Municipales venezolanas entre
tahúres y cartas marcadas
Estamos ahora, tras 13 años de intentos, en el éxtasis del liderazgo sifrino, a nombre de los grandes intereses de siempre, haciéndose supuestamente irremplazables en la conducción ruinosa de la oposición a este régimen piltrafa.
Han
sido cuentadantes de este régimen desde su inicio y ahora quieren, a
como dé lugar, que se les elija, para volver a los bellos tiempos de su
aspiración y modelo de ver el país dirigido por The Beautiful People. Se
quedarán con los crespos hechos.
Se dice, cada vez más insistentemente, que los del 4-F repotenciados,
no darán un “golpe clásico”, porque solo esperan que Maduro se
despaturre, se derrita, se descubra en su total inviabilidad y
volatilidad.
Hay quienes creen que le asesoran y llevan a disparates para hacerle
“pisar el palito”, como andar antes descubriendo revelaciones de líneas
políticas en el alma transmigrada en pajarito, del comandante, como le
enseñó SaiBaba, y ahora durmiendo sobre el sepulcro de Chávez, para
obtener por “osmosis de tumba”, una novedad… de la nube digital, el
Know-How del poder reforzado, con el respaldo en fantasmas de
apariciones, que solo nos han deparado la burla universal, porque de
aprendizaje nada, porque siguen cada vez más tarados.
A duras penas, las clientelas de la Quinta y la ya fantasmal de la
Cuarta están en bancarrota, pero han tratado de ir convenciendo al país
que debe recrearse, a como dé lugar la polarización de marzo abril de
2013. Pero algo les dice a la generalidad ciudadana
y a la inmensa mayoría de insatisfechos, que el fin de toda esta
tramoya se acerca irremediablemente y que nada importante pasará por el
escenario electoral.
Al tratar de llegar, sí o sí, al 8 de diciembre, embaucando a
nuestros fatalistas electores, resignados a jugar entre tahúres con
cartas marcadas, hace que la llamada oposición brinde el mayor favor al
malagradecido Maduro, quien busca aunque sea una victoria pírrica que le
acrediten ser tratado como Presidente, lo que sigue sin lograr, y
desmontar las amenazas que se ciernen sobre su cabeza, desde las filas
mismas del chavismo y sobre todo desde el sector militar rojito.
Pero lo único real, a pesar del montaje de apariencias, es que de
todas, todas, Maduro pierde al haber desatado el caos y con él sus
socios de la oposición oficial, desplazándose el aparente conflicto
entre los portadores de la viejas clases políticas de la Quinta y sus
auxiliares retoños de la Cuarta, hacia lo que representa la verdadera
confrontación inevitable que desde la muerte de Chávez.
Los dilemas sobre la hegemonía en el poder se están resolviendo a
paso firme dentro del sector militar, que han ido copando enormes
espacios del poder de Estado y que ahora se han obligado al silencio o a
ser siguüises del clientelismo político del PSUV.
Este juego de conductas demostrables e hipótesis será observable no
como cometas de paso distante e inocuo, sino como caída de gran
meteorito sobre la cabeza del país, por eso declaramos abiertamente
nuestra convicción que las rectificaciones militares, desde el campo del
chavismo originario, aunque se digan nacionalistas y partidarios de
sacar a los esbirros cubanos y emanciparnos de ese ruinoso coloniaje, YA
NO SON VIABLES, como proyecto de futuro, sino como muestra de una
agonía final del régimen, del cual aún son parte y del que aspiran
ilusamente ser herederos, por caída del boxeador grandulón designado,
que no agarra señas, porque no le da la sesera aturdida o carenciada.
La solución militar-civil de fondo, que quiere abolir este régimen y
no reformarlo, es la que realmente temen Maduro y Capriles y también los
de la cúpula militar (4F) chavista del poder central.
Y el país tendrá que entender que esa nueva legitimidad parte de un
estado de necesidad, porque el país se habría hecho inviable y que
además no tendrá su origen en elecciones honestas, mientras no volvamos a
contar con nuestras Partidas de Nacimiento auténticas y las
correspondientes Cédulas de Identidad, sin el perraje que nos coleó el
chavismo en el REP, desde las nóminas que pagamos de sus socios
políticos a través del cable submarino con Cuba y desde las zonas
geográficas bajo control de las narco-FARC colombianas.
Para despecho de ignorantes y de ritualistas del democratismo formal,
que les dio renombre y que ahora se solazan desprestigiando la
totalidad de la FFAA, como si fueran peores que la canalla política
civil de toda esta época, confieso que aunque fuese otra quimera, lo
único que nos queda como esperanza, es que la institucionalidad de esas
FFAA asuma la dirección del país contra toda la lógica de escépticos y
contra las tesis que con mucha razón las embarran de irresponsabilidad,
por haber defendido la Constitución y el régimen, que a su vez
auspiciaron o alcahuetearon los acobardados pimpollos políticos de la
Cuarta insepulta.
La hora de Un Nuevo Orden está planteada sin vuelta atrás, y lo
realmente nuevo será construido sobre las ruinas de la Quinta que se
derrumba y de la Cuarta que no hay que dejar volver.
Por: Alberto Franceschi
Politica | Opinión
www.albertofranceschi.com
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@alfranceschi
jueves, 05 de diciembre de 2013
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