(Diario de Cuba)
"La violencia ha llegado en Cuba a niveles críticos", dice el activista
Antonio Rodiles, y la actriz Ana Luisa Rubio, de 62 años, acaba de
experimentarlo. La foto que encabeza este reporte es la de su cara tras
la severa golpiza que le propinó un grupo de supuestos vecinos el pasado
viernes.
"Estoy muy adolorida, pero sobre todo estoy muy
asustada", dijo Rubio a DIARIO DE CUBA, desde su casa en el barrio
habanero del Vedado. "Ellos no van a parar".
Rubio pasó una noche en el Hospital Manuel Fajardo
debido a los golpes. Rodiles, director del proyecto independiente Estado
de Sats, la acompañó al día siguiente a la Policía para poner la
denuncia, la décimo segunda que hace la actriz. Las anteriores fueron
por agresión, amenaza, difamación, violación de domicilio, daño a la
propiedad y coacción.
"La Policía no hace nada", dijo Rubio. El resultado es que los agresores "se sienten impunes ante la ley".
La actriz relató que el día del incidente salió de su
casa después de que un grupo de niños llamara insistentemente a su
puerta en un aparente juego.
"Salí a reclamar un poco de paz", dijo. "Eso fue
todo, ahí mismo se abalanzó una mujer a la que ya he denunciado en otras
ocasiones por ofensas y amenazas, pero nunca le ha pasado nada (…) Ya
no tuve tiempo de defenderme ni refugiarme porque fue una cosa detrás de
la otra; al momento empecé a sentir patadas, piñazos, golpes de muchas
personas".
Solo pudo reconocer a tres participantes en la
golpiza: dos vecinas y el coordinador de los Comités de Defensa de la
Revolución (CDR) en la zona. El resto eran desconocidos.
En total, fueron una decena de mujeres y hombres que la dejaron tirada en el suelo, sola, tras el ataque, según su versión.
"Nos llamó muy nerviosa, diciendo que estaba
ensangrentada y necesitaba ayuda", dijo a DIARIO DE CUBA Ailer González,
directora artística de Estado de Sats, quien junto a Rodiles y el
activista Juan Antonio Madrazo acompañó a Rubio al hospital.
"Le han dado una tremenda paliza (…) la molieron a golpes", señaló.
Frente a la casa de Rubio hay una oficina del Partido Comunista y en la misma cuadra otra de los CDR.
Madrazo dijo que al llegar a casa de la actriz, el
viernes, respondiendo a su petición de auxilio, escuchó al coordinador
de los CDR, de apellido Durán, decir a una persona con la que hablaba
por teléfono: "Se le dio una buena paliza, pero si vuelve a bajar, se le
despinga".
La policía estuvo en la casa de Rubio el sábado y
ella señaló a las dos mujeres y a Durán entre sus agresores. Ninguno fue
detenido, confirmó Madrazo.
De la televisión a los calabozos
Ana Luisa Rubio fue una popular actriz de televisión
en la Isla hasta que en la década pasada comenzó a participar en
actividades de la disidencia interna.
En los últimos años ha sido detenida varias veces, la
última el pasado 24 de agosto, cuando se paró en la Plaza de la
Revolución "a gritar por la justicia, por la libertad, por los derechos
humanos", según relató.
Tras los arrestos, "me llevan siempre a la sala de
psiquiatría" de algún hospital de La Habana. "Ya los médicos les han
dicho que no me lleven más, que yo no tengo nada", aseguró la actriz.
"Están tratando de hacer ver que yo estoy loca para
que no tenga validez lo que digo", consideró. "Para mí esto ya no es ni
dictadura, esto es fascismo".
Rubio también ha pertenecido a las Damas de Blanco y escribe el blog Aramusa28, desde el cual ha denunciado las agresiones que ha sufrido y ha pedido la renuncia de Raúl Castro.
A su juicio, la golpiza del viernes "fue preparada por la Seguridad del Estado".
El acoso y los ataques vienen "ya de hace mucho tiempo, yo diría años, lo que pasa es que han ido in crescendo", afirmó. Añadió que en 2004 estuvo nueve meses en una silla de ruedas debido a una agresión.
"No puedo hacer nada, no sé a quién acudir. Mis
compañeros de lucha hacen lo posible, pero nosotros estamos totalmente
indefensos", se quejó la actriz.
El Gobierno ya no le permite trabajar en la televisión estatal.
"No me dejan ni respirar, me tienen sin economía
alguna (…) ellos me censuraron como actriz en 2011, estando en las Damas
de Blanco", dijo.
Actualmente, Rubio alquila una habitación de su casa,
como cuentapropista. Pero "tampoco me dejan, me interceptan a los
clientes", señaló. "Me están ahogando de una forma que no tengo manera
ni de comer, ni de respirar, ni de reírme".
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