El
domingo pasado, una protesta encendió el debate por las redes sociales.
Un grupo de jóvenes de la Resistencia decidió recordar en Altamira a
los héroes caídos que lucharon por la Libertad y que fueron asesinados
por el régimen, además, con trancar el tráfico momentáneamente se
intentó llamar la atención a un país sumido en una desesperada
tranquilidad: la lucha no se ha acabado.
Eso fue suficiente para que los que son llamados “intelectuales” del
oscurantismo venezolano se pronunciaran por las redes sociales en contra
de esa manifestación. No sólo no estuvieron allí y por eso
descalificaron a los jóvenes que hicieron la actividad, sino que además
señalaron irresponsablemente que gracias a ellos, su venta de libros se
veía afectada.
Atroz.
La verdad es que las personas que no solamente estaban allí
desmintieron a estos mal intencionados por las redes sociales, sino que
también muchos que no estuvimos allí agradecimos la protesta por
dejarlos al descubierto, desnudos, sin la máscara que suelen tener.
¿Parece que no hay nada que rescatar en Venezuela? Si lo hay.
Se tiene que rescatar todo lo que es noble y valiente, como el
espíritu de quienes en este momento no se dejan pisar por la tiranía
comunista. Ese será el principio activo que hará renacer a Venezuela de
la oscuridad que vivimos.
En la oscuridad, gobiernan los viles, entre la ceguera, moralizan a
diestra y siniestra. Son estos oscuros los que se hacen dueños del bien y
del mal: son estos los que mantienen la oscuridad.
La Resistencia es esa luz que destruye y crea a la vez. Destruye cada
sombra de las pesadas tinieblas, y encandila a los que se empeñan en
permanecer dormidos. Dormidos en el letargo de la izquierda, que aún
insiste en que esto es una democracia, que estos criminales salen del
poder con votos y que es mejor ser obedientes por la paz a que luchar y conquistar con sudor y sangre la Libertad.
Cada vez son más los venezolanos que valoran igual a la MUD y al
PSUV; son más los que no quieren votar de nuevo porque saben que no es
justo el proceso, es más, saben y son conscientes de que el problema no
es un rector del CNE o que seamos una mayoría: el problema es que
estamos invadidos por unos intereses extranjeros que manejan al país
arbitrariamente, y las elecciones son mecanismos que revisten a ese
proyecto de “democracia”.
No se preocupen por la bajeza de los personajes que como el domingo
insultaron a quienes recordaron que la lucha no se ha acabado. No se
preocupe si lo llaman radical. No se preocupe si no cuenta con la gracia
de estos seres: así gritan los oscuros cuando se acerca la mañana que
precede al gran mediodía.
No importa si apoyó al PSUV, no importa si apoyó a la MUD: únase a la Resistencia.
Libertad o nada
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