El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, consideró este jueves que en el organismo no hay “mucho ambiente” para tratar la situación en Venezuela, y aseguró que no planteará un debate al respecto en el Consejo Permanente si no lo hace un país miembro.
“Si hay 34 países miembros y ninguno plantea el tema, eso quiere decir que no hay mucho ambiente para tratarlo en esta organización”, dijo Insulza en una entrevista con un grupo de agencias, entre ellas Efe, en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington.
“Si se levanta el tema en el Consejo, enhorabuena; pero un país miembro, que los hay de distintos tamaños, de distintas convicciones, de distintos sistemas, debería plantearlo. Si no lo plantea uno, no lo planteará el secretario general”, subrayó.
El líder opositor venezolano Henrique Capriles aseguró este martes que recurrirá a los organismos internacionales para denunciar la situación política en su país.
Además, la oposición venezolana en su conjunto envió a principios de este mes una carta a Insulza en la que pedía que la OEA activara los mecanismos previstos en la Carta Democrática Interamericana ante la situación política en Venezuela.
Insulza reconoció que el secretario general puede llevar temas a debate en el Consejo Permanente, al igual que lo hacen los Estados miembros.
“Pero yo, como secretario general, siempre, no solamente ahora, he sido reticente a plantear un tema que los países no van a tratar”, indicó hoy.
No obstante, consideró que “hay formas” en que la oposición venezolana puede elevar el tema, aunque nunca directamente al Consejo Permanente.
“Si algún ciudadano de las Américas cree que lo ocurrido en su país viola sus derechos, puede recurrir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos” (CIDH), un organismo autónomo de la OEA, afirmó.
“Incluso en la Carta Interamericana hay una provisión que dice que cualquier ciudadano que cree que alguno de los derechos afectados en esta Carta viola sus propios derechos puede acudir en la CIDH”, agregó.
Venezuela vive una crisis política tras las elecciones del pasado 14 de abril, que dieron la victoria por un estrecho margen a Nicolás Maduro, resultado que Capriles no reconoce.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano está ultimando una auditoría del 100 % de los resultados de las elecciones, pero ni Capriles ni la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) participan en el proceso por considerar que no verifica todos los elementos de la votación.
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