Fuente: Elcomercio.com - MUNDO
Via: http://aserne.blogspot.com Abdallah y Ghazi Nassereddine |
Irán y el grupo terrorista Hezbolah han articulado con la
colaboración de países amigos en América Latina, esencialmente Venezuela, un
plan estratégico para convertir a la región en una plataforma desde donde se
atente a la seguridad de los Estados Unidos.
La semana pasada, el ex Secretario de Estado Adjunto para el
Hemisferio Occidental, Roger Noriega y el académico Fernando Cárdenas
publicaron un estudio llamado "El montaje de la amenaza de Hezbollah en
América Latina".
Este documento fue publicado en el American Enterprise
Institute. Ahí los dos especialistas sostienen que, durante los últimos años,
Irán, junto con Hezbollah han montado una estrategia diplomática de grandes
dimensiones para Occidente.
En este plan, se incluye a Nicaragua y el Ecuador como
aliados de Venezuela y miembros de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos,
ALBA.
Según este documento, los objetivos de esta estrategia son:
sacar a Irán del estado de aislamiento internacional en el que se halla y
acceder a recursos naturales estratégicos; socavar la influencia de los EE.UU.
en la región, y, establecer una plataforma desde la cual lanzar su guerra en
contra de los EE.UU.
Este tema fue reseñado también por la revista Foreign Policy
con un artículo que Cárdenas puso en el blog que tiene en esa publicación.
Esta estrategia de Irán y los terroristas de Hezbollah ha
sido ampliamente facilitado por el presidente venezolano Hugo Chávez, quien ha
servido como el principal interlocutor de las intereses de Irán en la región.
Líderes de la región.
Especialmente con Rafael Correa en Ecuador y Evo Morales
en Bolivia quienes, según Cárdenas en Foreign Policy, han establecido dudosas
relaciones con redes y grupos criminales.
En el documento se cita a un testimonio dado por el
periodista investigativo Doug Farah al Congreso de los EE.UU., donde se
sostiene que estos vínculos han permitido no solo a funcionarios iraníes
transitar con mayor tranquilidad en la región sino que los terroristas de
Hezbollah consigan protección diplomática. El único objetivo: hacer daño a los
EE.UU.
Además, los vínculos de Hezbollah y los cárteles mexicanos
de la droga no son nada nuevos, añade Cárdenas. Por años, han estado
involucrados en tráfico de droga y de personas en México y en los EE.UU.
Según el reporte de Noriega y Cárdenas, el presidente Chávez
ha permitido a Irán que explore una mina de uranio en Venezuela y ha trabajado
asiduamente para socavar las sanciones económicas que la comunidad
internacional ha impuesto a Irán. Además, sostienen, ha convertido a la isla de
Margarita, antes centro turístico, en un paraíso para Hezbollah y sus
operaciones en la región.
Uno de los puntos más novedosos del documento es el que
habla sobre los nexos del grupo terrorista Hezbollah y los grupos de
narcotraficantes mexicanos. Cita algunos documentos secretos de la Policía de
los EE.UU. en los que este supuesto nexo se hace evidente.
En esta relación los carteles tienen acceso a la experiencia
de Hezbollah en explosivos y contactos de redes narcotraficantes en medio
oriente y Asia del sur. Mientras que Hezbollah, a cambio, puede establecer su
presencia en un ambiente donde no prevalece la ley con fácil acceso a la
frontera con los EE.UU.
Los autores del estudio afirman que gracias a estas
conexiones Hezbollah goza ahora del apoyo "oficial" de los gobiernos
de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Los autores del estudio sostienen en su investigación a que
al menos hay dos redes terroristas creciendo a una alarmante velocidad en
América Latina.
Una es operada por Hezbollah y sus colaboradores y la otra
es manejada por lo que se llama la fuerza Qods del Cuerpo de Guardias de la
Revolución Iraní. Estas redes llevan adelante más de 80 operativos en la región
con mayor enfoque en Brasil, Venezuela, Argentina y Chile.
La célula de Nassereddine
Ghazi Nasserededdine, un libanés que se convirtió en
ciudadano libanés hace diez años, dice el informe, ahora es el segundo
diplomático venezolano en importancia en Siria.
Es además, el más importante soporte de Hezbollah en
Venezuela gracias a su trabajo como diplomático y por su cercana relación con
el presidente Chávez y su confidente Tarik El Aissami. Junto con al menos dos
de sus hermanos, Nassereddine maneja una red para potenciar la influencia de
Hezbolah en Venezuela y en América Latina.
Utilizando su estatus diplomático, Nassereddine ha
construido y consolidado las relaciones de miembros de Hezbollah primero en
Líbano y ahora en Siria.
Siempre según Noriega y Cárdenas, el hermano de
Nassereddine, un ex miembro del legislativo venezolano, usa su posición como ex
vicepresidente de la Federación de Entidades Árabes y Americanas en América
Latina y de presidente del capítulo venezolano de ese grupo para mantener
vínculos con las comunidades islámicas a través de la región.
Normalmente vive en la isla de Margarita, donde maneja
varias operaciones de lavado de dinero y coordina la mayor parte de las operaciones
de Hezbollah en América Latina, agrega el informe de Noriega y Cárdenas.
Su hermano más joven, Oday, es responsable del entrenamiento
de paramilitares en Margarita. Actualmente vive en Barquisimeto, Venezuela
donde recluta venezolanos a través de los círculos bolivarianos a quienes envía
a Irán para tener entrenamiento.
La red Rabbani
Hojjat al-Eslam Rabbani, quien fue el agregado cultural de
Irán en Argentina, maneja una red paralela de reclutamiento de Hezbollah. Según
la revista brasileña Veja, este personaje es "El profesor de
terroristas" y el cerebro tras los ataques en contra de objetivos judíos
en Buenos Aires en 1992 y 1994 en los murieron 114 personas, se dice en la
publicación.
Según la investigación de Noriega y Cárdenas, el centro de operaciones
más importante de Rabbani es Brasil donde vive un millón de musulmanes.
Actualmente viaja por América del Sur con documentos falsos. En marzo estuvo en
Venezuela y en Brasil.
Como conclusión los autores del informe dicen que la
estrategia de Irán y en menor medida de Siria, depende de que alguien haga el
trabajo sucio por ellos. En este caso es quien hace ese trabajo es la Alba, la
iniciativa regional liderada por Venezuela y de la cual es miembro el Ecuador.
Precisamente hace poco, un delegación de la Alba visitó al gobierno sirio para
darle una muestra de solidaridad.
A la Alba no la une más sino un sentimiento profundamente
anti estadounidense, dicen los autores.
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