El congresista republicano Mario
Díaz-Balart, Frank Gaffuney, Michael Rowan y Luis Fleischman, durante la
mesa redonda con líderes venezolanos, celebrada en el Graham Center de
la Universidad Internacional de la Florida este sábado.
Antonio Maria Delgado
adelgado@elnuevoherald.com
El Congreso de Estados Unidos está convencido sobre la necesidad de
sancionar a dirigentes del chavismo involucrados en violaciones de los
derechos humanos ante la ferocidad con que el régimen de Nicolás Maduro
ha salido a reprimir a los estudiantes y a la sociedad civil, dijo el
sábado el congresista por Florida, Mario Díaz-Balart.
“Nosotros en
el Congreso vamos a seguir actuando de una manera bipartidista y
enérgica. Hemos aprobadas resoluciones de solidaridad, hemos preparado
legislación [que contiene las sanciones], [y] estamos convencidos de que
la vamos a aprobar”, declaró Díaz-Balart en un foro sobre Venezuela
organizado por el Florida Internacional University (FIU).
“Esto es
importante porque el mejor amigo de la tiranía es el silencio y
afortunadamente en el Congreso de Estados Unidos, y en esta comunidad,
nosotros no vamos a guardar silencio. Vamos a seguir mostrando
solidaridad y vamos a seguir ejerciendo presión”, declaró.
Las sanciones, que congelaría las cuentas y propiedades en Estados
Unidos de entre 100 y 200 militares y dirigentes chavistas, pretenden
castigar lo que ha sido calificado como una de las más severas olas
represivas emprendidas en la historia republicana de Venezuela.
Al
menos 42 personas han muerto y cerca de ochocientas han resultado
heridas luego que estudiantes universitarios emprendieron las protestas
contra el régimen a inicios de febrero.
Maduro también ha arrestado a
más de 2,000 manifestantes y organizaciones que velan por los derechos
humanos han reportado decenas de casos de torturas.
Según los
expertos que brindaron su opinión durante el foro, las manifestaciones
que sacuden al país están produciéndose en el marco de los esfuerzos de
Maduro por terminar de incrementar los mecanismos de control y represión
sobre la ciudadanía.
El país atraviesa por una aguda crisis
económica que está golpeando duramente al pueblo venezolano, acentuando
la ya pronunciada escasez y acelerando aún más lo que ya es la más alta
tasa de inflación del planeta.
Pero los manifestantes venezolanos
no están en la calle sólo para protestar la grave situación económica
del país, explicó Luis Fleischman, columnista y profesor de Ciencias
Políticas del Florida Atlantic University Honor College.
Las
protestas también se están produciendo en el marco del endurecimiento de
los razgos dictatoriales del gobierno venezolano, que se torna “cada
vez más represivo, invadiendo cada vez más las libertades privadas del
pueblo venezolano”, comentó Fleischman en el foro llamado “Pressure, Sanctions & Strategy, How to Influence Change in Venezuela”.
El
académico explicó que el régimen pretende consolidar los instrumentos
de miedo y represión que le permita apaciguar el creciente descontento
provocado por las dificultades económicas.
“El gobierno venezolano
ha asegurado la lealtad de de los militares para su gobierno déspota y
ha suprimido a los sindicatos, a los medios de comunicación, a las
agrupaciones empresariales y de profesionales”, dijo Fleischman.
“De
la misma manera, la gente está siendo intimidada por agrupaciones
paramilitares, por la politización de los puestos de trabajo,
particularmente en compañías como PDVSA”, agregó.
El estratega
político Michael Rowan dijo que en realidad son proporcionalmente pocos
los venezolanos que respaldan el modelo revolucionario que adelanta el
chavismo en el país.
Pese a los esfuerzos del chavismo por
polarizar al país, la población venezolana está culturalmente muy
unidad, y comparte los conceptos democráticos instaurados por décadas en
la nación petrolera.
“Un 75 por ciento prefiere un gobierno
democrático frente a un 18 por ciento prefiere uno revolucionario”, dijo
Rowan citando cifras de la encuestadora Alfredo Keller y Asociados.
“Eso
es una gran oportunidad”, dijo Rowan, al explicar que una inmensa
mayoría de los venezolanos no comparte la visión castrista de Maduro.
Los
presentes, entre quienes también se encontraban activista de la
comunidad venezolana en Miami, coincidieron en la necesidad de adoptar
las sanciones discutidas en el Congreso.
“Es muy necesario que se
apliquen medidas selectivas a funcionarios del régimen que estén
involucrados en hechos de corrupción, en hechos de violaciones de los
derechos humanos y en el narcotráfico”, comentó Horacio Medina,
secretario ejecutivo de la representación en Miami de la Mesa de la
Unidad Democrática, organización que aglutina a los principales partidos
de oposición del país.
Según Medina, se requiere ese tipo de
presión internacional debido a que Venezuela es un país bajo ocupación
extranjera, con los representantes del régimen de Fidel Castro, y
agrupaciones terroristas como el Hezbolá, las FARC y el ETA operando
activamente en el país.
El Comité de Relaciones Exteriores de la
Cámara Baja ya aprobó las sanciones la semana pasada y el comité del
Senado prevé hacer lo mismo la próxima semana.
Díaz-Balart dijo
que el Congreso está alarmado por la situación en Venezuela y entiende
que debe salir en defensa de los jóvenes estudiantes que están siendo
“masacrados” por el aparato de represión del régimen.
“El Congreso entiende que tenemos que presionar, y que una manera de hacerlo es a través de las sanciones”, comentó.
Esa
posición es muy diferente a la asumida por la administración de Barack
Obama, que ha enfatizado que aún no considera que es necesario aplicar
ese tipo de medidas, comentó.
Según el congresista, esa falta de
acción por parte de la Casa Blanca se debe a que la administración no
comprende muy bien lo que ha estado ocurriendo en America Latina.
“Hemos
tenido una gran dificultad en conseguir que nuestro propio presidente
entienda la realidad de lo que está ocurriendo en Venezuela”, comentó el
congresista de Florida.
“Por años, le hemos estado diciendo a
nuestra administración que tienen que entender lo que estamos
enfrentando, porque no solo es una dictadura, es un cáncer en nuestro
hemisferio. Es un cáncer que no solo está destruyendo y reprimiendo al
pueblo de Venezuela, sino que está ayudando a quienes reprimen y
asesinan a lo largo del hemisferio y a lo largo de todo el planeta”,
comentó.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
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