Por: Antonio María Delgado
Fuente: El Nuevo Herald
El régimen de Nicolás Maduro mantiene una red de espías en Estados
Unidos, conformada por simpatizantes de la Revolución Bolivariana a
quienes remunera generosamente, pero estos son controlados remotamente
desde Venezuela luego de que el Servicio Bolivariano de Inteligencia
Nacional (Sebin) se viera obligado a retirar al personal que operaba
desde sus instalaciones diplomáticas.
Documentos y testimonios de ex funcionarios del Sebin recogidos por el
Nuevo Herald muestran que las operaciones de inteligencia que realiza
Venezuela en Estados Unidos han quedado reducidas a las contribuciones
de su red de “Patriotas Cooperantes” y a la recaudación de información
de “fuentes abiertas”, como podrían ser reportajes de prensa o
información publicada en páginas de internet.
Pero el régimen chavista sigue estando muy interesado en seguir los
pasos de personajes y organizaciones clave de la oposición, al igual que
personajes de la política estadounidense de importancia para la
política de Veenzuela, siguiendo el rastro del senador Marco Rubio y la
congresista Ileana Ros-Lehtinen, y las actividades de ONGs venezolanas
como Venezuela Awareness Foundation y la Organización de Venezolanos
Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
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Alianza opositora de Venezuela pide a Ban Ki-moon interceder a favor de López Acosta, quien actualmente es la número dos en la división de operaciones
internacionales del organismo de inteligencia venezolano, formaba parte
de una red de al menos 10 oficiales del Sebin que operaban desde sedes
diplomáticas en Estados Unidos, concentrándose el mayor número de ellos
en Miami.
“Después de lo sucedido [en el consulado de Miami y en otras sedes
diplomáticas], se decidió retirar a todos los agentes que estaban allá”,
dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
“En este momento no hay ningún personal de nómina [del Sebin] en Estados
Unidos, aunque sí continúa en otros países”, agregó la fuente, que
estaba entre los distintos ex funcionarios consultados para la
elaboración de la actual serie sobre las operaciones de inteligencia de
Cuba y Venezuela.
Las fuentes consultadas, algunas de las cuales conversaron por varias
horas con el Nuevo Herald, resaltaron que el desmantelamiento de la red
se produjo luego de que varios oficiales del Sebin fueron expulsados de
Estados Unidos.
Acosta fue declarada persona no grata a inicios del 2012, tras aparecer
una grabación suya en un reportaje de la cadena Univision solicitándole a
quien ella pensaba era un hacker que consiguiera las claves para poder
tener acceso a plantas nucleares en Estados Unidos.
Para ese entonces, la cónsul de Venezuela en Miami ostentaba el cargo de
Comisario General y estaba adscrita a la Dirección de Inteligencia, la
unidad del Sebin dedicada a las operaciones de espionaje en el exterior.
Pero Acosta no fue la única en ser expulsada.
Al año de su expulsión, el régimen bolivariano perdió otros dos de sus
agentes con la salida en marzo del 2013 de Orlando José Montañez
Olivares y de Víctor Camacaro Mata, quienes fueron declarados como
personas no grata en represalia por la decisión de Caracas de expulsar a
dos funcionarios estadounidenses de la embajada de Estados Unidos en
Venezuela.
Ambos venezolanos eran empleados del Sebin, con Montañez —quien estaba
en Washington — ejerciendo el grado de subcomisario y Camacaro —Nueva
York— ejerciendo el cargo de Inspector Jefe, según los documentos
obtenidos por el Nuevo Herald.
Los otros integrantes de la red del Sebin eran los funcionarios Edgar
Alexander González Belandria, Armando José Rivero Ruiz, Williams Antonio
Peraza Guaiquirian y Jesús Miguel Blondell Rivas, quienes operaban
desde el consulado en Miami.
Adicionalmente, el Sebin contaba con los servicios de Lorena Isabel
Simancas Gómez, quien operaba desde el Consulado de Houston, y Liza
Torres Alvarado, quien había sido sembrada en la Organización de Estados
Americanos (OEA).
El retiro del personal de nómina del Sebin dejó las operaciones de
espionaje en manos de la red de cooperantes, quienes consistían en su
mayoría de personas que habían sido contactadas previamente por
oficiales de la organización de inteligencia o habían sido reclutadas
previamente a través de los denominados Círculos Bolivarianos.
“A los cooperantes se les pagaba entre $1,500 y $10,000 dólares
[mensuales] por sus servicios, dependiendo de cada caso”, dijo una de
las fuentes.
“Algunos de ellos ingresaron por los Círculos Bolivarianos, pero también
por los allegados. Viene un funcionario que recomendaba a alguien y lo
metían. El [individuo] venía aportando información, y si la información
era viable, o validad, o creíble, le iban subiendo de nivel hasta que lo
reclutaban”, agregó la fuente.
El pago de los $10,000 mensuales, era el más alto del programa, y normalmente era otorgado a los jefes de grupo, explicó.
Esos pagos, no obstante, eran los que se venían realizando antes de la
agudización de la crisis económica producida este año, la cual ha
llevado a la agencia de inteligencia a aplicar recortes.
La tarea principal de los cooperantes es recoger información sobre las
actividades de la oposición en el exterior, y en especial en Miami,
donde reside el mayor número de expatriados venezolanos.
Según los documentos obtenidos, el Sebin documentaba con regularidad las
actividades de los activistas venezolanos, recogiendo todo tipo de
información desde los comentarios que se realizaban en los foros hasta
los reportajes aparecidos en la prensa estadounidense sobre el país.
En uno de los documentos aparece una breve reseña sobre una intervención
en el 2010 del ex embajador de Venezuela ante la ONU, Diego Arria, en
la “Universidad de Cambridge ante la Jackson Societ Cámara de los
Comunes del Parlamento Británico”.
“El referido ciudadano aprovechó este evento para darle continuidad a su
campaña de desprestigio contra el Primer Mandatario venezolano [Hugo
Chávez], cuestionando el funcionamiento del Poder Judicial venezolano. A
su vez, denunció supuestos casos de violación de Derechos Humanos,
resaltando el caso de la juez María de Lourdes Afiuni. De igual forma,
reitero “Chávez te espero en La Haya, no es un eslogan, es un
compromiso”.
En otro de los informes, aparecen datos sobre una visita a Perú del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
“El ciudadano Antonio Ledezma y su esposa arribaron a Lima /Perú el
08OCTB2010 a las 23:00 horas, a bordo del vuelo comercial TACA 035,
procedente de la ciudad de Caracas, reuniéndose con los ciudadanos:
Manuel Rosales, Ramón Martínez, Eduardo Lapi, Carlos Ortega, Carlos
Barboza Rodolfo Barráez, Oscar Pérez y Nixon Moreno, quienes representan
focos de insurrección para nuestro país”, reporta el informe.
Y el organismo de inteligencia le presta gran atención a las actuaciones
de legisladores hispanos como Rubio y Ros-Lehtinen, así como el alcalde
de Doral, el venezolano Luigi Boria, y funcionarios del Departamento de
Estado. Según las fuentes, gran parte de esa información proviene de
“fuentes abiertas”, incluyendo menciones publicadas en los medios de
comunicación que le prestan especial atención al tema de Venezuela,
incluyendo a el Nuevo Herald.
De especial interés son los pronunciamientos y acciones de funcionarios
estadounidenses que ejercen influencia en la política exterior de
Washington y sus posibles interrelaciones con diplomáticos de otros
países.
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