En 2015, gracias al voto de la inmensa mayoría de los venezolanos,
las puertas del cambio se abrieron. En 2016, ese cambio vendrá y ya nada
ni nadie podrá detenerlo.
El éxito que en Unidad obtuvimos el pasado 6 de Diciembre, fue el
fruto de largos días de lucha y sacrificio de los venezolanos, quienes
mostramos un gran compromiso con el rescate de la libertad, la paz y la
democracia, porque sin ellas no hay futuro ni progreso posible, ni mucho
menos habrá esperanza para construir ese país digno que todos anhelamos
para nuestros hijos.
Creo firmemente que este es el momento de fortalecer esa Unidad que nos permitió salir victoriosos. No hay espacios para el cálculo político ni para las conveniencias personales. Debemos pensar en Venezuela, en los venezolanos y en su futuro.
Los logros que hemos cosechado, no han sido fáciles, la ruta hacia la
democracia ha estado llena de obstáculos y malas horas, y el esfuerzo
de todos nos permitió conseguir la mayoría política y popular del país, a
pesar de que muchos estemos presos, perseguidos, exiliados o
inhabilitados. No cedimos ni vamos a ceder ante el chantaje del régimen.
Seguiremos enfrentándolo con coraje, aún a costa de nuestra libertad.
El próximo 5 Enero se instalará la nueva Asamblea Nacional, y estoy
plenamente seguro de que todos los diputados de la Unidad, hoy
poseedores de la más calificada de las mayorías en el Poder Legislativo,
sabrán responder al pueblo venezolano por la confianza depositada en
ellos y cumplirán a cabalidad con rol histórico que hoy tienen en sus
manos.
Los diputados de la Unidad, pero en especial quienes conformen la
Junta Directiva de la nueva Asamblea Nacional, tienen un mandato claro:
conducir con urgencia un proceso de cambio profundo, constitucional y
democrático. La dictadura hoy está debilitada, pero aún vivimos en ella,
y nuestro pueblo votó para cambiar este sistema que lo oprime, que lo
humilla y que imposibilita que pueda encontrar las soluciones a sus
problemas más sentidos. Es nuestra obligación seguir debilitando a este
régimen usurpador y no darle respiro. Si Maduro y el resto de las
cabezas de los poderes secuestrados por una élite corrupta y
antidemocrática torpedean el cambio, desconociendo por la vía de los
hechos los resultados del pasado 6D, pues habrá que removerlos. Desde el
2014 venimos sosteniendo que La Salida a este desastre debe ser por la
vía constitucional lo más rápido posible. Ahí están los mecanismos
constitucionales para hacerlo.
Ratificó a mis compañeros de la Unidad el compromiso suscrito entre
nosotros para que tal como acordamos en julio de 2015, adelantemos una
discusión profunda sobre cuál debe el mecanismo idóneo que debemos
activar para lograr cuanto antes, el cambio político que el pueblo
venezolano nos encomendó. Acordemos desde ya si es el revocatorio, la
enmienda, la renuncia o la constituyente.
No obstante, sea cual fuere el mecanismo que definamos de consenso,
nuestro debate más importante debe estar centrado en la construcción de
un gran acuerdo nacional que marque los destinos de la Venezuela de los
próximos 100 años, y que sea factor de cambio y de renovación
permanente. No podemos permitir que se sigan haciendo pactos para que
quienes accedan al poder tengan mecanismos para perpetuarse en él.
Hoy es urgente construir ese gran acuerdo nacional, con la
participación de todos los sectores fundamentales de Venezuela: los
trabajadores, las fuerzas productivas, los gremios, las universidades,
los movimientos sociales, las fuerzas políticas, y todos aquellos que
quieran aportar sus mejores ideas y su denodado esfuerzo por hacer de
Venezuela ejemplo de libertad, de progreso y de convivencia democrática,
que incorpore también a toda la gente buena y honesta a la que este
régimen de Nicolás Maduro defraudó.
Invito a todos los venezolanos de bien, que son la inmensa mayoría de
nuestro pueblo, a que avancemos en un acuerdo nacional contra la
corrupción y el militarismo, que tanto daño le han hecho a Venezuela.
Seamos protagonistas de un gran acuerdo que propugne la formación de una
ciudadanía libre, democrática y responsable, que privilegie los valores
del trabajo, el respeto, la tolerancia, la solidaridad y la innovación,
que sea capaz de romper viejos paradigmas para convertirse en agente de
cambio y guardián activo de una sociedad cuyo desarrollo y estilo de
vida esté signado por convivencia democrática y la justicia.
Reflexionemos desinteresadamente en los temas que le convienen no a
nuestros intereses personales, sino a todos los venezolanos para
construir la Venezuela moderna y solidaria que todos queremos para
nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, y propongo
hacerlo sobre los siguientes temas, que considero vitales para avanzar:
a) Reconstrucción de la Convivencia Democrática: Para ello debemos
comenzar por redefinir la composición de los Poderes Públicos, su
independencia y autonomía; debemos eliminar la reelección; apremia el
fortalecimiento de nuestras instituciones y de la federación; debemos
defender la civilidad, fortalecer los partidos políticos y establecer
las salvaguardas democráticas que sean necesarias.
b) Reconstrucción de la Economía: Urge definir los cambios en el
modelo económico que permitan abatir la escasez, la inflación y el
desempleo, teniendo como prioridad el fortalecimiento de las capacidades
de la producción nacional.
c) Sociedad Justa, Equitativa a Incluyente: Debemos construir un
modelo de país, en el que todos los derechos sean para todas las
personas, de suerte tal que el estado garantice que exista igualdad de
oportunidades para todos los venezolanos, sin distinción de ningún tipo.
d) Seguridad Ciudadana y Soberanía: Apremia depurar y fortalecer los
cuerpos de seguridad pública, involucrar a la comunidad en una propuesta
de seguridad ciudadana democrática, como apremia disminuir la impunidad
y redefinir claramente el papel de la FAN.
e) Democratización del petróleo: Debemos aprovechar al máximo, y de
la manera mucho más democrática, nuestra fortaleza de tener las más
grandes reservas de petróleo del mundo. Nuestra riqueza petrolera debe
ser en el futuro la base para construir una sociedad moderna y altamente
productiva, que beneficie a todos, no una fuente de subsidios,
corrupción y empobrecimiento.
f) Venezuela Líder: Para ello, debemos comenzar por reconstruir
buenas relaciones con todos los países democráticos del mundo, y
recuperar la confianza en Venezuela a partir del respeto y de tener
verdadera seguridad jurídica.
El cambio no da compas de espera y el éxito los vamos a construir en Unidad. Ratifico mi firme compromiso de seguir luchando por mi país, junto a todos los venezolanos. Vamos a construir una Venezuela moderna, libre y democrática. Vamos a superar el desastre al que nos condujeron y volveremos a levantar nuestras cabezas, porque sabemos lo que tenemos y de lo que somos capaces. Volveremos a sentirnos orgullosamente venezolanos.
¡Fuerza y Fe que el cambio ya está en marcha!
Leopoldo López
Carcel Militar de Ramo Verde
http://www.leopoldolopez.com/carta-de-leopoldo-lopez-a-los-venezolanos-2/
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