Artillería de Oficio
Las razones por las
cuales el presidente Barack Obama firmó el pasado 9 de marzo un decreto
de emergencia nacional, donde advierte que Venezuela es una amenaza y un
peligro para la seguridad de su país, son muy graves.
Según nuestras fuentes
de inteligencia, las causas están fundamentadas en pruebas presentadas a
un grupo de legisladores republicanos por el primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, después de finalizar su discurso en el Congreso
norteamericano, el pasado 3 de marzo, donde criticó el acuerdo nuclear
emergente entre Estados Unidos e Irán y aseguró que esas negociaciones
son una garantía de que Teherán obtendrá armas nucleares y pondrá en
peligro al mundo. Según las fuentes, Netanyahu, en un esfuerzo para que
los republicanos bloqueen el acuerdo, llevó pruebas con coordenadas de
los lugares en Venezuela donde los iraníes sacan el uranio para su
programa nuclear.
Cuando Netanyahu se
marchó de Estados Unidos, varios legisladores se reunieron con Obama
para llevarle esas pruebas, y sus asesores de inteligencia comprobaron
que eran reales, así que a Obama no le quedó otra que hacer esa
declaración con el objetivo de frenar el suministro de uranio. La
agencia de inteligencia israelí, el Mossad, viene trabajando durante
muchos años en nuestro país y tiene todas las pruebas de los envíos de
uranio.
El apoyo de Venezuela al
programa nuclear iraní nos insertó en el conflicto mundial, como
suministrador de uranio. Los jerarcas chavistas se encargaron de decirle
al mundo que Venezuela era el primer aliado de Irán. No es nada nuevo.
Por ejemplo, en una reunión de la OPEP (31 enero, 2006) en Viena, el
entonces ministro de Minas, Rafael Ramírez, anunció el apoyo al programa
nuclear iraní y amenazó con el alza del precio del petróleo si Irán era
denunciado ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
La declaración de la
Casa Blanca señalando a Venezuela como un peligro para su seguridad y su
política exterior, sin explicar los verdaderas razones, han sido un
respiro para el desfalleciente gobierno de Nicolás Maduro, que ha sabido
cobrarse un costo político y sumarse a la disidencia chavista que hace
causa común contra el imperialismo.
La situación política es
de una gran ambigüedad, por una parte Maduro permite la entrada de las
perforadoras de la Exxon Mobil en nuestras aguas territoriales con
Guyana, y por otra se desgarra en inflamas patrioteras y
antimperialistas para mantenerse en el poder, atrayendo a militares
chavistas que no lo apoyan. Veremos si es capaz de sacarle provecho a la
VII Cumbre de las Américas, a realizarse el próximo mes de abril en
Panamá, y logra éxito en la “guarimba” que le prepararán a Obama,
buscando consenso entre los presidentes aliados. Aunque hasta ahora no
cuentan sino con el apoyo de Evo Morales.
Tic tac:
1-.
Cuba se comprometió con Guyana a impedir que la Fuerza Armada
Bolivariana actúe contra la Exxon Mobil, que inició operaciones en aguas
de Guyana cuya soberanía está en discusión. A cambio, manejará el
negocio a futuro y tendrá garantizado el petróleo cuando Maduro esté
fuera del poder. Guyana teme que la Armada proceda contra la plataforma y
hunda algún barco, por el antecedente de octubre 2013, cuando
capturaron un buque que trabajaba en las aguas en disputa y lo llevaron a
la isla de Margarita.
2-.
El dinero proveniente de Pdvsa en cuentas de la filial española del
Banco Madrid en Andorra pone al descubierto cómo las guerrillas de las
FARC disponían de ese dinero para sus compras de armas y pagar al
gobierno cubano por las negociaciones de paz realizadas en su
territorio. La estadía de los negociadores de las FARC en hoteles cinco
estrellas, whisky 18 años y jineteras cubanas no es gratis.
Por: MARIANELLA SALAZAR
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