Agoniza la atención médica en Venezuela por grave escasez de medicinas
La crisis de desabastecimiento de Venezuela pesa como una condena de muerte para miles de enfermos en el país sudamericano, donde no se encuentran 22 de los 30 fármacos más comunes para tratar el cáncer y donde escasean los medicamentos para tratar enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
Médicos consultados dijeron que los servicios de salud se encuentran
en terapia intensiva en Venezuela, donde los pacientes pasan meses en
lista de espera para poder recibir los servicios que urgentemente
requieren y luego pasan días peregrinando de farmacia en farmacia para
ver si encuentran los medicamentos.
Las fuentes advirtieron además que la crisis médica también involucra
el colapso de los servicios brindados por el personal cubano bajo el
programa “Barrio Adentro”, ya que más de la mitad de sus Centros de
Diagnóstico Integral (CDI) tienen las puertas cerradas.
“La salud publica venezolana está de muerte lenta. Estamos en terapia
intensiva con muy pocas posibilidades de vida y tenemos a los
venezolanos muriéndose de mengua en los hospitales, en los ambulatorios,
diezmados por la enfermedades contagiosas que el gobierno no resuelve”,
advirtió Douglas León Natera, presidente de la Federación Medica de
Venezuela.
“La atención médica en este país va en retroceso y estamos viendo los
mismos niveles de atención [en términos de acceso y de calidad] que
teníamos en el país en 1925, cuando gobernaba Juan Vicente Gómez”,
agregó León Natera desde Caracas.
Según el presidente de la federación, Venezuela está registrando el
retorno de enfermedades que llevaban décadas erradicadas o al menos
controladas, como la malaria, la tuberculosis, el dengue y el sarampión.
Ahora reaparecen de nuevo para afectar a miles de venezolanos que no
tienen donde ser tratados debido a la crisis de desabastecimiento que
sacude al país y que mantiene a las farmacias y a los hospitales
públicos operando marginalmente.
“El 97 por ciento de los 300 hospitales que existen en Venezuela
apenas tienen entre el tres y el siete por ciento de los insumos,
medicamentos y material quirúrgico que se necesitan para que el médico o
el equipo de salud pueda resolver los problemas que el paciente aspira
que se le solucionen”, advirtió León Natera.
La situación es algo mejor en las clínicas privadas, las cuales están
mucho mejor dotadas que los hospitales públicos. Pero el sector también
se está viendo afectado por la escasez de dólares que aflige al país.
Además de eso, las clínicas privadas tienen una capacidad de atención muy inferior a la de los hospitales públicos.
“El sistema publico venezolano tiene alrededor de 46,000 camas,
mientras que el sector privado tiene alrededor de 7,500. Sin embargo, el
sector privado se ve obligado a resolver más del 63 por ciento de los
casos que se producen en Venezuela”, dijo León Natera.
Pese a disfrutar de una enorme renta petrolera, los venezolanos han
comenzado a acercarse a condiciones de miseria pocas veces vistas en la
historia del país, viéndose obligados a pasar horas de cola para entrar a
supermercados y farmacias con anaqueles vacíos.
Economistas atribuyen el fenómeno al colapso del “petro-populismo”
implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez, cuyas políticas
socialistas terminaron por destruir gran parte de la producción nacional
obligando al país a depender cada vez más de las importaciones.
La renta petrolera es ahora insuficiente para soportar el enorme peso
de los subsidios chavistas, más la onerosa cuenta de las importaciones,
lo que ha llevado al país a padecer la mayor tasa de inflación del
mundo, y a niveles de escasez inéditos en su historia moderna.
Para los pacientes de cáncer, la situación es una condena de muerte,
explicó José Manuel Olivares, medico especializado en Radioterapia
Oncológica y Medicina Nuclear.
“Están muriendo venezolanos por falta de insumos”, dijo Olivares desde Caracas.
“El cáncer no puede esperar. El éxito del tratamiento se da en base a
un diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno. Hoy en Venezuela
esto no se puede hacer, comenzando desde la biopsia”, comentó.
En muchos de los hospitales del país tienen equipos de detección,
como tomógrafos y mamógrafos, que no están operativos, lo que está
forzando a muchos pacientes a viajar a otras ciudades para poder
someterse a los exámenes que necesitan.
Y eso no puede hacerse de inmediato, comentó Olivares. La demanda es
tan grande que los pacientes tienen que pasar meses en lista de espera
para poder hacerse los exámenes o recibir el tratamiento indicado.
“Tenemos que el tomógrafo y el mamógrafo del hospital Universitario
de Caracas, que es el primer hospital del país, están malos y de igual
manera está más del 60 por ciento de los hospitales del país, donde los
tomógrafos y los mamógrafos no están operativos”, dijo Olivares.
“En los centros donde tradicionalmente son realizadas las
radioterapias, el tiempo promedio para que le den una cita a cualquier
venezolano con cáncer es de tres o cuatro meses”, sostuvo Olivares antes
de resaltar que el cáncer es la segunda causa de muerte en Venezuela.
A esto hay que sumarle la falta de medicamentos.
“En el país hoy, faltan 22 de los 30 fármacos de quimioterapias más utilizados”, comentó Olivares.
“Hay un enorme desabastecimiento en las farmacias, lo que quiere
decir que los medicamentos de alta rotación, como pueden ser los
antihipertensivos, o los medicamentos para la diabetes, no se
encuentran, lo que obliga a los pacientes o a sus familiares a
buscarlos, buscarlos y buscarlos, o traerlos al país por otro lado”,
comentó.
Los medicamentos regulados por el gobierno son los que más fallan en
los anaqueles de las farmacias, y registran un nivel de escasez de 50
por ciento, según datos de la Federación Farmacéutica Venezolana.
Pero no solo escasean los medicamentos de enfermedades crónicas. El
desabastecimiento afecta todo tipo de productos médicos, desde las gasas
y los antibióticos hasta las cremas para quemaduras, analgésicos y las
pastillas anticonceptivas.
De gran preocupación son los medicamentos para la diabetes y la hipertensión.
Olivares explicó que en Venezuela tradicionalmente se venían
realizando entre 200 y 400 procedimientos de “stents” para mejorar la
circulación sanguínea de aquellos pacientes con alto riesgo sufrir
infartos o derrames cerebrales.
“En todo lo que va de año, solo se han colocado cinco. No se han podido colocar más, porque no hay”, comentó Olivares.
“Esto quiere decir que más de 100 venezolanos, que probablemente
había que operar, ya perdieron su vida, producto de un infarto, o ya les
dio un ACV [Accidente Cerebrovascular], o están condenados a morir de
un infarto o quedar en estado vegetativo porque no hay cómo hacer ese
procedimiento”, dijo.
Y a nivel de diagnostico, la situación no es mucho mejor dado al
colapso de los centros ambulatorios de la misión Barrio Adentro.
Según Olivares, el 60 por ciento de esos centros, conocidos como
CDIs, han dejado de operar, aún cuando el gobierno venezolano continua
enviándole a Cuba cerca de 100,000 barriles diarios de petróleo para
pagar por esos servicios.
Pero León Natera señala que la inoperancia de esos centros es aún mayor.
“De esos 6,000 módulos del programa, apenas operan 1,200. Muchos de
ellos están cerrados o nunca los abrieron. Están llenos de basura, o son
usados por indigentes para vivir allí”, comentó León.
El Nuevo Herald/Antonio María Delgado
0 comentarios:
Publicar un comentario
Haga su comentario