El empresario venezolano tenía menos de 30
años al asumir en 1992 la presidencia de la productora de alimentos y
bebidas más grande de Venezuela.
22 de octubre 2015 - 09:02 am
Si Empresas Polar era grande antes, cuando la tomó Lorenzo Mendoza se volvió gigante.
El
empresario venezolano –ahora en la mira de la justicia al ser acusado
de traición a la patria– tenía menos de 30 años al asumir en 1992 la
presidencia de la productora de alimentos y bebidas más grande de
Venezuela.
Recién llegado de Estado Unidos, el joven Mendoza pronto amplió el portafolio de la compañía y la expandió al exterior.
Pero
fue durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y su
sucesor y actual presidente, Nicolás Maduro, que Mendoza se volvió un
actor clave en la política venezolana.
Aun así él se resista a ser parte del intrincado juego político del país sudamericano.
"Traición a la patria"
En
la última de varias arremetidas del oficialismo en su contra, Mendoza
ahora es acusado de usurpar las funciones del presidente y traicionar a
la patria.
Eso,
después de que el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello,
divulgara la grabación de una conversación telefónica en la que el
empresario habla de la posibilidad de que Venezuela acuda a pedir ayuda
financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Maduro pidió una investigación y ahora la bancada de diputados oficialista lo denunció ante la Fiscalía.
"Rechazo
contundentemente los intentos de manipular a la opinión pública con la
clara intención de querer utilizarme en la política venezolana", comunicó Mendoza esta semana.
Constitucionalistas
críticos del gobierno añadieron que la conversación –con el economista
Ricardo Haussman– fue obtenida de manera ilegal y en ella solo ejercían
el derecho a la opinión.
A dos meses de unas elecciones
parlamentarias a las que el oficialismo llega afectado en las encuestas
por los gajes de una dura crisis económica, muchos ven la arremetida
contra Mendoza como una estrategia de buscarle culpable a la escasez y
la inflación.
Enemigo del chavismo
Lorenzo Mendoza representa para el chavismo todo lo que su ideología socialista, nacionalista y antiimperialista desprecia.
Vestido
como un monarca del siglo XVI, los blogs chavistas lo pintan en sus
ilustraciones y perfiles como aquel "hijo de papi" sin raíces populares
que heredó una gran fortuna y se dedicó a ensancharla desde una oficina.
"El
hombre practica la dieta anti-Polar, es decir, que evita
escrupulosamente consumir los principales productos que fabrican sus
empresas", dice uno de estos perfiles.
El chavismo ve a Mendoza
como una figura central de ese gremio empresarial que en 2002 subió al
poder tras un golpe militar que sacó a Chávez por 48 horas.
En 2003, ese mismo gremio promovió un paro petrolero que hundió al país en una crisis económica.
Ambos episodios marcaron al chavismo, y el empresariado –del que supuestamente Mendoza es un líder– nunca fue perdonado.
M
Productora de la dieta del venezolano
Polar y el chavismo, sin embargo, han tenido que trabajar juntos durante estos 16 años de revolución, porque de esta empresa salen la gran mayoría de productos que consumen los venezolanos.
Aquellos
productos que, a un precio regulado por el Estado, le han permitido al
gobierno reducir significativamente los índices de desnutrición en
Venezuela.
Precisamente por ser la productora de esos alimentos
que son esenciales en la dieta de los venezolanos y que en los últimos
años se han vuelto cada vez más escasos, Polar es un blanco de ataques
constante del gobierno.
Y Mendoza, si bien se resiste a
convertirse a una figura mediática, ha tenido que salir a defenderse,
alegando que no es que él haga parte de una conspiración para derrocar
al socialismo –como sostiene el gobierno en el marco de la llamada
"guerra económica"–, sino que los controles de precios le impiden
mantener la rentabilidad y la producción de sus plantas.
Modelo para muchos
No
hay despensa en Venezuela en la que no haya un producto que diga
Empresas Polar en la etiqueta: arroz, avena, margarina, té, gaseosa,
golosinas, pasta, queso, vinagre, aceite, salsa de tomate, detergente,
jabón, helado y sangría son algunos.
Pero son dos los productos
insignes que hacen de Polar un símbolo en la cultura popular venezolana:
la cerveza (de la que Venezuela es el octavo mayor consumidor del
mundo) y la harina de maíz precocida (con la que se hace el desayuno de
todos los venezolanos, la arepa).
Con 28 plantas, Polar supone un 3% del Producto Interno Bruto de Venezuela.
Y
Mendoza, que recién cumplió 50 años, es el tercer hombre más rico del
país, con una fortuna estimada en US$4.000 millones, según la revista
Forbes.
Aficionado al deporte, Mendoza estudió ingeniería en Nueva
York e hizo una maestría en administración de empresas en el Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT, en inglés).
Para muchos –y en
parte gracias a los amplios proyectos de asistencia social de la
empresa– Mendoza encarna el venezolano generoso, emprendedor y diligente
que muchos aspiran ser.
No son pocos los que, por eso, lo tildan de "presidenciable".
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