En el libro publicado por el prestigioso Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) británico, tras analizar durante dos años los miles de documentos contenidos en los tres ordenadores portátiles, dos discos duros y tres USB hallados en el campamento de las Farc en el que fue abatido su ex número dos, ‘Raúl Reyes’, el 1 de marzo de 2008, tras un bombardeo colombiano en suelo ecuatoriano, se pone en evidencia el apoyo que el gobierno de Hugo Chávez prometió y dio a la organización narcoterrorista Farc.
Si bien el gobierno colombiano de Juan Manuel Santos ha pretendido voltear la página e ignorar lo sucedido en esa materia, es un hecho cierto que las Farc aún campean a sus anchas en territorio venezolano y allí tienen refugio importantes cabecillas de la banda narcoguerrillera; la entrega del propagandista de Anncol y otros mandos medios o de base no colma la exigencia del derecho internacional que le exige a ese país no suministrar ningún tipo de respaldo o apoyo a organizaciones calificadas como terroristas.
Los documentos de Reyes prueban como permitió a la guerrilla acceder a socios comerciales de Venezuela, como Belarús o China, que según el IISS “en diferentes momentos mostraron interés por proveer armas a las Farc” mediante acuerdos triangulares a través de las exportaciones petroleras venezolanas. Los archivos muestran asimismo que Chávez brindó a las Farc un “importante respaldo político para promover su legitimidad en el extranjero” y “socavar los intereses del gobierno colombiano”, y les permitió “utilizar libremente el territorio venezolano” con apenas algunas “restricciones menores”.
Situación que ha tenido cambios menores y que a juicio del IISS no son garantía de una nueva posición del gobierno bolivariano con respecto a las Farc y Eln; el IISS considera “improbable” que la reanudación de las relaciones entre Caracas y Bogotá desde la llegada de Juan Manuel Santos al poder en Colombia a mediados de 2010, pueda ser “duradera”. Basta recordar las justificaciones públicas que salió a darle a las Farc el presidente venezolano con ocasión de la extradición hacia Colombia de Joaquín Pérez Becerra, el propagandista de Anncol.
Debe recordarse que el gobierno venezolano apoya oficialmente el llamado Movimiento Continental Bolivariano MCB, del que forman parte las Farc y Eln, siendo alias Alfonso Cano presidente honorario del mismo, lo que indudablemente constituye un apoyo de ese gobierno a las narcoguerrillas, algo que no puede ser ignorado por Colombia desde ningún punto de vista o conveniencia política, económica o de cualquier tipo.
La presencia de las Farc en Venezuela ha sido denunciada reiteradamente por los mismos ciudadanos de ese país, los cuales vienen siendo víctimas de extorsiones y son obligados a acudir a ‘casas seguras’ protegidas por la DISIP (Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención), como se ha probado con relación a la Guardia Nacional y los campamentos farianos en suelo venezolano.
Ojalá el gobierno colombiano no se confíe y por mantener una relación comercial descuide este aspecto vital para la seguridad nacional; las Farc y Eln han seguido activas en la frontera y han continuado lanzando ataques desde ese país en el Departamento de Arauca, además de mantener vigentes las rutas de narcotráfico que han convertido a Venezuela en el principal puerto de embarque de narcóticos hacia África y Europa.
http://colombiaopina.wordpress.com/2011/05/10/un-capitulo-no-cerrado-el-apoyo-venezolano-a-las-farc/
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