Julio Rivas, coordinador nacional de Juventud Activa Venezuela Unida (JAVU), no ha visitado su casa desde que le dictaron libertad condicional y abandonó el centro de reclusión Yare III.
Las ganas de llevar su mensaje de unidad y lucha por proteger los derechos humanos le han hecho emprender una gira por todos los estados del país, que se llama Venciendo el Miedo.
Ayer visitó el Zulia para seguir recolectando el millón de firmas que le entregará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y aunque se le nota físicamente cansado, aseguró que su espíritu de lucha “está fresco y con ganas de dar la batalla”.
Mencionó que no se rendirá ante el “régimen opresor” del presidente Hugo Chávez y por eso se comprometió con los presos que dejó en las cárceles venezolanas y con todo el movimiento estudiantil a seguir calentando las calles para hacer respetar la libertad, denunciar injusticias y clamar cambios para una mejor Venezuela.
“Expondré mi caso ante el organismo porque yo fui un preso político y gracias a una huelga de hambre, realizada por mis compañeros, salí bajo libertad condicional”.“Estas firmas representarán el compromiso de la gente para que se nos respeten y se apliquen los derechos humanos en el país. Una vez que esto esté listo procederemos a generar acciones que estarán apegadas a la Constitución y las leyes y con estas herramientas lograremos muchas cosas”.
En visita a La Verdad, Rivas habló sobre su viaje a Washingtony los puntos que se discutirán en una reunión con Santiago Cantón, secretario ejecutivo de la CIDH. Los temas a exponer son los casos de presos, exiliados y perseguidos políticos, la criminalización de la protesta y la situación de las cárceles venezolanas.
“Expondré mi caso ante el organismo porque yo fui un preso político y gracias a una huelga de hambre, realizada por mis compañeros, salí bajo libertad condicional. No se dejará ningún caso por fuera. No tenemos mucho tiempo para exponer, pero vamos preparados para que no se nos escape ninguna violación de derechos humanos suscitadas durante los últimos años en Venezuela”.
Confesó que el viaje a Estados Unidos no es la meta de su lucha, ni tampoco la del grupo estudiantil. Refirió que “al volver de la CIDH la presión es para el Gobierno” para que permita la entrada del organismo adscrito a la Organización de Estados Americanos. Agregó que también acudirán a los ejecutivos miembros de la OEA para que soliciten la entrada de la CIDH al país.
No descartó la posibilidad de accionar el artículo 350 de la Carta Magna y tampoco otra huelga de hambre. “Repito, estoy enmarcado dentro de las leyes. En la Constitución tenemos deberes y derechos y el artículo 350 es uno de esos derechos que
tenemos los venezolanos y no se descarta, al igual que los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Tenemos las herramientas y son constitucionales”.
Sin miedo
Con el acento que caracteriza a los valencianos, Rivas manifestó que a pesar de que su encuentro con la comitiva de la CIDH no es por motivos políticos sino sociales, le será imposible no dejar al descubierto que “Venezuela no es un paraíso como lo intenta pintar el presidente Chávez cada vez que viaja fuera del país“.
Adelantó que los dos casos que se van a tratar a puerta cerrada con el organismo internacional serán la situación de las cárceles en Venezuela y los presos políticos.
Al preguntársele si se siente perseguido, serenamente contestó: “Me siento perseguido, pero sin miedo. Estamos rodeados de su gente, que nos fotografían o nos provocan, pero son situaciones que no dan resultado porque vencí el miedo, al igual que mis compañeros y las 50 mil personas que hasta los momentos firmaron la planilla de mi campaña”.
“Estas firmas representarán el compromiso de la gente para que se nos respeten y se apliquen los derechos humanos en el país”.El joven de 22 años enfatizó que de la única manera que se lograba vencer el miedo de un “régimen totalitario” como el que está aplicando el Presidente venezolano, es a través del amor.
“El amor ahuyenta el miedo, con amor al país, con estudiantes unidos, con venezolanos dispuestos a defender la democracia y las cosas que son nuestras, se puede triunfar“.
Consideró que la unidad es la clave para salir vencedores, y al saber que se acercan unas elecciones parlamentarias precisó a título personal que las primarias son el mejor mecanismo para elegir al candidato de oposición. “Ese método no impone candidatos, deja que la gente tome el liderazgo y elija a quien quiera”.
El dirigente estudiantil no se arrepiente de haber tenido que congelar algunas materias para emprender la campaña. “No vemos esto como una falta de estudiantes, sino como un compromiso que servirá para rescatar nuestro país. Estamos dedicados a la materia de la lucha por la patria”.
Agradeció a todos sus amigos que lo apoyaron cuando estuvo preso y como muestra de ello conserva dos rosarios que cuelgan de su cuello, que fueron regalo de dos abogados que lo asistieron durante sus días en la cárcel. En su vestimenta también se refleja la fidelidad que le tiene al movimiento estudiantil que representa, pues al momento de su entrevista vestía una camisa negra con una mano grande blanca y empuñada y el nombre que los identifica: JAVU.
Julio Rivas cerró la entrevista con un pensamiento de Mahadma Gandhi, líder de la independencia de la India, y se lo dirigió a todas aquellas personas que luchan a diario por tener un mejor mañana: “Podrán golpear o romper nuestros huesos, incluso hasta matarnos; entonces tendrán nuestros cadáveres, pero jamás tendrán nuestra obediencia“.
Sentimiento maternal
La madre de Julio Rivas, Nubia Castillo, lo acompaña durante su recorrido por el país. Castillo comentó -mientras estuvo en Ciudad Ojeda con su hijo- que Rivas pasó por unas circunstancias difíciles y no es como el Gobierno nacional lo hace ver. Calificó a su hijo como trabajador y a sus compañeros como un grupo que defiende los derechos de los venezolanos. “Me siento súper orgullosa porque todo el movimiento es inteligente y tienen mucho valor”.
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