Probablemente,
cuando usted lea este articulo, esté enterado de que las elecciones
presidenciales de Venezuela realizadas el pasado 7 de Octubre, fueron
impugnadas por ante El Tribunal Supremo de Justicia, por fraude masivo,
generalizado, consensuado por el Consejo Nacional Electoral
(http://bit.ly/DemandaDeNulidad)
La impugnación presentada, en tiempo hábil, al Tribunal Supremo de
Justicia no significa de manera alguna, ni credibilidad, ni confianza en
el órgano judicial… se trató de un mero acto formal para agotar la vía
judicial en Venezuela y para demostrar que Hugo Chávez es un presidente
ilegítimo, que su afán de terminar de implementar un neo-comunismo en
Venezuela y su permanencia en el poder será cuestión de tiempo.
Se demostró que El Consejo Nacional Electoral, máximo órgano comicial
de Venezuela, quien se suponía debería ser un árbitro imparcial,
cometió todo tipo de acciones fraudulentas para mantener a Hugo Chávez,
en el poder, como presidente de Venezuela. Desde aceptar su candidatura
presidencial, la cual está prohibida en la Constitución por su condición
de militar activo; pasando por la negativa de procesar una impugnación
del Registro de Electores; implementando la conexión de las
capta-huellas a las máquinas de votación para amedrentar y chantajear a
los electores; consintiendo actos de violencia en contra del candidato
opositor; inventando una llamada “Estación de Identificación del
elector” totalmente inoperante que sólo sirvió para producir retrasos;
permitiendo el uso abusivo de los recursos del Estado en beneficio de
Hugo Chávez; y modificando las leyes electorales fuera de los lapsos
establecidos en la Constitución, entre muchas otras maniobras, hasta
llegar al punto de no realizar la “Verificación Ciudadana” que es
prácticamente el único recurso de los ciudadanos para establecer la
veracidad de los resultados.
Ahora bien, sin que los venezolanos hayamos asimilado semejante
fraude y sus terribles consecuencias, nos llaman a participar en las
elecciones del próximo 16 de Diciembre para elegir Gobernadores de
Estado, además, se cierne sobre nuestras cabezas la amenaza cierta de un
cambio constitucional con el llamado a otra consulta popular, todo lo
cual concurriría bajo el control de ESE MISMO órgano electoral
fraudulento llamado Consejo Nacional Electoral y en PEORES y más
engañosas condiciones contra la voluntad del pueblo, pues además de
modificarse el registro electoral para favorecer a una parcialidad
política, se intenta imponer un sistema de “entubamiento” violatorio del
artículo 186 de la Constitución.
Estamos convencidos de que las discusiones y proposiciones no pueden
girar alrededor de votar o no votar, o como dicen por allí “votar bajo
protesta” lo cual no resuelve el problema de fondo, las propuestas deben
ser más claras, categóricas, enérgicas si se quiere, es el país lo que
está en juego.
Los venezolanos, como herederos de una gesta libertadora panamericana
y garante de una otrora democracia modelo, estamos obligados a exigir
de manera contundente e inequívoca condiciones para participar en
cualquier nuevo proceso electoral, tales como:
- Sustitución inmediata de los Rectores del Consejo Nacional Electoral, pues es inaceptable permitir que quienes fueron los responsables y autores del fraude del 7 de Octubre continúen en sus cargos y mucho menos dirigiendo los procesos electivos.
- Auditoría Externa del Registro Electoral, rechazamos categóricamente el crecimiento del Registro Electoral en un 58 %, mientras que el crecimiento de la población fue de un 14% en los últimos años.
- Eliminación absoluta de las maquinas de votación.
- Eliminación definitiva de la participación de las milicias en los procesos electorales
- Presencia de verdaderos Observadores Internacionales.
- Verdaderas auditorias públicas en todas y cada una de las fases del proceso
Hugo Chávez y su régimen no aceptaran estas condiciones por
encontrarnos frente a una dictadura disfrazada de Democracia y ser
precisamente el Poder Electoral quien lo mantiene con un traje de
demócrata hecho a su medida, por lo que nos toca a nosotros mismos, los
venezolanos asumir esta terrible realidad y en consecuencia entender que
es completamente válido aplicar un “desconocimiento por ilegitimación”
del Poder Electoral, quedando en las manos de la Sociedad organizada,
dirigir las acciones que garanticen la restitución de unas verdaderas
Elecciones Auténticas, antes de permitir cualquier otra consulta
popular.
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