En vista que han salido ciertos comentarios dado por mi persona al referirme a los hermanos Guevara cuando dije que son inocente de un hecho maquiavélizado y perpetrado por una persona que no aguanto más y hoy todo el mundo lo señala con el dedo acusador, lo desprecia, escupe a su paso y le dice en su verdadera cara lo perverso que ha sido en la función política que le ha tocado desempeñar que busca las mil y una forma de como arrastrarse al tirano de Miraflores; hace poco dando declaraciones en la madre patria España con el único fin de ser magistrado del Tribunal Supremo de Justicia para en un futuro inmediato lograr ser presidente del mismo. Esta persona no tiene otro nombre, sino Isaías Rodríguez.
Accedí a darles un cuestionario a unos de los familiares de los hermanos Guevara quien de forma muy amable se lo hizo llegar a ellos y estos de igual forma lo contestaron y lo hicieron llegar a mis manos. En este documento los hermanos Guevara hablan de la realidad del homicidio de Danilo Anderson. Ellos dicen que: ¨este caso no fue más que la herramienta que finalmente sirvió para sacarnos de circulación; desde el año 2000 ya se nos vinculaba e investigaba por cualquier evento de índole política que surgiera a pesar de que nosotros no éramos actores políticos. El Ministerio Público imputo a Otoniel Guevara en el juicio por el homicidio de Anderson al parecer porque se consustanciaba con aquello de freír las cabezas de los “adecos”, dicho por el líder de la revolución. De modo que desde el año 2000 los Guevara ya eran un objetivo de las persecuciones judiciales que empezaban a utilizarse como arma de terrorismo contra los ciudadanos y las instituciones del país. Es así como la prensa nacional reseñaba el allanamiento a las oficinas de Remberto Uzcátegui y Arpad Bango y señalaba que otros allanables eran Manuel Heinz Azpurua, Rafael Rivas Ostos y Otoniel Guevara por la presunta comisión del delito de intercepción telefónica al Ministerio Público y la Asamblea Nacional. Nada se demostró y con el tiempo se supo que son los fiscales del Ministerio Público y los asambleístas los que intervienen teléfonos impunemente, sin orden judicial. Al menos en el juicio no quedó aclarado en donde y cuando se colocó la bomba que mató al fiscal del ambiente Danilo Anderson. Por alguna razón inexplicable el Ministerio Público y los funcionarios investigadores quisieron que fuera en las inmediaciones del Instituto Universitario de Policía Científica en Colinas de Bello Monte, en donde cursaba estudios regulares Juan Guevara Rodríguez. Al lugar asistían ese día o más bien esa noche, unos 500 alumnos de pregrado y posgrado, todos funcionarios del Estado venezolano y ninguno vio quien o como colocaron el artefacto explosivo.
Tampoco en el juicio ningún testimonio se refirió a la colocación del artefacto y todo giró alrededor de la presencia de Juan Guevara en el lugar esa noche. La razón por la que se ubica a Juan Guevara en el lugar fue que rayó con su vehículo personal otro que se encontraba estacionado. En tal sentido, Juan esperó por el conductor de dicho vehículo y se identificó con el mismo y le dijo que también estudiaba en el Instituto Universitario de Policía Científica y le dio su número de teléfono para que lo corroborara antes de irse. Según las “investigaciones” él fue en su carro, puso una bomba y luego le dio su placa de carro, nombre y número de teléfono a otro policía antes de retirarse del lugar. Ni Rolando Guevara, ni Otoniel Guevara estaban en el IUPOLC o en algún otro lugar vinculado a la investigación¨.
En la relación que estos tenían con el abogado Antonio López Castillo; tal como lo cuentan ¨era una relación deportiva fundamentalmente. López Castillo era practicante de tiro y miembro de la Galería de Tiro Magnum, atendida por Otoniel Guevara. López Castillo se encontraba en la Galería Magnum el día sábado 20 de Noviembre, día en que fue secuestrado desde su casa Juan Guevara y ante la solicitud de apoyo que pidió la esposa de Juan Guevara por lo ocurrido a su esposo y estando Otoniel Guevara en su oficina hablando del tema con varios presentes, el hijo de la ex Senadora socialcristiana se ofreció a acompañar a la señora Guevara en su condición de abogado a las diligencias que fueran necesarias. Fue el mismo 23 de noviembre cuando funcionarios del CICPC asesinaron al abogado López Castillo y a Juan Carlos Sánchez y secuestraron en la vía pública a los Comisarios Otoniel y Rolando Guevara. Los Guevara estuvieron secuestrados por autoridades policiales, sometidos a tratos crueles e inhumanos, para finalmente ser presentados por flagrancia 10 días después del hecho ante un tribunal expresamente designado para el caso, sin que mediara orden de aprehensión para el momento en que fueron oficialmente detenidos”.
Según como veo en las declaraciones de los hermanos Guevara dicen que ellos ¨no tenían ninguna relación con Patricia Poleo, excepto por su empeño en vincular a los Guevara (Otoniel y Rolando) con el caso Montesinos quien es encontrado en Venezuela y deportado al Perú para enfrentar juicios por narcotráfico, enriquecimiento ilícito, asesinatos y lavado de dinero. Su estadía en Venezuela fue tema de política interna. Desde meses antes que fuera capturado, la prensa venezolana publicaba periódicamente indicios de la presencia de Montesinos y los políticos de oposición acusaban al gobierno de protegerlo, hechos que el gobierno negaba y algunas veces ridiculizaba. Por su investigación sobre la presencia de Montesinos en Venezuela. A ella le dieron el premio Príncipe de Asturia y los Guevara fueron procesados durante siete años por lo de Montesinos, quedando finalmente exonerados.¨
Según pude percatar las razones ¿del por qué Julián ordenó semejante crimen? ¨montando actas falsas y creando unos testigos tarifados, que además admitieron su participación junto con los Guevara según sus versiones en los hechos y sin embargo gozaron de inmunidad total, violando así el debido proceso y creando un antecedente pernicioso en la justicia venezolana. Como ya comentamos, éramos los sospechosos habituales y así como se nos persiguió por el espionaje telefónico y el caso Montesinos, también lo hicieron por los eventos del 11 de Abril de 2002, por los actos de la Plaza Altamira, por las explosiones en las sedes diplomáticas de Colombia y España, por la presencia de los presuntos paramilitares en la hacienda Daktari, hasta que finalmente se nos acusó por lo de Anderson. Es obvio los Guevara eran un objetivo de Estado y después de haber fallado en cada uno de los casos nombrados en el caso Anderson se nos fabricó un testimonio, convalidado con una llamada telefónica anónima y a pesar de que a lo largo del juicio nuestra defensa jurídica desmontó toda la patraña del Ministerio Público, con la complicidad necesaria del representante del Poder Judicial Luis Ramón Cabrera, quien cohonestó como juez la presencia de los testigos aun cuando fueron promovidos ilegalmente y sin control de las partes, y a pesar de que tampoco se verificó que la llamada telefónica anónima hubiera existido, se nos condenó. Finalmente, el abogado Hernando Contreras, fiscal nacional comisionado en el caso Anderson, uno de los llamados los cinco mejores fiscales del Ministerio Público, en carta dirigida a la Fiscal General Luisa Ortega Díaz admitió haber participado en el montaje en contra de los Guevara, confirmando así, lo que anteriormente había declarado a los cuatro vientos el llamado testigo estrella Geovanny Vásquez. A pesar de que los cinco mejores fiscales del Ministerio Público fueron separados de sus funciones e incluso algunos jueces también fueron investigados por el forjamiento de las actas de las declaraciones de Vásquez, nosotros permanecemos presos con el agravante de que fue prohibida la publicación de las actas del juicio por el homicidio de Danilo Anderson, con lo que no están expuestas tampoco al control social. La defensa de los Guevara intentó acciones contra el actual embajador de Venezuela en España Julián Isaías Rodríguez y otros funcionarios actuantes en el caso y todo fueron desestimado por las instancias correspondientes. Lo que hubiera sido un buen precedente para la justicia venezolana al actuar dentro del marco de la legalidad y la objetividad jurídica, se ha convertido en una vergüenza para el Poder Judicial. Una consecuencia triste de todo este entuerto judicial es que a seis años del penoso homicidio del fiscal Anderson, ni sus familiares han recibido la seguridad de que se hizo justicia para cerrar ese doloroso capítulo y por el contrario se produjo una sería fractura en ese núcleo familiar; tampoco ha habido justicia en las inexplicables e inútiles muertes de Antonio López y Juan Carlos Sánchez. Por lo que tres personas están presos sin que haya una sola prueba de nuestra participación en el hecho y varios más están huyendo y sometidos a un archivo fiscal a partir del testimonio de un testigo fabricado.¨
Los hermanos Guevara tienen sentencia firme por homicidio calificado con incendio en grado de complicidad correctiva, figura esta que se utiliza cuando no es posible determinar el grado de participación que tuvo cada uno de los acusados en la comisión del delito. Es decir son condenados basando la acusación en una falsa llamada telefónica anónima; en varias actas forjadas para la ocasión, con el testimonio de un cómplice necesario, según él mismo, fabricado y promovido sin el control de las partes. Todas las instancias nacionales fueron agotadas. Que en la actualidad está en instancia Internacional
En la segunda entrega de estas confesiones se hablara de lo que piensan los hermano Guevara sobre la persona que lo llevo a la cárcel, lo que se dice en las calles de quien puede ser el próximo presidente del Tribunal Supremo de Justicia Julián Isaías Rodríguez. Además de cómo es la convivencia entre los presos políticos del Helicoide, como se vive dentro del recinto penitenciario entre otras cosas. |
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