Leopoldo López escribió una carta en la que exhorta a los hombres y
mujeres de la FANB a recordar la esencia de defender al pueblo
venezolano y garantizar la soberanía del territorio. Asegura que los
militares "se han dejado arrastrar por la ideologización extrema
promovida por el partido de Gobierno"
El coordinador
nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, pidió a los militares
venezolanos reflexionar sobre varios aspectos neurálgicos para la Fuerza
Armada Nacional Bolivariana (FANB) que no solo afectan al pueblo
venezolano, sino a los mismos soldados, técnicos y oficiales criollos.
En una carta escrita desde su celda en Ramo Verde,
López exhortó a las mujeres y hombres de la FANB a recordar su esencia
descrita en la Constitución venezolana, la cual no es otra que defender
al pueblo venezolano y garantizar la soberanía del territorio, lo cual a
su juicio ha decaído producto de “quienes se han dejado arrastrar por
la ideologización extrema promovida por el partido de Gobierno”.
Esto, según López, ha concluido en la partidización de la Fuerza Armada en detrimento de la carta magna y del pueblo venezolano.
En el texto, López también profundiza en la
distribución equivocada de recursos que en lugar de perseguir la mejora
de las condiciones socioeconómicas de soldados, técnicos y oficiales, ha
impulsado la compra de equipamiento militar con sobreprecio.
El líder de VP reprochó que la FANB “ha dejado de
enfrentar a los grupos irregulares que azotan a nuestros compatriotas en
la frontera para enfrentar a enemigos ficticios como el ‘imperio’, la
‘burguesía’ y el ‘capitalismo’.
En la misiva, López no deja de felicitar a quienes
este 5 de julio han sido ascendidos, sin embargo, invita a la familia
militar venezolana a cumplir con honor y compromiso la Constitución.
A continuación se reproduce el contenido completo de la carta de Leopoldo López:
Ramo Verde, 05.07.2014
A las mujeres y hombres de nuestra FAN en el 203 Aniversario de la Independencia de Venezuela
Escribo esta carta desde el Centro Nacional de
Procesados Militares (Cenapromil), ubicado en Ramo Verde, estado
Miranda, donde me encuentro injustamente preso desde el 18 de febrero de
2014. Estoy preso por mis ideas, por mis convicciones democráticas. Soy
un preso de conciencia.
Hoy a 203 años de la firma de nuestra
independencia, fecha significativa para todo nuestro pueblo y para
nuestra Fuerza Armada Nacional, me quiero dirigir a toda la familia
militar venezolana; tanto a aquellos que asumen el uniforme con el
compromiso genuino de garantizar la soberanía de nuestra Nación,
conscientes de que están al servicio de todos los venezolanos y no de
persona o parcialidad política alguna; como a aquellos que se han dejado
arrastrar por la ideologización extrema promovida por el partido de
gobierno, convirtiendo automáticamente en enemigos a los compatriotas
que tienen opiniones distintas a ellos.
A estos últimos, los invito a leer la Constitución
en los artículos 328 y 330; pero sobre todo los convoco a una reflexión
interna, sincera y patriota sobre si está bien y es correcto ver a un
hermano venezolano como enemigo por el simple hecho de pensar distinto a
quien gobierna. Estoy seguro que luego de esa reflexión la mayoría
asumirá que lo correcto es tratar como hermanos a todos los venezolanos,
independientemente de su posición política.
Felicito a todas las mujeres y hombres que han sido
ascendidos en todas las jerarquías por sus méritos. Que este ascenso
sirva para fortalecer y renovar el compromiso jurado con el cumplimiento
y resguardo de la Constitución como el principal deber del militar
venezolano.
Siendo tiempo de ascensos, es un momento propicio
para hacer una crítica constructiva sobre un elemento perturbador en el
proceso actual de otorgamiento de los mismos: la partidización.
La partidización, el control político sobre el
destino de cada soldado, técnico u oficial ha desplazado al mérito, al
trabajo, al esfuerzo, a la honestidad, y a la eficiencia en el
cumplimiento de la responsabilidad asignada. Son muchos los casos donde,
a pesar de cumplir con todos los requisitos para ascender, han sido
retrasados o simplemente no han ascendido por razones políticas, muchas
veces motivados por rencillas sin fundamento.
Esta situación amerita una revisión profunda y
asumir y el precepto Constitucional como una guía para el otorgamiento
de ascensos. Artículo 331: “Los ascensos militares se obtienen por
mérito, escalafón y plaza vacante. Son competencia exclusiva de la
Fuerza Armada Nacional”.
El momento también es oportuno para hacer un
llamado de atención sobre el gasto militar. El problema no está en
cuánto se gasta sino en qué y cómo se distribuyen los recursos
destinados a cumplir con la misión constitucional de la Fuerza Armada
Nacional.
Durante los últimos años se han hecho compras
millonarias en equipamiento militar que no han sido del todo acertadas.
La inmensa mayoría del gasto militar ha sido destinado a la compra con
excesivo sobre precio de equipos que no corresponden con las prioridades
estratégicas.
El equipamiento de los soldados, técnicos y
oficiales, su seguridad social como lo establece el artículo 328 de la
Constitución, el equipamiento de las instalaciones militares y sistemas
de movilidad y comunicaciones en óptimas condiciones debe ser
prioritario. Luego de 15 años de aprobada la Constitución todavía la FAN
no cuenta con un sistema de seguridad social propio, sistema que debe
ser prioridad en la distribución del gasto militar.
Además de la política de ascensos y la distribución
del gasto militar también es necesaria una reflexión y debate nacional
sobre la hipótesis de conflicto que sirva como punto de partida para la
elaboración de una estrategia militar acorde y en sintonía con la
realidad actual de Venezuela.
La hipótesis de conflicto vigente se fundamenta en
el antimperialismo, un antimperialismo que ha servido de excusa para
todos los errores e ineficiencias del gobierno, dejando huérfanos de
atención conflictos reales como la vulnerabilidad en la frontera, la
presencia de grupos irregulares, narcotráfico, corrupción y entrega del
Esequibo que sí afectan el presente y el futuro de la patria.
Nuestra Fuerza Armada ha dejado de enfrentar a los
verdaderos enemigos de Venezuela, a los grupos irregulares que azotan a
nuestros compatriotas en la frontera para enfrentar a enemigos ficticios
y entes impalpables tales como "el imperio", "la burguesía" y "el
capitalismo".
La vulnerabilidad de nuestra frontera en el
oriente, occidente y sur de nuestro territorio; la penetración del
narcotráfico, la sumisión de amplios territorios a los intereses de
grupos irregulares, paramilitares y guerrilla, nacional y extranjera; la
creciente y agobiante inseguridad personal en todo el territorio
nacional; la fragilidad en la producción de nuestras riquezas naturales e
instalaciones estratégicas representan verdaderos desafíos para la
Fuerza Armada Nacional en la Venezuela de hoy. Esta situación necesita
una revisión y un debate sobre la hipótesis de conflicto, sobre la cual
debe reposar la estrategia y la táctica militar.
La entrega de territorio marítimo y terrestre
venezolano por parte del gobierno de Guyana a empresas petroleras,
situación que no ha tenido la debida respuesta por parte del gobierno,
supone complicidad o incapacidad diplomática que compromete el interés
nacional.
La convivencia con grupos irregulares en la
frontera del Alto Apure, Táchira y Zulia, se viene consolidando sin una
definición militar clara que ha resultado en la sumisión de pueblos
enteros al flagelo del secuestro, la vacuna y la destrucción de la
producción nacional en amplios territorios que deberían gozar de plena
soberanía y tranquilidad.
El llamado que hacemos ante esta situación no es al
conflicto, pero sí es un llamado a la acción para poder ejercer a
plenitud la soberanía en todo el territorio venezolano, que no quede un
metro cuadrado sin resguardo de la defensa por parte de la FAN.
Un territorio soberano que asumimos como un
territorio en donde se respete la Constitución, se aplique la ley con
equidad y justicia, los ciudadanos tengan seguridad, la producción
crezca y se multiplique, que progrese el comercio, que existan
suficientes escuelas y centros de salud de calidad para todos. Esa es la
idea de soberanía que yo comparto y que estoy seguro comparten la
mayoría de los militares y la población venezolana, por ser lo sensato,
lo verdaderamente patriota y además, por ser la misión constitucional de
la FAN.
Nuestro llamado a la familia militar es a cumplir
con honor y compromiso patriota la Constitución Nacional, siendo
guardianes de nuestra independencia, de nuestra soberanía y del respeto y
promoción de los derechos de todos los venezolanos. De ser así, ¡que la
patria se los premie, si no, que se los demande!
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