Fuente: El Nuevo Herald
Venezuela se convirtió en un estado “narcoterrorista”, paraíso de
terroristas del Medio Oriente, sede regional de la milicia libanesa Hezbolá y
“una amenaza creciente” para la seguridad de Estados Unidos, según republicanos
que preparan la llegada de Mitt Romney a la Casa Blanca.
.
La mención a Venezuela como uno de los países de
los que Estados Unidos debe cuidarse, fue moneda corriente esta semana en Tampa
(Florida), donde el Partido Republicano celebró su 40 Convención Nacional para
cerrar el jueves con la investidura como candidato a la presidencia de Romney,
de 65 años.
Para asesores de campaña y delegados del partido,
Venezuela era parte del libreto en política internacional a la hora de hablar
de un eventual gobierno de Romney, aunque se centraron en las críticas sin
revelar algún plan concreto.
Sin embargo, el resumen del sentir del partido
sobre el gobierno del presidente Hugo Chávez lo definió sin fisuras el plan de
gobierno del Partido Republicano, aprobado el martes en Tampa y que traza una
hoja de ruta para el eventual gobierno del candidato presidencial, aunque no es
vinculante.
La mayor parte de su apartado “Fortaleciendo lazos
en las Américas” se la dedica al país petrolero sudamericano, no sin antes
señalar que el gobierno actual de Barack Obama “ha dado la espalda a América
Latina, con resultados predecibles; en vez de apoyar a nuestros aliados
democráticos en la región, el Presidente ha dado prioridad a las relaciones con
sus enemigos en la región”.
“Venezuela representa una amenaza creciente para la
seguridad de Estados Unidos, una amenaza que ha empeorado ante la mirada del
actual Presidente”, señala el documento sin mencionar el nombre del mandatario
Chávez.
“En los últimos tres años, Venezuela se ha
convertido en un estado narcoterrorista, en un puesto de avanzada iraní en el
hemisferio occidental, que otorga miles de pasaportes o visas a terroristas de
Medio Oriente, ofreciéndole un paraíso a Hezbolá”, añade el programa.
Por otra parte, el programa de gobierno republicano
promete que “vamos a apoyar las verdaderas democracias de la región contra la
subversión marxista y los narcotraficantes, ayudándoles a convertirse en
prósperas alternativas al modelo colapsado de Venezuela y Cuba”.
El miércoles, la ex secretaria de Estados de la era
de George W. Bush, Condoleezza Rice, revivió su cuarto de hora sobre el
escenario del Tampa Bay Times al ofrecer un discurso centrado en politica
exterior, que también hizo un guiño a la oposición venezolana.
“Sé que no siempre ha sido fácil -aunque ha sido
gratificante- hablar por aquellos que de otra manera no tendrían voz, como la
disidencia religiosa en China, los defensores de la democracia en Venezuela,
los presos políticos en Irán”, dijo Rice en un discurso que fue ovacionado.
Hasta ahora Romney había evitado un tono
beligerante hacia Venezuela como el que alguna vez empleó George W. Bush
(2001-2009) y se había limitado a lamentar que “el líder de Venezuela Hugo
Chávez ha fallado en honrar el espíritu de la libertad con el cual Venezuela
fue establecida”.
Chávez “está promoviendo ideas en Venezuela y el
resto de los países de América Latina que son opuestas a la libertad, impiden
la prosperidad y expanden la tiranía”, dijo en los pocos actos de campaña que
realizó con la comunidad hispana de Florida desde las primarias a principios de
este año
Pero el plan de gobierno republicano y las palabras
de asesores de asuntos hispanos e internacionales revelaron un radicalización
de la postura hacia la nación sudamericana, para la cual, esta vez, reservaron
acusaciones más fuertes que contra Cuba, otrora el enemigo número uno de
Washington en América Latina.
En todos los casos, las referencias a las “dos
tiranías” de la región, terminaban en una diatriba de política interna y
electoral: culpar al gobierno de Barack Obama por considerar que las
administraciones de Caracas y de La Habana “no son un peligro para la seguridad
nacional”, como dijo a la AFP el congresista cubano-estadounidense Mario Díaz
Balart.
“Después de cuatro años de gobierno de Obama, no se
puede confiar en Estados Unidos”, dijo al mencionar los supuestos fracasos del
gobierno en negociar con Irán su programa nuclear, el caos que reina en las
naciones del Medio Oriente y el peligro para las democracias en América Latina.
“Pocas veces uno ha visto un deterioro tan
dramático en la fortaleza de los Estados Unidos como lo hemos visto ahora”,
concluyó el congresista de origen cubanoamericano, que asegura que Romney no
andará con medias tintas con el eje Caracas-La Habana.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario