Por Nelson Domínguez Silva
A comienzos de septiembre del 2009 comencé a llevar a mi hija menor a un propedéutico de preparación para los exámenes de admisión de las diferentes universidades. El local quedaba en Las Mercedes, en o, próximo al edificio donde funciona la OEA.
A comienzos de septiembre del 2009 comencé a llevar a mi hija menor a un propedéutico de preparación para los exámenes de admisión de las diferentes universidades. El local quedaba en Las Mercedes, en o, próximo al edificio donde funciona la OEA.
Desde nuestra primera visita, observamos, en el pasillo de acceso, a un señor en un colchón, semidesnudo, con una botellita de agua y un aviso pequeño pegado a la pared.
Será un loco? Estará enfermo? Bueno, hoy en día en este país se ve de todo. Con un loco como el que nos gobierna, cualquier cosa puede pasar!
Al segundo día, en el fastidio de tener que esperar la salida del curso, nos acercamos a ver. El avisito decía el nombre de la persona y anunciaba, a los idiotas que no nos dábamos cuenta, que estaba en huelga de hambre por que había sido despojado de sus tierras o algo así.
Al segundo día, en el fastidio de tener que esperar la salida del curso, nos acercamos a ver. El avisito decía el nombre de la persona y anunciaba, a los idiotas que no nos dábamos cuenta, que estaba en huelga de hambre por que había sido despojado de sus tierras o algo así.
“Si este señor no hace saber su problema a los medios no va a lograr nada”. Mañana recuérdame traer mi cámara, le dije a mi mujer, soñando con la foto espectacular que todos los fotógrafos amateurs esperamos para ganarnos un Pulitzer.
Pero la cámara no llegó y el señor se hizo parte del paisaje. Y fuimos y vinimos, día tras día, y el señor allí, sin hablar, sin aspavientos, con su avisito.
Un día, el gran acontecimiento, los estudiantes, políticos, y otros, comenzaron una huelga de hambre frente a la OEA. Un gentío, las cacatúas de las marchas, los canales de televisión, los dirigentes, los precandidatos, los excandidatos, los futuros candidatos. Todos allí! Y el allí, solo.
Después se fueron. Y el señor allí, en su protesta, en su huelga. Pero solo!!
Yo también me fui.
Después se fueron. Y el señor allí, en su protesta, en su huelga. Pero solo!!
Yo también me fui.
Ví por los medios que se agravó. Que se recuperó. Que se volvió a agravar. Que lo llevaron al Hospital Militar. Lo ví gritar ante las cámaras que no estaba loco como el gobierno quería hacer creer.
Que no quería dinero sino justicia.
Ví a su esposa, a su hija, clamar ante los medios que se moriría, que si la Cruz Roja entraba o no entraba. Que lo secuestraron. Que no lo dejaban tocar.
Vi a los dirigentes del gobierno reír, decir que era una huelga mediática y olvidarse del asunto.
Que no quería dinero sino justicia.
Ví a su esposa, a su hija, clamar ante los medios que se moriría, que si la Cruz Roja entraba o no entraba. Que lo secuestraron. Que no lo dejaban tocar.
Vi a los dirigentes del gobierno reír, decir que era una huelga mediática y olvidarse del asunto.
Como nosotros.
Ayer se murió.
Somos una mierda…!!!!
Ayer se murió.
Somos una mierda…!!!!
Fuente: Blog Apertura Venezuela
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