Jaime Dromi con más reflexiones sobre Israel, sobre el antisemitismo y otras
perversiones
Nota: Este texto se extrae del comentario que el Dr. Jaime S. Dromi, realiza cada domingo en el espacio radial SHALOM ISRAEL por la 670 AM de Miami Florida y reproducido semanalmente en nuestro Portal
Shalom Aleijem y shavúa tov, una muy buena semana y que la paz sea con cada uno de vosotros. Es interesante que en árabe se dice salaam aleikum, casi igual que en hebreo y parecería que ellos lo deberían entender, pero no es así. Egipto, la grandota y muy atrasada, citó a una Convención Médica en el Cairo y su distinguido Ministro de Salud Pública, desinvitó a último momento a los médicos israelíes, que son el ejemplo de lo mejor en todas las ramas de la medicina, pero el odio árabe superó el reconocimiento de las ventajas que la venida de los israelíes traerían a Egipto.
Hubiera querido hablar de la enorme cantidad de medicinas y tantos nuevos inventos médicos que Israel suministra a toda la humanidad, bueno… si no hablo de las nuevas medicinas que Israel inventa y produce, hablemos de la tecnología que Israel descubre y que permite al mundo modernizarse y hacer cosas difíciles en forma mucho más simple, bueno… podríamos dejar eso también, pero quien puede compararse con la transformación extraordinaria de ese desierto con tenía toda clase de plagas y fiebres y es hoy el vergel que se conoce como el Estado de Israel, un cambio realizado no solo con ingenio judío, sino también con amor judío, amor a esa tierra trenzada desde hace milenios con la sangre y la lucha judía, el legado de Dios al Pueblo de Israel.
No voy a hablar sobre la propiedad de la tierra porque ese tema ya lo expliqué hasta la saciedad; por supuesto, cada árabe que me habla de los derechos de los llamados palestinos, sostiene que ese territorio le pertenece al “pueblo palestino”, sin embargo nadie puede hablar del pueblo palestino que hasta 1964 no existía, lo inventó Arafat cuando comenzó con ese asunto y entonces habría que preguntar porque en los 19 años, entre 1948 y 1967, cuando esos terrenos estaban en poder de los árabes, no se acordaron de que eran un pueblo y no dijeron nada hasta que los judíos vinieron en 1967 y entonces se acordaron que sería lindo tener a Jerusalén y llamarla Al-Quds y a Tel Aviv, con sus parques, edificios, bares y vida nocturna y llamarla Al-Arabiya y, en muy poco tiempo estaría convertida en otra Jabaliah, una favela árabe en el Sur de la Franja de Gaza.
Es que los judíos tenemos una cantidad de enemigos totalmente desproporcionada y entre nuestros enemigos hay judíos también. Debo contarles sobre el festival de cine judío celebrado en San Francisco con el patrocinio de la Federación Judía local. El nombre es tal como les dije, pero debería haberse llamado la federación anti-judía. Presentaron la película RACHEL, una película sobre la vida de Rachel Corrie, esa chica americana naïve que fue a mostrar solidaridad con los palestinos para hacer demostraciones en contra del ejército israelí y filmarla, para la propaganda del Hamas, mientras ellos tiraban bombas. Ella tomó todo muy en serio y tuvo un accidente, cayéndose delante de un Caterpillar, muriendo estúpidamente por una causa estúpida, para convertirse en la mártir de la causa palestina entre los otros estúpidos judíos de San Francisco y los árabes de los alrededores que vinieron a la ciudad especialmente para reírse de lo estúpidos que son algunos judíos.
Nuestros problemas no están solo en San Francisco, si vamos a Latinoamérica y llegamos a Caracas, veremos que es lo que puede hacer un solo antisemita que se llama Hugo Chávez Frías, aunque siendo un traidor a su propia patria, no debería importarnos demasiado, pero el antisemitismo es muy infeccioso y la cultura del odio pregonada por este Chávez y su asociado, el iraní Ahmadinejad, es muy peligrosa, especialmente si viene mezclada con los intereses despertados por la corrupción que traen las cantidades extraordinarias de dinero fácil, que pasa por las manos de esta gente, considerando que ellos nunca trabajaron para ganar ese dinero, ya que pertenece a sus pueblos y no a ellos, solo que el olor a petróleo que muchos pueden oler de lejos, y las fortunas que dejan detrás de ellos, son los atractivos más preciados para que los acepten como gente bien.
Es lamentable que esos pueblos se dejen seducir por el dinero venezolano que algún día deberán devolver a sus verdaderos dueños y lo único que les quedará a esa gente en los pobres pueblos latinoamericanos, será la vergüenza de haberse dejado engañar y la miseria en que quedaron después de que Chávez desaparezca. Recuerden que Hitler decía que el Reich que él lideraba, iba a existir mil años, pero no fue así, gracias a D-os. Y tampoco hay para mucho tiempo más ni para Chávez, ni para Ahmadinejad, ni para Morales, Correa, Castro, Ortega y otros que todos conocen sus nombres.
Recuerden amigos, la libertad y la democracia no vienen gratis, hay que sacrificarse por ellos, pero valen la pena, poder ser libres y sentirse libres. Sin tiranos, sin odios, sin hambre y sin desprecios. ¡VIVA LA LIBERTAD!
Este es Jaime Dromi que espera que, con la ayuda de D-os, podamos volver a encontrarnos nuevamente el próximo domingo a esta misma hora y en este mismo lugar. Shalom
Jaime S. Dromi
JSD222@aol.com
http://www.gentiuno.com/articulo.asp?articulo=8316
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