Por: Jesús Antonio Petit da Costa
Ahora sí hay un solo camino: la
resistencia cívica, valiente y frontal, para recuperar la independencia,
la democracia, la libertad y el bienestar
Supongo que nadie pone en duda que Venezuela está bajo el dominio de
Cuba, la que ejerce sobre nosotros el poder real, ya que el formal o
aparente lo detenta el gobierno títere cuya misión es ejecutar el
proyecto de adhesión elaborado por la monarquía comunista cubana que,
como lo hemos explicado y repetido varias veces, consta de tres etapas,
de las cuales se han cumplido dos. Estamos en los inicios de la tercera
etapa: implantación definitiva del comunismo con el nombre de Estado
Comunal para igualar el sistema político-económico de Venezuela y Cuba a
fin de poder constituir la Confederación Vene-Cuba, que ya existe de
hecho bajo la suprema dirección de Fidel y Raúl Castro.
Al comenzar la tercera etapa el proyecto comunista ha enfrentado dos
graves obstáculos. El primero, la ilegitimidad del gobierno títere por
fraude constitucional en la sucesión, fraude electoral en la elección
del sustituto e inelegibilidad de éste en razón de su dudosa
nacionalidad. El segundo, el colapso económico por la inviabilidad del
comunismo, el oneroso sostenimiento de Cuba, la pesada financiación de
la Internacional Comunista (Foro de Sao Paulo) y el saqueo a manos
llenas de la renta petrolera por los jerarcas.
Para conjurar el estallido de una rebelión cívico-militar, a lo cual
conduciría la suma de ambas crisis en una general, Cuba acaba de hacer,
por medio de su gobierno títere, una maniobra semejante a la realizada
por la Alemania nazi después de ocupar a Francia. Ha comenzado a
negociar con los que no hacen de la sumisión a Cuba el problema
fundamental, y por tanto no condicionan el diálogo a la ruptura del
vínculo servil que ata al gobierno títere con el extranjero invasor,
cuyos agentes, por confesión de una ministra, están mandando en todos
los entes públicos sin dar la cara para que el pueblo no los vea y así
ocultar la traición. ¿Qué negocian? Puesto que el problema fundamental,
que es recuperar la independencia de Venezuela rompiendo con Cuba y
expulsando a sus agentes, no está en la agenda, sólo se puede estar
negociando la cohabitación o convivencia con el extranjero invasor, en
sana paz para evitar que haya protestas y mucho menos rebelión. Este es
el objetivo que persigue la monarquía comunista cubana en la
negociación. Hecho el contacto viajó Maduro a La Habana a rendir cuenta y
recibir instrucciones de los Castro.
¿Qué piensa hacer la monarquía comunista cubana? Parece obvio. Lo mismo
que hizo Hitler en Francia. A cambio de que se portaran bien los
franceses que no tenían problemas en aceptar la ocupación, les cedió un
territorio para que ejercieran un gobierno aparente. Es conocido en la
historia como el Gobierno de Vichy, porque tenía su sede en esta ciudad
de provincia y no en París para mayor humillación. En el territorio
cedido por Alemania para fingimiento de soberanía de los franceses a los
que no les importaba la ocupación extranjera, los alemanes se
reservaron la fuerza armada, la policía (Gestapo, SS, etc), la
identificación, la inmigración, el control de extranjeros, la educación,
la salud, las obras públicas, el transporte, la economía, las finanzas,
la alimentación, la moneda y su cambio, el comercio, la industria, en
fin casi de todo, excepto barrer las calles, tapar los huecos, arreglar
las aceras y otras menudencias. Exactamente eso es lo que quiere hacer
la monarquía comunista cubana con los 75 alcaldes de oposición.
Convertir sus municipios en 75 Vichys, a los cuales llegará dinero del
situado constitucional a cambio de colaborar con el gobierno títere,
aceptar la ocupación cubana y esperar tranquilos la próxima elección en
las cuales podrán ser premiados con la reelección si se han portado
bien.
Hago un llamado patriótico a quienes estimo para que no cometan el error
del gobierno de Vichy. Les pido a los alcaldes patriotas, que los hay,
de primero a mi amigo Antonio Ledezma, dar un paso atrás. Negarse a
negociar con el extranjero invasor. Exigir el rompimiento con Cuba y la
salida del país de todos sus agentes. A los alcaldes patriotas y a los
diputados patriotas, como la señora Machado, los exhorto a colaborar con
los patriotas en la organización de la resistencia civil, no armada al
estilo de la francesa porque no tenemos armas sino semejante a la
venezolana que hizo posible la rebelión cívico-militar el 23 de enero de
1958.
Están dadas las condiciones para el año de la resistencia civil, la que
con toda seguridad restablecerá la independencia de Venezuela, la
democracia, la libertad y el bienestar.
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