Fuente: CCD
Desde hace tiempo circulaban informaciones sobre las manipulaciones
financieras en la principal industria venezolana. Se trata de un esquema
de corrupción con bonos públicos, en el cual estarían relacionados
Diego Salazar Carreño, primo del expresidente de Pdvsa, quien manejaba
el área de seguros y reaseguros, Rafael Ramírez, ex presidente de Pdvsa
y su cuñado Baldó Sansó.
“Llama la atención, por la violación de la Ley de ilícitos cambiarios,
el sistema paralelo de cambios de divisas que existiría en Pdvsa con
empresas privadas relacionadas con el sector eléctrico, que
presuntamente estarían prestando bolívares a la estatal petrolera para
el pago de obligaciones en el país y, a su vez, recibiendo el
correspondiente pago en dólares, por estos supuestos servicios
financieros, a una tasa de cambio diferente al tipo de cambio oficia…”,
reseña el libro Estado Delincuente, escrito por Carlos Tablante y Marco
Tarre.
“Los administradores de alto nivel de corrupción de BPA y los débiles
controles contra el lavado de dinero han hecho de la banca privada de
Andorra, un vehículo fácil para los lavadores de dinero, con el objeto
de canalizar los ingresos de la corrupción y la trata de personas a
través del sistema financiero de Estados Unidos”, dijo la directora del
Fincen, Jennifer Shasky Calvery. “El anuncio de hoy es un paso
fundamental para hacer frente a la conducta atroz de esta entidad
financiera y enviar un mensaje: estados Unidos tomará medidas enérgicas
para proteger la integridad de su sistema financiero de actores
criminales.”.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario