La campaña por las Primarias cambió a favor de confrontar al único contendor directo
ALFREDO YÁNEZ MONDRAGÓN
| EL UNIVERSAL
sábado 21 de enero de 2012 12:00 AM
Puede que algunos hayan preferido otro tipo de campaña. Pero a falta de
tres semanas para la celebración de las Primarias que convoca la Mesa de
la Unidad Democrática para el 12 de febrero, la fórmula que han
adoptado la mayoría de los candidatos se parece mucho a la que ha
marcado Diego Arria: la confrontación directa con el candidato del
Gobierno.
En la lucha electoral todo se vale; y es por ello que los comandos suscribieron la tesis según la cual la propuesta de Arria es radical, e incluso llegaron a decir que es un planteamiento revanchista; que podría devenir en una desmedida "cacería de brujas".
Sin embargo, la dinámica, las reacciones, el impacto de una campaña austera -hasta ahora sin cuñas, sin afiches-, pero plagada de descripciones ajustadas a una creciente realidad de marginación, constreñida al capricho de un hombre y su camarilla de secuaces, ha hecho que el panorama de tranquilidad y normalidad que acompañaba el proceso haya cambiado.
Hace una semana María Corina Machado increpó sin remilgos al contendor directo en la Asamblea Nacional; Leopoldo López, desde Machiques, advirtió que el ELN tiene sus días contados en Venezuela, y recientemente Pablo Pérez se inscribió en la onda de promover una enmienda constitucional; solo tres muestras de un cambio que se nota evidente.
Arria no inició esta visión del país la semana pasada, como giro de campaña. Ha sido su fórmula desde que anunció que quería competir por la candidatura presidencial.
Recientemente dijo que existen dos visiones de país, una que procura el continuismo, la cohabitación, y que con algunas variantes evita hablar de la justicia para con los culpables de la interminable lista de crímenes, y se escuda en una malinterpretación de tolerancia, que se parece mucho a la perniciosa impunidad.
La otra visión, obviamente arraigada en esta versión adaptada a Venezuela de la célebre Fórmula Arria -que tanto éxito ha tenido en el modelo de Naciones Unidas para la resolución de conflictos en el mundo-, está vinculada al desmontaje de este templete de mediocridad y miseria; reconociéndolo sin adornos, asumiendo los riesgos, definiendo las tareas clave; entendidas desde la gobernabilidad, para luego hacer posible el compendio de obras propuestas al país.
Veremos si en los próximos días este camino de Unidad insiste -aunque no lo reconozca del todo- en la aplicación de esta fórmula; primer indicio claro de que al final, con las Primarias habrá un candidato con más votos, pero jamás habrá perdedores.
Que cada uno apele a su conciencia y vote por quien considere el mejor. A esta hora la fórmula, frente al contendor directo, está en acción.
@incisos
En la lucha electoral todo se vale; y es por ello que los comandos suscribieron la tesis según la cual la propuesta de Arria es radical, e incluso llegaron a decir que es un planteamiento revanchista; que podría devenir en una desmedida "cacería de brujas".
Sin embargo, la dinámica, las reacciones, el impacto de una campaña austera -hasta ahora sin cuñas, sin afiches-, pero plagada de descripciones ajustadas a una creciente realidad de marginación, constreñida al capricho de un hombre y su camarilla de secuaces, ha hecho que el panorama de tranquilidad y normalidad que acompañaba el proceso haya cambiado.
Hace una semana María Corina Machado increpó sin remilgos al contendor directo en la Asamblea Nacional; Leopoldo López, desde Machiques, advirtió que el ELN tiene sus días contados en Venezuela, y recientemente Pablo Pérez se inscribió en la onda de promover una enmienda constitucional; solo tres muestras de un cambio que se nota evidente.
Arria no inició esta visión del país la semana pasada, como giro de campaña. Ha sido su fórmula desde que anunció que quería competir por la candidatura presidencial.
Recientemente dijo que existen dos visiones de país, una que procura el continuismo, la cohabitación, y que con algunas variantes evita hablar de la justicia para con los culpables de la interminable lista de crímenes, y se escuda en una malinterpretación de tolerancia, que se parece mucho a la perniciosa impunidad.
La otra visión, obviamente arraigada en esta versión adaptada a Venezuela de la célebre Fórmula Arria -que tanto éxito ha tenido en el modelo de Naciones Unidas para la resolución de conflictos en el mundo-, está vinculada al desmontaje de este templete de mediocridad y miseria; reconociéndolo sin adornos, asumiendo los riesgos, definiendo las tareas clave; entendidas desde la gobernabilidad, para luego hacer posible el compendio de obras propuestas al país.
Veremos si en los próximos días este camino de Unidad insiste -aunque no lo reconozca del todo- en la aplicación de esta fórmula; primer indicio claro de que al final, con las Primarias habrá un candidato con más votos, pero jamás habrá perdedores.
Que cada uno apele a su conciencia y vote por quien considere el mejor. A esta hora la fórmula, frente al contendor directo, está en acción.
@incisos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario