Alberto Franceschi G.
2 de Mayo de 2012
Me mudé y mi esposa no consigue sitio para todos mis libros, sobre todo para los de mi época de izquierdista. Tenía las obras completas de V.I. Lenin, en 46 tomos y resolví regalárselos a MariaRosa que ha envejecido con nosotros. Le recomendé conseguirse un chavista que le de unos 3-4 millones por esa vaina, para que los luzca en su biblioteca pantallera como rojo “curto”.
Consiguió colocarlos muy rápido, pero ahora el malandrín no le quiere pagar sino la mitad, desde que se enteró que “el desenlace se aproxima”. Yo le recomendé a “Mary” que agarre aunque sea fallo, no vaya a ser que el tercio se agrave pronto y se los quieran devolver, mochándole además la colección.
Muchos otros libros estaré obligado a conservarlos, porque están en francés y esa lengua como que ya no va para el baile a pesar de su preciosismo, que todavía idolatran los bohemios, a menos que consiga un intermediario para ofrecérselos al afrancesado gordo Barreto, quien puede dar un realero por ellos. Se trata de todos los libros que puede presumir haber leído, sin entender y menos aun practicar, desde que se hizo multimillonario en Euros, desde la Alcaldía que quiso disminuir el hampa con dirigibles aerostáticos.
La tecnología cambió nuestros hábitos. Estoy pasado, hace ya una década, a la lectura “en pantalla” y los libros viejos solo traen polvo y alergias.
Lo que me temo, para poder vender mi biblioteca gala, es que Barreto o cualquiera de esos rojos con mucho real desocupado y mal habido, por supuesto, y en mudanzas rápidas por otras razones, tampoco anden ya en planes de lucir su izquierdismo.
Nunca puedo olvidar que ese ideario para mí fue una inversión de décadas de vida en prédicas de justicia, mientras para ellos fue apenas un gran negocio, ahora en su ocaso, para hacerse inmensamente ricos como fariseos, al pegar el “boche clavao” después de arrimarse al Comandante, cuando ya los dejaba el tren de las ilusiones izquierdosas marchitas.
En cuanto a mí y mi muy temprano despegue del idealismo marxista, fueron muchas cosas las que aprendí desde mi “reconversión” hace ya 22 años.
¿Saben cuando se aprende de verdad en la vida? Cuando te toca ver desmontar en crudas realidades las utopías políticas que fueron tus mejores sueños. Llegar a comprender por ejemplo la estupidez de las estatizaciones a troche y moche, es tan importante como imaginar que toda privatización es indispensable, sin averiguar primero si el que compra es un inversor o un parásito especulador, que solo quiso descuartizar un emporio y solo lucrar con ese capital que costó dinerales del erario público.
Manejar el Estado Nacional no solo no es igual a manejar una Alcaldía o Gobernación, sino que muy probablemente sea el peor aprendizaje de mañas clientelistas que deben desterrarse.
¿Y qué decir de las propuestas sindicalistas y populistas?. Debería quedar prohibido elaborar leyes a quienes no hayan tenido experiencia en manejar una empresa propia, por pequeña que sea , y que valore lo que cuesta la improductividad de los Lunes y días feriados, no solo por lo que pagas sino por lo que desorganizan.
¿Sabe un gobernante lo que cuesta una medida del tipo: ”Se suspende por 3, cuatro días el tránsito de carga pesada”. Entiendes mejor aun su absurdo, cuando se tolera por ejemplo la carga de animales que van a matadero, pero que, de regreso, el camión vacio no lo dejan circular y debe pagar en mordiscos chantajistas, en las alcabalas de la GNB, más de lo que gana en flete de ida esa unidad.
Venezuela ha sido gobernada por 14 años y cuidado si muchos más, por gente que NUNCA supo como producir un bolívar. Existe una “cultura nacional” que castiga al productor y premia la vagancia, el puente, la vacación. Y esa cultura arropa a buena parte de los empresarios con 14 ó más vacaciones por año. Los españoles 6, el resto de europeos tienen dos y los gringos, chinos y coreanos solo una.
Esta especie de cultura de la vagancia general, generada por el facilismo populista que todo lo puede, porque el petróleo subsidia todo, ha sido y parece que seguirá siendo nuestra síndrome español eterno.
Nuestra ex madre patria construyó durante la Colonia sus monumentales ciudades, pero sobre todo su indoblegable parasitismo social y estatista, ahora revestido de toda clase de autonomismos caros, que pagaba toda Europa, siempre con el esfuerzo ajeno. Y ahora andan de apuros y protestas, por cuanto no aceptan dejar de disfrutar, siempre y cuando la factura la paguen otros, llámese minas de Potosí, café y cacao de la Guipuzcoana, caña cubana o desde los años 60, turismo escandinavo, francés, inglés y alemán y desde hace 15 años los “Fondos Comunitarios”.
No es por azar que la principal “industria” española, y es puntera en Europa, sea la banca. !! Como les gusta un banco ¡¡. Y fueron ellos, los que educados por los especuladores de Wall Street, que se metieron a malandros en gran escala, quieren endosarles a toda la sociedad, la factura de cobro, de lo que ellos en prioridad usufructuaron como los más grandes depredadores.
Ya veremos como sigue el capítulo de la austeridad española, que se intenta ahora cuando al parecer ya es demasiado tarde para conjurar una crisis espeluznante, que les hará pasar las de Caín.
Ojalá sea absolutamente incierto que el petróleo baje drásticamente de precio, por la recesión mundial amenazante, porque lo que el chavismo arruinó, sería más rápido recomponerlo con los presupuestos fabulosos de estos últimos 10 años, si se administraran con criterios de elemental eficiencia y austeridad.
Obligándonos por ejemplo a ganar y pagar mucho más, pero en base a eficiencias en el desempeño de actividades productivas, esto implicaría enormes cambios en el aparato industrial y en el perfil sociológico del venezolano promedio.
Suspender la manguangua de los ejércitos de vagos uniformados para desfiles, pero habiéndoles proporcionado las ofertas de empleo productivo bien remunerado, que les valore por vía de gratificaciones merecidas sus nuevos hábitos de trabajo, no es un concepto y propuesta a desestimar.
El ser pobre por falta de oportunidades es una desgracia intolerable, el quedar ruche, pelando, por ya no ser más premiado por haragán, por vago, por chulo político, será parte del paisaje social futuro del país.
A los miles de jóvenes con títulos chimbos les digo con absoluta solidaridad, traten de formarse más allá de ese título-carnet-rojo, porque si se quedan solo con esos diplomas, ese puede ser su certificado de desempleado automático futuro.
Los preparativos de Chávez para una transición pactada, empezó a darlos, primero dentro del chavismo con el CONSEJO DE ESTADO, para luego desde esta instancia llegar a la oposición cohabitacionista, con la que se intentará primero perpetuar el régimen y en el peor de los casos un desmontaje MUY gradual, tan gradual que sea casi imperceptible, como ya se propone abiertamente desde la candidatura opositora.
Porque es eso lo que hace suponer la promesa según la cual quedaría en pie la lacra gerencial del régimen chavista, que seguiría en sus puestos, igual al generalato narco y todo ello sustentado en un presupuesto que contemple además el subsidio a las bases clientelares del PSUV, a través de la ley que garantiza la inmutabilidad de las Misiones y sus beneficiarios.
Vayamos a los bistecs. Nos dirán los pro-cubiches: “No puedes gobernar de inmediato tras la partida del Comandante, todavía nos toca un turno a nosotros”. “A ustedes tampoco les conviene que se derrumbe el régimen y con él se vaya al demonio el propio Estado, que buena parte conserva de la Cuarta por vía construccional, aunque sea retaceada” “Recuerden que Santos nos considera como una pieza clave del equilibrio regional y eso incluye en primer lugar a Cuba”
Nuestros grandes beneficiarios de la gran manguangua petrolera, los que desde la banca privada han hecho los mejores negocios CADIVI en estos 13 años, con honorables excepciones, sin olvidarnos del malandraje rojo, que depredó y depreda los bancos estatizados, todos son garantes de un gran pacto de gobernabilidad compartida, que contemple además del rojo algunos de los colores del arco iris.
Es de eso que se hablará y resolverá en el CONSEJO DE ESTADO para la transición chavista que acaba de activar Chávez y donde José Vicente, el demiurgo del nuevo periodo chavista, con sus nuevos oropeles del poder, hará de puente con la oposición, que deberá resignarse a varios años mas de poder rojo, aunque morigerado y mediando otro “Esmeraldazo”, como aquel donde a los 20 minutos se reconoció, en la Quinta La Esmeralda, el escrutinio del CNE de la Tibi, en aquel fatídico “cobro” del 4 de diciembre de 2006.
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