hugo Chávez, quien ha servido como el principal interlocutor en nombre
de Irán con otros populistas radicales de la región, principalmente los
presidentes Rafael Correa de Ecuador y Evo Morales de Bolivia.
En Venezuela, Irán ha logrado construir una relación profunda económica
y militar con la ejecución de decenas de miles de millones de dólares,
que ha convertido a Venezuela en uno de los más importantes aliados
internacionales de Irán.
En los últimos años, la Isla de Margarita en Venezuela, se ha convertido
en el centro de operaciones de Irán y Hezbollah en el continente
americano.
Chávez también ha ayudado a facilitar el desarrollo de Irán de
su capacidad nuclear, obstruyendo para que las sanciones contra Irán para impedir que obtengan uranio pierdan
contundencia y proporcionándole acceso al sistema bancario de Venezuela. Por otra parte, Alemania, Die
Welt informó recientemente de que Irán está planeando construir a
mediano plazo bases de misiles en Venezuela, que podrán alcanzar al Panamá Canal.
En Ecuador, Correa también ha desplegado la alfombra de bienvenida para
Irán, que le da acceso al sistema bancario de Ecuador, aterrizando al
Ecuador en la lista de observación multilateral
Grupo de Acción Financiera de lavado de dinero, y la celebración de acuerdos de minería
preparando el escenario para el negocio de extracción de uranio .
En Bolivia, rica en minerales, Irán también tiene en la mira a sus
depósitos considerables de uranio y otros minerales estratégicos.
Irán también financia una academia militar para entrenar a personal
militar y civil en la guerra asimétrica, un nombre de fantasía para la
subversión y el terrorismo.
El Ministro de Defensa iraní el general Ahmad Vahidi se encontraba en
Bolivia a principios de este año para inaugurar las instalaciones,
diciendo a los medios de comunicación, "El poderoso Irán está
dispuesto a lanzar una respuesta firme a cualquier comportamiento
hostil y poco inteligente por parte los Estados Unidos".
Por cierto, el general Vahidi pasó a ser buscado en Argentina por su
papel en el 1994 Irán-Hezbolá bombardeo de un centro comunitario judío
en Buenos Aires que mató a 85 personas e hirió a más de 300.
En México, las fuerzas del orden de los Estados Unidos dicen que las
relaciones
entre Irán, Hezbolá y los cárteles de la droga parece ser más profunda.
Señalan que utilizarán a los narcotraficantes mexicanos cada vez más en
el uso de
coches bomba, en el caos que llevan a cabo en México, una experiencia en
la cual Hezbolá es muy conocido, y también señalan el continuo
descubrimiento de sofisticados narco-túneles en la frontera
México-Estados Unidos, que los expertos dicen que se parecen a los
usados por Hezbollah en el Líbano.
Sin embargo, la decisión de Irán de avanzar operaracionalmente, tratando
de emplear activos en el Hemisferio Occidental para llevar a cabo sus
actividades terroristas, representa una
escalada radical en su campaña anti-estadounidense.
El Departamento de Estado necesita montar una ofensiva diplomática
en la región que pida a los gobiernos que cooperen en la resistencia a
la
incursión de Irán, haciendo hincapié en que Irán no tiene interés
legítimo Nacional - y, ciertamente, carece de historia compartida
cultura o valores - con los países del Hemisferio Occidental. Un régimen
tan distante no tiene ninguna razón para establecer una
presencia más que para frustrar los esfuerzos internacionales, debe
rindir cuentas por su comportamiento desestabilizador e imprudente.
En cuanto a los gobiernos radicales de Venezuela, Ecuador y Bolivia,
que es poco probable que sean receptivo a los ruegos de EE.UU., se les
debe informar de manera inequívoca que la diversión anti-estadounidense y
los juegos son más y habrá un costo para el cultivo de relaciones con
Teherán .
El gobierno debe trabajar con el Congreso para desarrollar una gama de
opciones de política para exigir un precio por sus acciones.
Esto debe incluir las sanciones y las acusaciones legales contra todos
aquellos que buscan a los acuerdos económicos y otros con Irán.
El cortejo regional de Irán debe terminar antes de que sea demasiado
tarde. Irán ya ha demostrado la voluntad de derramar sangre inocente en
el Hemisferio Occidental. No se puede permitir la oportunidad de
hacerlo de nuevo.
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