Por: Jesús Antonio Petit da Costa
Una sola chispa bastará para que se venga abajo todo lo montado por Cuba
para implantar el comunismo en Venezuela y así formalizar la creación
de Vene-Cuba, bajo dominio cubano, que ya existe de hecho. La historia
enseña que en cualquier momento y por cualquier motivo saltará la chispa
cívico-militar.
La Habilitante solicitada ahora, que seguramente será aprobada por la
inexistencia todavía de una oposición de calle, tiene por finalidad
completar la construcción del comunismo, tercera etapa del proyecto
cubano de dominación colonial de Venezuela. El proyecto fue elaborado y
dirigido por los Castro y ejecutado, bajo supervisión de ellos, por sus
peones en Venezuela, que son los traidores a la patria, asistidos por
más de doscientos mil nativos de la isla que están aquí cumpliendo
funciones de asesoría, vigilancia y seguimiento.
Las leyes de la Habilitante ya fueron redactadas en La Habana, donde
funciona el equivalente contemporáneo del Consejo de Indias que servía
de órgano de los Reyes de España cuando fuimos colonia española.
Tendremos, pues, otras Leyes de Indias, doscientos años después, que con
las ya promulgadas en los catorce años precedentes, podemos recopilar a
los fines de su estudio en la cátedra de Nuevo Derecho Indiano-Cubano, a
incluir en la carrera pirata de Abogado Integral que se cursa en
universidades que, para mayor burla a los libertadores, se denominan
bolivarianas.
Al estilo del comunismo soviético, cada etapa se corresponde con un
plan, en este caso sexenal, que se publica antes de ponerlo en marcha,
que por lo visto la llamada oposición no lo lee porque siempre está
ocupada en algo más importante para ella: participar en la elección del
año (hay una cada año) para asegurarse de cargos para sus dirigentes,
cuyo liderazgo depende del cargo. No son nadie sin cargo. De allí que
rehúyan la calle y degeneren en comparsa electoral.
El correspondiente a la segunda etapa, que fue la de echar las bases del
comunismo, concluida sin obstáculos, se llamó Primer Plan Socialista
2007-2013. El de ahora, para el cual se necesita la Habilitante, se
denomina cínicamente Plan de la Patria 2013-2019, cuando en verdad se
trata de cerrar las puertas a toda posibilidad de liberación nacional,
sólo posible con cambio de gobierno, y así darle estabilidad y
continuidad a la dominación cubana, que deberá concluir en la creación
formal del Estado Comunal (Estado Comunista) y la confederación
Vene-Cuba, existente ya de hecho. Lo demuestra el presidente ficticio de
Venezuela cuando viaja en aviones cubanos, con tripulación cubana,
rodeado de cubanos y protegido por la bandera cubana, dejando constancia
de que Cuba es el país dominante y Venezuela el satélite.
Hasta ahora todo le había funcionado a Cuba y sus agentes criollos. El
problema para ellos ha surgido en la etapa culminante de construcción
del comunismo por un error de cálculoomo lo hacn aviones cubanos, seiano
o de doble nacionalidad). s pol de Venezuela. Ademgando que omo lo hacn
aviones cubanos, se. Creyeron que el difunto duraría igual que los
Castro. Llegaría a los ochenta en el poder. Y, en consecuencia, no
prepararon la sucesión adecuada y oportunamente, con un delfín al estilo
monárquico del comunismo irredento (un hermano o una hija previamente
ensayados) o uno escogido por el cogollo en base al liderazgo dentro del
partido (como lo hacía el Politburó soviético). Sobre la marcha
cometieron la torpeza de manejar directa y personalmente la situación,
haciendo evidente que son los cubanos los que eligen al presidente de
Venezuela. Además en su complot comprometieron a todos los actores
políticos desnudando su traición a la patria, para que al final el
ungido resultara un triple coronado de ilegitimidad: ilegítimo por
inconstitucionalidad (no podía ser candidato), ilegítimo por fraude (se
robó la elección) e ilegítimo por su nacionalidad (colombiano o de doble
nacionalidad). Si su escogencia por Cuba sería suficiente para el
repudio colectivo, la triple ilegitimidad se convierte en una losa muy
pesada que le impide sostenerse en pie. El sólo se hunde.
Pensado para su ejecución por el difunto, el proyecto cubano prevé tres
etapas con 20 años en el poder. Era en el vigésimo cuando el comunismo
estaría completado y consolidado. Tiempo suficiente para sustituir la
conciencia democrática del pueblo y de los militares. La demora forzada
en la ejecución trajo por consecuencia que ahora, cuando se debe dar “el
gran salto adelante”, han aflorado anticipadamente los defectos y males
del comunismo generando en Venezuela una crisis económico-social
inmanejable por el vacío de liderazgo. En estas condiciones, sólo falta
una chispa para que todo se les venga abajo.
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