Fidel y Raúl Castro venían realizando
esfuerzos por reinsertar a Cuba en la economía global, sin renunciar,
claro, a sus propias prerrogativas. En ello habíamos insistido en esta
misma página. También habíamos afirmado que (tristemente) Venezuela era
el alfil que el maestro ajedrecista, llámese Fidel, estaría dispuesto a
sacrificar.
La Cumbre de las Américas todo lo confirmó.
Maduro tuvo que renunciar a sus firmas clonadas y una amplia mayoría mostró cuando menos recato frente a la posición de EE.UU.
Cuba fue más allá. Durante su larga
intervención en la Asamblea, Castro señaló, con visible vehemencia, que
“Obama es un hombre honesto.” Y luego de su reunión privada con el
presidente norteamericano, agregó: “Los ritmos de la vida en el mundo
actual son rápidos, puede ser que hoy… no nos pongamos de acuerdo y
dentro de un breve tiempo podamos ponernos de acuerdo.” Podía igualmente
haber dicho, por ejemplo, hoy no estamos dispuestos a sacrificar la
revolución bolivariana, pero…
Repasemos año a año la transición cubana.
En 2008, Cuba inicia diálogo con la
Unión Europea en torno a la Posición Común que somete el comercio con la
isla al respeto por los derechos humanos.
“En 2010, Fidel… concede una sorpresiva
entrevista a The Atlantic en la cual confiesa que “el modelo cubano no
sirve ni para nosotros mismos”
http://www.abcdelasemana.com/2015/02/13/la-transicion-cubana/
En abril de 2011, Raúl anuncia el inicio de la apertura económica cubana en el marco del Congreso del Partido Comunista.
En marzo de 2012, el Papa Benedicto XVI conversa en La Habana con Fidel.
En 2013, se inician negociaciones
globales con la Unión Europea. Y ese mismo año, hoy se sabe, se inician
en Canadá, conversaciones secretas con EE.UU.
Hugo Chávez habría sido un estorbo. No faltan quienes piensan que por ello no está aquí.
En 2014, EE.UU. inicia su ofensiva
diplomática hacia las Américas. En Granada da el primer paso para
neutralizar la petrodiplomacia venezolana; luego, proporciona un respiro
a millones de latinoamericanos que residen ilegalmente en su país. Y en
diciembre se produce el paso más audaz. Obama anuncia el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba.
En marzo de 2015, EEUU suscribe en
Guatemala La Alianza para la Prosperidad, programa que favorecerá a
varios países centroamericanos y dos días antes de la Cumbre de Panamá,
el 7 de abril, el propio Obama ofrece a los presidentes del CARICOM,
reunidos en Jamaica, el suministro de energía subsidiada, léase
petróleo, en condiciones más estables y ventajosas que Venezuela.
En pocos meses, el reposicionamiento estratégico de EE.UU. en el hemisferio ha sido evidente. Tambien el de Cuba.
No hay peor ciego que el que no quiera ver.
La polémica en torno al Decreto de la
Casa Blanca pareció ser un paso atrás y no lo fue. Cuando en medio de un
conflicto existen posiciones ambiguas, es preciso definir quien está de
un lado y quien está del otro.
Los resultados de la Cumbre confirman el
vuelco que ello ha producido. El ajedrez geopolítico del hemisferio
ahora favorece al Imperio… y también a Cuba, que en ausencia del
subsidio venezolano, no tendría como subsistir. De hecho, podría
beneficiar a todo el continente.
Pero hay quienes siguen peleando con las aspas del molino. Entre ellos, Nicolás.
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