“El terrorismo nace del odio, se basa
en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la
humanidad” Juan Pablo II
Los regímenes totalitarios casi por tradición, son expertos en el manejo
de los medios de comunicación de masas para encubrir fechorías,
crímenes atroces y violaciones graves a los derechos humanos en contra
de sus ciudadanos, todo esto bajo el manto del supuesto humanismo que
históricamente alegan representar.
En nombre del socialismo o comunismo, han cometido a lo largo de la
historia crímenes horrendos. Basta recordar los genocidios y masacres
perpetrados por: Stalin, Mao Tse-Tung, Kim Jong Il, Pol Pot y los Castro
en Cuba. Ninguno de sus crímenes, han sido tan abiertamente condenadas
por el mundo como los perpetrados por el nazismo.
La dictadura de Venezuela y sus asesores propagandísticos cubanos,
expertos en la materia del camuflaje informativo, han lanzado una
multimillonaria campaña para intentar tapar ante el mundo los graves
delitos de: violaciones de derechos humanos, persecuciones y asesinatos
políticos, mordaza a la prensa, uso desproporcionado de la violencia
contra la disidencia política, abusos y detenciones arbitrarias, que muy
valientemente el presidente Barack Obama directamente ha denunciado a
través de la orden ejecutiva 13692 del pasado marzo 8 de 2015.
La orden ejecutiva emitida en primera instancia por el presidente Obama,
incluye a siete conocidos criminales del régimen dictatorial de Maduro,
a quienes se les ha revocado sus visas para ingresar a los Estados
Unidos y además se le han congelado activos y cuentas bancarias que
pudieran tener en ese país.
No obstante, el aspecto de mayor importancia es sin duda la calificación
de “amenaza grave a la seguridad de los Estados Unidos”, con la cual el
mandatario estadounidense califica a la Dictadura de Nicolás Maduro.
Los medios de comunicación de la izquierda internacional, han intentado
ridiculizar esta calificación, victimizando a la dictadura y
subestimando la capacidad del régimen bolivariano, para infringir daños
graves a los ciudadanos estadounidenses dentro de su territorio.
Expertos en el área de seguridad nacional de distintos institutos de
investigación y prestigiosas universidades han sustentado con
importantes elementos de convicción y evidencias irrefutables los
intentos sostenidos de la dictadura para infligir daños a los Estados
Unidos.
Aquí algunos de los elementos más resaltantes revelados por los llamados
comités de expertos en el ámbito mundial, señalando que la Dictadura de
Venezuela:
Promueve sistemáticamente el odio contra los estadounidenses como
política de Estado; conforma redes de terroristas y de traficantes de
personas vinculados a grupos extremistas de Latinoamérica y el medio
oriente, proveyéndolos de documentos y pasaportes, para permitirles
infiltrarse en terceros países e intentar atacar objetivos
estadounidenses; conspira a través de sus sedes diplomáticas para
perpetrar ataques cibernéticos contra sistemas de seguridad nucleares en
territorio estadounidense; patrocina, entrena, arma y da refugio a
grupos terroristas enemigos de los Estados Unidos como las FARC y
Hezbollah entre otros; trasiega drogas hacia los estados unidos y
Europa con el propósito de destruir a su juventud, las drogas se
comercializan en calles y escuelas de los estados unidos; introduce
capitales ilícitos que atentan contra la salud del sistema financiero de
los Estados Unidos, para esto usa a la petrolera estatal PDVSA; presta
apoyo al programa nuclear iraní, proveyéndole de uranio y tecnología de
terceros países burlando sanciones internacionales; negocia cesión de su
territorio con Irán, para la instalación de bases militares y
misilísticas, hostiles a los Estados Unidos.
La Dictadura de Venezuela siempre ha negado representar una amenaza para
los Estados Unidos, pero la peligrosidad de sus acciones irresponsables
y sus vínculos con las peores causas de la humanidad, son evidentes y
han ido más allá de lo imaginable.
Los hechos están allí de manera terca e irrefutable. El desprecio por la
vida que caracteriza a la dictadura, no se deben ignorar. El odio
hacia los Estados Unidos los alimenta y más cuando este está impregnado
de ese falso y fanático nacionalismo primitivo que alimenta al populismo
comunista.
La dictadura del llamado socialismo del siglo XXI y sus alianzas con el
terrorismo internacional, no tan sólo son un peligro grave para los
Estados Unidos, sino para el mundo libre y el propio pueblo venezolano.
Es en esencia una amenaza global!
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