A través de una carta abierta, Ana Teresa de Salazar,
madre de la capitana de la Aviación Laided Salazar, quien el cinco de
mayo fue condenada a ocho años y siete meses de prisión tras ser acusada
de instigación a la rebelión y contra el decoro militar, envía un
mensaje al presidente Nicolás Maduro pidiendo “tenga un poco de
clemencia con mi hija que es una más de no sé cuántos presos políticos
que su gobierno mantiene cautivos tan sólo por pensar diferente”,
publica La Patilla
Asimismo, exhorta al Mandatario nacional que “Usted con mucha
vehemencia aseguró hace pocos días ante la ONU que en Venezuela no se
violan los derechos humanos, entonces tomando como ciertas sus palabras,
yo humildemente le solicito que revise detenidamente el caso de mi
hija”.
A continuación la carta:
Me dirijo a usted respetuosamente y con el pueblo de Venezuela como
testigo haciendo uso de mi derecho como ciudadana venezolana a ser
escuchada por quienes ostentan transitoriamente el poder político.
Señor Presidente, me he visto forzada a escribirle a usted
directamente por este medio puesto que no he encontrado respuesta en las
Instituciones que conforman el Sistema de Justicia Venezolano, ni
tampoco han sido atendidas mis rogatorias ante el Defensor del Pueblo
con relación al caso de mi hija.
La Capitana (Av) Laided Salazar de Zerpa es mi hija señor presidente.
Usted debe recordar aquel mes de febrero de 2014 cuando en una visita
de los representantes de la UNASUR anunció que tenía unos generales
detenidos por supuestamente estar preparando un golpe de estado en su
contra, una tal operación Jericó o Golpe azul, en la que supuestamente
un puñado de militares iban a derrocarlo bombardeando con aviones
Tucanos y Zukhois a Caracas.
No sé quién le inventó todo ese cuento chino, de que estos militares
lo querían derrocar tan sólo con la fe y las palabras que supuestamente
dijeron en una “parrilla” en la ciudad de Maracay.
Yo no entiendo mucho de leyes ni de procesos judiciales, sin embargo
si entiendo que mi hija simplemente es una odontóloga egresada de la
Universidad Central de Venezuela, que se asimiló a la aviación militar
con la única intención de servir a su patria. Ella no sabe pilotar
aviones ni helicópteros, no tenía tropas a su mando ni manejaba armas,
granadas ni tanques, y estoy segurísima que ella nunca ha sido un
peligro para su gobierno, ni para usted, ni para nadie.
Seré franca con usted señor Presidente, sé que mucha gente me
criticará por escribirle, por humillarme ante usted. No sé si mis
palabras podrán importarle, no sé si usted tiene la capacidad de ponerse
en el lugar de los demás, pero esta carta abierta de una madre
desesperada no es más que para pedirle, implorarle y rogarle tenga un
poco de clemencia con mi hija que es una más de no sé cuántos presos
políticos que su gobierno mantiene cautivos tan sólo por pensar
diferente.
Usted tiene todo el poder que se pueda imaginar en este país en sus
manos, usted si quisiera, podría liberarla tan sólo con una llamada
telefónica y eso todo el mundo lo sabe. Por eso le pido encarecidamente
que por favor saque a mi hija de esa celda de aislamiento Nro. 3 en la
que la tienen encerrada 23 horas al día en la Cárcel FENIX en Uribana
Estado Lara.
Mi hija está muy desnutrida, pesando ya casi 40 kilos, porque en esa
cárcel donde una mano peluda la trasladó sin orden judicial se pasa
hambre y sed. Ella ha ido perdiendo peso de manera progresiva por la
mala alimentación y la deshidratación constante que ahí se sufre. Estuvo
casi seis meses sin poder ver a su hijo, no sale a tomar sol, no hace
ejercicio físico, no está incluida en ninguna actividad que le distraiga
su mente, únicamente le acompañan algunos libros que nos permiten
pasarle porque ni siquiera fotos ni cartas puede recibir.
Además de eso, le informo que el día 4 de noviembre pasado se celebró
la audiencia de apelación en la sede de la Corte Marcial, y a Laided no
la trasladaron, al parecer para que nadie pudiera ver el estado en que
se encuentra.
Señor Presidente ¿cómo explicarle al pueblo de Venezuela y sobretodo a
los miembros de las FANB que una mujer, madre, profesional odontóloga y
orgullosa militar sea tratada de esta manera?
¿Es que acaso no basta con privar de libertad a la gente sino que además hay que torturarla con hambre, sed y aislamiento?
Usted con mucha vehemencia aseguró hace pocos días ante la ONU que en
Venezuela no se violan los derechos humanos, entonces tomando como
ciertas sus palabras, yo humildemente le solicito que revise
detenidamente el caso de mi hija, y que si en verdad en este país se
respetan los derechos humanos, ordene en primer lugar una investigación
para que verifique todo lo que le estoy relatando y se sancione a los
responsables de este ensañamiento, y en segundo lugar ordene el traslado
de esta digna Capitana de la Aviación que no ha hecho nada para merecer
tanto castigo y humillación a su casa como cárcel para que pueda por lo
menos estar con su esposo y con su hijo pequeño que tanto la necesita.
Finalizo con estas palabras de Jesús el Cristo:
“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.”
LUCAS 6:36
Ana Teresa de Salazar
C.I. V-635.482
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