Revista Semana.com
El máximo jefe de las Farc, Guillermo León Sáenz Vargas, alias
‘Alfonso Cano’, nació en Bogotá en 1948. Estudió Antropología en la
Universidad Nacional, a donde ingresó en 1968.
Guillermo León Sáenz Vargas era hijo de una
profesora y un agrónomo, y junto a sus seis hermanos se crió en un
ambiente de una familia clase media alta, todos con pensamiento de
izquierda, que habían crecido en medio de libros y discusiones
políticas, animadas por sus padres, ambos maestros. Pero de toda la
saga, fue el que único que se involucró con la izquierda radical en los años revoltosos de la década del 70, de paros, huelgas, cócteles molotov y pancartas de Mao.
Fue hincha de Millonarios, fumador empedernido, escueto en
intervenciones y de actitud recelosa. Era el quinto de siete hermanos.
Sus acercamientos con la guerrilla surgieron tras una activa
militancia en la Juventud Comunista (JUCO). A mediados de los años 70,
‘Cano’ empezó a trabajar directamente con las FARC. Por su talante
intelectual y prusiano se volvieron frecuentes las invitaciones a dictar
conferencias en las zonas del Huila y el Sumapaz sobre marxismo a
frentes guerrilleros. Había abandonado la universidad sin graduarse y
entró al mundo de la clandestinidad.
Los organismos de seguridad le seguían la pista y en 1981 allanaron
el apartamento donde vivía ‘Cano’ con su esposa y su pequeño hijo. En
las paredes, debajo del papel de colgadura, las autoridades le
encontraron cerca de 50.000 dólares, algunos falsos. Fue a dar a la
cárcel La Modelo, donde mostró su estilo analítico y su disciplina. Se
pasaba el tiempo en una biblioteca que él mismo fundó y mantuvo un
perfil bajo. Mientras sus compañeros de patio organizaban fugas, él se
concentró en planear una estrategia jurídica con su abogado.
No necesitó de muchos artilugios jurídicos para defenderse. En 1982
Belisario Betancur ganó la presidencia con la bandera de la paz, y al
año siguiente ‘Cano’ salió amnistiado. Duró poco tiempo en Bogotá antes
de que decidiera, de una vez y para siempre, quedarse en las montañas
como guerrillero. No tuvo que hacer carrera en ningún frente, ni
someterse a combates con el Ejército. Llegó directo a Casa Verde, el
campamento de los jefes de las FARC, que estaba ubicado en Uribe, Meta.
Su ascendencia en las FARC en gran medida se debió a su cercanía con
el ideólogo de la guerrilla Jacobo Arenas, cuando este buscó sacar
adelante la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB).Tras la muerte
de Arenas en 1990, ‘Cano’ llegó al Secretariado, la máxima instancia de
la organización guerrillera. Antes había participado junto a ‘Manuel
Marulanda’ y Jacobo Arenas en los frustrados diálogos de paz con el
gobierno de Belisario Betancur, y en los posteriores acercamientos en el
gobierno de Virgilio Barco. Era aún joven pero muy acatado por todos en
las FARC, que lo veían como un ideólogo.
A principios de la década de los 90 las FARC perdieron la oportunidad de participar en la Constituyente.
‘Cano’ encarnó la llegada de una nueva generación al Secretariado de
las FARC. La que se formó en la Juventud Comunista, inspirada en el
paradigma de la cortina de hierro e inspirada en el marxismo-leninismo.
Era de una generación muy diferente a la de campesinos empíricos y
rebeldes de Marquetalia que lideró durante años a las FARC y cuya
concepción del mundo pasaba por la problemática rural.
Estuvo al frente de iniciativas políticas como el Movimiento
Bolivariano, dado a conocer en medio de los diálogos del Caguán el 29 de
abril del 2000, y el Partido Comunista clandestino, conocido como PC3.
También fue uno de los presidentes de la Coordinadora Continental
Bolivariana, una de las estrategias políticas regionales más efectivas
del grupo guerrillero. ‘Cano’ simpatizaba con la idea del proyecto
político de la Unión Patriótica, debido a que era muy crítico de la
extrema burocratización del Partido Comunista, que era el aliado natural
de las FARC.
Entre sus cargos también estuvo el mando del Bloque Occidental,
que operaba en oriente de Cauca, norte de Nariño y Putumayo, sur y
occidente de Huila, y en el Cañón de las Hermosas, en Tolima.
‘Cano’ encabezó los diálogos que las FARC tuvo con el gobierno en
Caracas, en 1991, y en Tlaxcala, México, en 1992. Sin embargo, en los
diálogos del Caguán no fue tan notorio su papel.
Finalmente, en marzo del año 2008, tras la muerte por causas
naturales del fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias ‘Manuel
Marulanda’ o ‘Tirofijo’, ‘Cano’ se conviritió en el jefe máximo de esta
guerrilla.
Sobre él existían cerca de 200 órdenes de captura proferidas por
fiscales de las unidades nacionales de derechos humanos, antiterrorismo y
antisecuestro, como por fiscales del Meta, Tolima, Huila, Caquetá,
Putumayo y Cundinamarca.
En su prontuario, según información de la Fiscalía General de la
Nación, ‘Cano’ tenía desde el 2008 sobre sí y como principal miembro de
la cúpula de las FARC, las siguientes sentencias condenatorias:
- Se le investigaba por el asesinato de 40 guerrilleros a los que
ordenó matar a inicios de 2008, según el fallo, por faltas menores de
disciplina.
- 40 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, tentativa
de homicidio agravado y secuestro extorsivo agravado en calidad de
coautor intelectual del ataque ejecutado en la quebrada ‘El Billar’,
donde murieron 65 militares el 3 de marzo de 1998. (Fecha de publicación
en el portal de la Fiscalía: 30 de enero del 2008).
- 28 años y cinco meses de prisión como presunto responsable del
delito de secuestro extorsivo agravado por el plagio del italiano Ezio
Limiti Micheti. El italiano permaneció 63 días en poder de sus captores,
quienes lo liberaron tras el pago de 200 millones de pesos. (Fecha de
publicación en el portal de la Fiscalía: 22 de enero del 2008).
- 31 años de prisión por el homicidio del presidente del Concejo de
Lejanías, Meta, Arcadio Aponte Cubillos. Responsable de los delitos de
homicidio agravado y rebelión. (Fecha de publicación en el portal de la
Fiscalía: 7 de febrero del 2008).
- 39 años de prisión y el pago de 20 salarios mínimos mensuales por
su responsabilidad en los delitos de homicidio en persona protegida,
actos de terrorismo, utilización de medios y métodos ilícitos para la
guerra y rebelión. Los hechos ocurrieron el 2 de mayo del 2002 en área
rural del municipio de Vistahermosa, Meta. (Fecha de publicación en el
portal de la Fiscalía: 17 de marzo del 2008).
- 17 años y cuatro meses de prisión por los delitos de tentativa de
homicidio agravado y rebelión. Los hechos ocurrieron el 27 de noviembre
del 2002 en el sitio La Roncona , jurisdicción de San José de Apartadó,
Antioquia. (Fecha de publicación en el portal de la Fiscalía: 3 de julio
del 2008).
- 40 años de prisión por su responsabilidad en la acción terrorista
contra el Club El Nogal de Bogotá el 7 de febrero del 2003, donde
murieron 36 personas y otras 158 quedaron heridas.
(Fecha de publicación
en el portal de la Fiscalía: 1 de diciembre del 2008). – 40 años de
prisión tras ser hallados responsables de los delitos de secuestro
extorsivo, homicidio agravado y rebelión. Los hechos ocurrieron entre el
10 y el 12 de julio de 1999, cuando integrantes de las FARC atacaron el
municipio de Puerto Lleras, Meta, y provocaron la muerte de diez
civiles y 11 policías. (Fecha de publicación en el portal de la
Fiscalía: 17 de julio del 2009).
- 40 años de prisión por la masacre de Tierralta. Los
hechos ocurrieron entre el 22 y el 29 de mayo del 2001, cuando
aproximadamente 200 integrantes de las FARC llegaron a las veredas
Sancón Manzo, La Gloria y La Palestina de Tierralta, y asesinaron a 22
personas a quienes señalaron como auxiliadoras de grupos de
autodefensas. (Fecha de publicación en el portal de la Fiscalía: 14 de
julio del 2009).
- 40 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, secuestro
extorsivo y terrorismo. Los hechos ocurrieron entre el primero y el 3
de noviembre de 1998 en Mitú (Vaupés), donde más de mil guerrilleros de
las FARC atacaron esa población con cilindros de gas cargados con
combustible y explosivos, y ocasionaron la muerte de 43 personas, entre
civiles y miembros de la fuerza pública.
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