Por Natalio Steiner
El reelegido
presidente de Venezuela, Hugo Chavez, parece un caballo desbocado que en
su afan continuista no vacila en arrasar todo lo que se pone en su
camino.
-
En este sentido la
comunidad judía de Venezuela, que supo tener hasta hace 12 años a unos
20.000 miembros y hoy tiene sólo unos 8.000, ha sido víctima nuevamente
de actitudes antisemitas por parte del aparato de un gobierno
autodenominado “socialista y populista”, cuando en verdad es un engendro
demagógico que extrañamente es reivindicado en la Argentina por un
gobierno que también se autodenomina populista y progresista.
-
En la reciente
campaña electoral en Venezuela abundaron los epítetos antijudíos contra
el candidato opositor, Henrique Capriles, una católico con antepasados
judíos víctimas de la Shoa, algo que Capriles no olvida.
-
Chavéz tildó a
Capriles en plena campaña de “cochino”, término que deviene de marrano, y
en su aparato propagandístico han aparecido inmensas alusiones
antijudías. De hecho la web chavista Aporrea llegó a publicar una guía
de instrucciones antisemitas en la que invitaba a denunciar con nombre y
apellido a los miembros de la comunidad hebrea y confiscar sus bienes.
-
Bajo el extenso
gobierno chavista la comunidad judía de Caracas vio asaltado su centro
social en el 2004 y en el 2007 bajo el pretexto extravagante de buscar
armas del “Mossad sionista” (solo a algunos ingenuos se les ocurrre
pensar que hay diferencias entre antisionismo y antijudaísmo siendo que
el primero lleva al segundo).
-
En el 2009 fue
profanada la sinagoga Tiferet Israel a la vez que pintaron cruces
esvásticas dentro de la sinagoga y aparecieron frases escritas como
“Judíos fuera” y “muerte a los sionistas”.
-
El asalto a la
sinagoga ocurrió apenas después que Venezuela rompiera relaciones con
Israel luego del operativo israelí en Gaza, Plomo Fundido.
-
Venezuela es un
aliado incondicional de Siria e Irán y calla ante las masacres atroces
de Assad y abre las puertas al terrorismo iraní en Latinoamérica. Nada
de esto parece conmover a la insípida política exterior de Argentina,
más interesada en montarse en el triunfo del venezolano para legitimar
su “modelo” económico.
-
Nada bueno les
espera a los judíos venezolanos en los próximos años como así tampoco a
los judíos sudamericanos que vivan en este tipo de regímenes y sus
lacayos como el boliviano, ecuatoriano y nicaraguense.
-
En este sentido
los judíos argentinos deben preocuparse ya que el actual gobierno ha
ponderado a Chavez en reiteradas oportunidades, quizas por la
dependencia energética.
-
Si a esto le
sumamos el acercamiento argentino a Irán con la excusa pueril de la
causa AMIA y las erróneas analogías de la presidenta argentina
comparando torpemente la causa Malvinas con el conflicto palestino-
israelí, no pasará mucho tiempo hasta que el antisionismo y el
antijudaísmo de izquierda vuelva a levantar cabeza en nuestro país tal
como lo hiciera en el 2006 y el 2009 de la mano de Luis D’Elía y ante un
pesado silencio gubernamental.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario