La muy prestigiosa y respetada revista inglesa cuya opinión recogen
semanalmente los principales medios globales enfoca, una vez más, uno de
sus editoriales en la contienda política de Venezuela.
Llamando el triunfo de Maduro el 8D como “una victoria hueca” revisa
la difícil trayectoria del os partidos democráticos que son opositores
del régimen venezolano y cita ejemplos del abuso y la falta de sentido
democrático del gobierno que adapta los resultados electorales de tal
forma que si se elige a un demócrata y no a un trasnochado izquierdista
por lo general ineficiente y corrupto (demostrado con ejemplos
suficientes en los medios todavía libres y no comprados por amigos del
gobierno) lo ignoran y le montan encima un representante del poder
central.
La nota precisa que ante un año 2014 sin elecciones a la oposición
venezolana le queda únicamente convertirse en un movimiento de
resistencia ante el riesgo de pasar a la irrelevancia.
Aquí el texto de la revista inglesa como apareció en www.elpais.com:
La victoria hueca de Maduro
La oposición se enfrenta a un dilema. El Gobierno mueve continuamente la portería
En teoría, los venezolanos elegían a sus alcaldes el 8 de diciembre.
Pero el líder opositor, Henrique Capriles, pidió un voto de castigo
contra el mandato errático, incompetente y cada vez más autoritario de
Nicolás Maduro. Con ese criterio, Capriles perdió. El Movimiento de
Unidad Democrática (MUD) avanzó sobre todo en las áreas urbanas (…) Pero
fuera de las principales ciudades, el mapa electoral sigue rojo
chavista, muestra del control del Gobierno en la Venezuela rural, donde
están la mayoría de las 337 alcaldías.
(…) En la campaña, Maduro pasó una media de dos horas al día en
directo en televisión, mientras Capriles fue ignorado. (…) Todo el
aparato del Estado se movilizó para ayudar al partido oficial (…) Y
Maduro forzó a los comerciantes a fulminar los precios de artículos que
iban desde televisores a coches. Esto sin duda alentó el hasta entonces
tibio apoyo popular. Pero a costa de debilitar aún más una economía con
una inflación del 50% y reservas menguantes. (…)
La oposición se enfrenta a un dilema. El Gobierno mueve continuamente
la portería. Cuando parecía que el MUD iba a ganar la mayoría
parlamentaria, cambió la ley electoral. Cuando Capriles impugnó los
resultados de la presidenciales de abril, los tribunales no quisieron
revisar las pruebas. Los alcaldes y los gobernadores de la oposición ven
cómo el Gobierno central recorta sus presupuestos y transfiere sus
poderes a funcionarios no electos.
La próxima elección, legislativa, no será hasta finales de 2015. La
oposición se arriesga a hundirse en la irrelevancia a no ser que pueda
convertirse en un movimiento de resistencia (…).
Londres, 14 de diciembre.
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