Licenciado Luis Guillermo Carvajal
Luis Guillermo Carvajal, periodista de DAT TV y secretario de Asuntos
Profesionales y Sindicales de la seccional Carabobo del CNP, considera
que estuvo “secuestrado” durante más de dos horas en una patrulla de la
Guardia Nacional Bolivariana, donde recibió golpes y vejámenes de un
teniente que le escupía la cara y le golpeaba la cabeza constantemente.
El martes 26, a las 11:30 de la mañana, Carvajal y su equipo
reporteril iban al Aeropuerto Arturo Michelena a cubrir el regreso al
país del candidato de la MUD a la Alcaldía de Valencia, Miguel
Cocchiola, cuando fueron detenidos en una de las tres alcabalas que la
GNB había dispuesto en la vía hacia el terminal aéreo.
-¿Cuál fue el detonante de tu detención?
-Cuando en el punto de control le quitan los papeles del carro al conductor y nos quitan los equipos, les pregunté el por qué y el guardia me respondió: “porque a mí me da la gana”, a lo que respondí:
-¿Qué más sucedió dentro de la patrulla?
-El teniente quiso meterme la mano en el bolsillo y entonces grité, porque vi que afuera estaban varios compañeros periodistas, entonces me dijo: “¡ay! este es marico”, y le dijo a otros funcionarios:
Carvajal señaló que el mismo funcionario le espetó:
-¿Qué pasó entonces?
-Cuando pregunté a dónde me llevaban me dijeron: “quédate tranquilo que vamos para el Desur por los caminos verdes porque las otras rutas están muy congestionadas”, y era cierto, todas las vías estaban colapsadas por la caravana de Miguel Cocchiola.
-¿Estabas asustado?
-De verdad no, porque tengo mi conciencia tranquila. Me puse en manos de Dios y de la Virgen Rosa Mística. Mi intención nunca fue suplicar ni ponerme a llorar, creo que eso fue lo que más le molestó, que no me humillé.
-¿Cuánto tiempo pasaste en el Desur y qué pasó allí?
-Me bajé de la patrulla, todavía esposado, y me pasaron a una oficina. Me dijeron que iban a ver qué hacían conmigo, si me pasaban a Fiscalía o me quedaba preso. Salí de esa oficina y me quedé en un área externa del destacamento, sin las esposas. Se sentaron varios guardias a mi lado y uno de ellos me ofreció un cargador para mi teléfono, para que llamara a mi familia.
Pasadas las 4:00 pm Carvajal fue liberado, no sin antes firmar un acta de no vejamen.
Me dijeron (los militares): “esto (el acta) es para que quede constancia de que aquí no pasó nada, porque lo que pasó allá (en la alcabala) ese no es peo de nosotros“. Por eso la firmé.
Carvajal recibió asistencia legal y llevará la denuncia al Ministerio Público.
“Yo sé que eso no va a pasar del papel, que no va a haber ninguna actuación, pero es necesario que quede constancia del hecho”.
-¿Cuál fue el detonante de tu detención?
-Cuando en el punto de control le quitan los papeles del carro al conductor y nos quitan los equipos, les pregunté el por qué y el guardia me respondió: “porque a mí me da la gana”, a lo que respondí:
“si las cosas son así esto no es una retención, esto es un robo y un abuso de poder”.Entonces un funcionario se acercó y me quiso dar una cachetada. Todo lo malo y desagradable pasó en el tercer punto de control (en la avenida Henry Ford), antes de llegar al aeropuerto. Ya en la otra unidad donde me trasladaron (al Destacamento de Seguridad Urbana, Desur, del Core 2) y en las instalaciones del destacamento en Tocuyito, no pasó nada.
-¿Qué más sucedió dentro de la patrulla?
-El teniente quiso meterme la mano en el bolsillo y entonces grité, porque vi que afuera estaban varios compañeros periodistas, entonces me dijo: “¡ay! este es marico”, y le dijo a otros funcionarios:
“pásame un precinto para ponérselo en la boca; ya lo vamos a desnudar y a tomarle fotos y lo vamos a rayar de marico”.En ese momento le dije: “si me vas a desnudar y te pones con eso habría que ver quién tiene más tendencia homosexual”. Entonces se molestó más y me volvió a golpear en la cabeza. En ese momento vino otro y le hizo un gesto para que me dejara y se salió de la patrulla. Yo creo que lo que más lo molestaba fue que nunca bajé la cabeza y le respondía cada vez que me decía algo, mirándolo de frente.
Carvajal señaló que el mismo funcionario le espetó:
“¿Qué crees tú, que porque sales en la televisión no te vamos a joder? Ahora te vas conmigo y cuando lleguemos al Comando vas a ver que te voy a matar”a lo que Carvajal dice que respondió: “Una bala menos para el comando”. Posterior a ese episodio otro grupo de la GNB llegó a la alcabala y trasladó a Carvajal a Tocuyito. “Me cambiaron las esposas hacia adelante y me pasaron a otra patrulla”.
-¿Qué pasó entonces?
-Cuando pregunté a dónde me llevaban me dijeron: “quédate tranquilo que vamos para el Desur por los caminos verdes porque las otras rutas están muy congestionadas”, y era cierto, todas las vías estaban colapsadas por la caravana de Miguel Cocchiola.
-¿Estabas asustado?
-De verdad no, porque tengo mi conciencia tranquila. Me puse en manos de Dios y de la Virgen Rosa Mística. Mi intención nunca fue suplicar ni ponerme a llorar, creo que eso fue lo que más le molestó, que no me humillé.
-¿Cuánto tiempo pasaste en el Desur y qué pasó allí?
-Me bajé de la patrulla, todavía esposado, y me pasaron a una oficina. Me dijeron que iban a ver qué hacían conmigo, si me pasaban a Fiscalía o me quedaba preso. Salí de esa oficina y me quedé en un área externa del destacamento, sin las esposas. Se sentaron varios guardias a mi lado y uno de ellos me ofreció un cargador para mi teléfono, para que llamara a mi familia.
Pasadas las 4:00 pm Carvajal fue liberado, no sin antes firmar un acta de no vejamen.
Me dijeron (los militares): “esto (el acta) es para que quede constancia de que aquí no pasó nada, porque lo que pasó allá (en la alcabala) ese no es peo de nosotros“. Por eso la firmé.
Carvajal recibió asistencia legal y llevará la denuncia al Ministerio Público.
“Yo sé que eso no va a pasar del papel, que no va a haber ninguna actuación, pero es necesario que quede constancia del hecho”.
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