El presidente venezolano carga contra Rajoy por la demora del vuelo de Evo Morales
Alfredo Meza Caracas 4 JUL 2013 - 21:20 CET
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela / Prensa Miraflores (EFE)
Si hace dos días Nicolás Maduro cortejaba a Edward Snowden para que solicitara asilo en Venezuela,
hoy entregó otra prueba de que su Gobierno tomaría muy en serio la
posibilidad de que el extrabajador de la NSA desembarcara en Caracas.
Ocurrió durante su regreso al país, en sus primeras declaraciones antes
de proseguir hacia Cochabamba, Bolivia, donde se celebrará una reunión
extraordinaria de Unasur para tratar la demora del avión que transportaba al presidente boliviano Evo Morales.
Maduro fue muy firme en condenar la odisea vivida por su aliado a su
regreso de Moscú y disparó contra Washington y Madrid. De Estados Unidos
dijo que había recibido “un papelucho” pidiendo la extradición del
filtrador. Al acusar recibo de la supuesta comunicación, el presidente
venezolano recordó lo que ya había dicho en Moscú sobre el espionaje
electrónico desvelado y tachó de inmoral la petición. “Lo primero que
tendrían que hacer es entregarnos a Luis Posada Carriles, a quien tienen allá protegido”.
Con esa frase Maduro hizo recordar lo que tantas veces dijo su mentor Hugo Chávez
para agitar las banderas antiimperialistas, o frente a cualquier
petición de la Casa Blanca. Luis Posada Carriles, un legendario
anticastrista y antiguo miembro de la inteligencia venezolana, es el
responsable de la voladura de un avión de Cubana de Aviación en 1976 y
un prófugo de la justicia local. El Supremo venezolano ha solicitado sin
éxito la extradición de este exagente de la CIA, que vive en Miami.
Maduro destacó también que EE UU parece desesperado por su forma de
exigir la captura de Snowden. Es, según su opinión, una debilidad muy
grande desde el punto de vista moral y ético frente al mundo. “Nosotros
no recibimos recomendaciones y menos imposiciones de nadie”.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy,
también fue alcanzado por los dardos de Maduro, quien catalogó a su
Gobierno de “infame”. “Nosotros evaluaremos nuestras relaciones con
España”. Aunque el mandatario venezolano hizo críticas generales a los
países que impidieron la escala de la nave de Morales, decidió señalar
al Ejecutivo español por pretender revisar el avión de un jefe de
Estado. “¿Qué se cree el presidente Rajoy? ¿Que los sudamericanos somos
esclavos de ustedes, de las élites que se arrodillan ante la CIA y los
intereses del imperio estadounidense? Esto es indignante”, afirmó.
Maduro repasó también las ocasiones en las que se han convocado plenos de Unasur:
la crisis política sufrida por el líder de Bolivia en 2008, la revuelta
policial de septiembre de 2010 en Ecuador, calificada como golpe de
Estado por el presidente Rafael Correa,
o la reunión convocada en Lima a mediados de abril para tratar el
cuestionado resultado de las elecciones venezolanas, protesta
desmeritada por el oficialismo. “Ahí llevaremos la voz de dignidad de
nuestro pueblo”, finalizó.
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