Gracias a las políticas monetarias no convencionales de los bancos centrales, las autoridades del mundo entero tienen tiempo y margen para llevar a término las reformas necesarias para sentar las bases de un crecimiento perdurable. Estas políticas le han permitido a la economía mundial escapar de las profundidades de la crisis financiera.
Christine Lagarde (*)
Por: Franco D´Orazio P. y Armando J. Urdaneta M.
Venezuela ocupa el extremo
meridional de la América del Sur y limita al norte con el Mar Caribe, al
oeste con Colombia y al Este y sureste con el Océano Atlántico, la
Guayana Británica y el Brasil. Su territorio tiene una extensión de
912.050 kilómetros cuadrados. El país está ceñido por tres cadenas de
montañas: un brazo de la Cordillera de los Andes, que penetra al
Suroeste por la frontera colombiana; la Sierra de Mérida, que prolonga
este brazo hacia el Norte, y la Cordillera de la Costa, que cruza en
ángulo recto de occidente a oriente, paralela a la línea de costas
marítimas del Norte… De esa manera inocua, elemental si se quiere,
comienza la descripción del país redactada en el libro: “Así Progresa un Pueblo”,
impreso en los Talleres Gráficos Ilustraciones S. A., en Caracas, sin
autoría específica pero bajo la Dirección de Mendoza & Mendoza
Editores, el 14 de abril de 1956.
El ejemplar, cuidadosamente
presentado e impreso sobre papel satinado con regias fotografías
profesionalmente logradas en blanco y negro que cubren todos los
rincones de la patria (de entonces), excepción hecha de la imagen que
abre el texto basada en una pintura del hombre fuerte del país, nacido
en Michelena, estado Táchira, el 25 de abril de 1914… y que se nos
ofrece en separata trajeado de gala cual General de los ejércitos y
Presidente constitucional de la República, desplegada a full color.
Sólo como referencia les indico
que el libro lo tuvo que comprar mí padre obligado por las
circunstancias, so pena de ser devuelto a su tierra natal, y me lo
obsequió en mi cumpleaños para que fuera atesorando la historia patria
siempre indispensable conocer y reflexionarla… a riesgo de repetirla una
y otra vez, me decía.
Y para completar el introito, en estos días mientras refrescábamos nuestra memoria con el excelente largometraje “Tiempos de Dictadura”,
realizado por Siboney films bajo producción de Verónica Cañas y escrito
y dirigido por Carlos Oteyza, recordé el regalo de cumpleaños y lo
desempolvé a fin de revisar aquella historia que luce haberse repetido
abofeteándonos de manera falaz.
De más esta
decir, so pena de ruborizarse, que esos días de dictadura presididos por
Marcos Pérez Jiménez, quién tomara para sí el poder a continuación de
la muerte aún sospechosa (asesinato) del también militar Carlos Delgado
Chalbaud, fueron de intensa actividad económica. En específico, la época
entre 1953 y 1957 fue la única vez en la historia de Venezuela que
nuestra moneda, el bolívar, se revaluaba cada mes.
Los Consulados
de Venezuela en España, Italia, Portugal y otros países del continente
europeo vivían entonces llenos de gente de esas nacionalidades buscando
visas para venirse a Venezuela… a diferencia de la realidad actual, en
la que una cantidad importante de compatriotas, que se estima cercana al
millón de personas, han tenido que emigrar huyéndole a la situación
político-económica mientras nuestro símbolo monetario, re formulado y
depreciado en varias oportunidades, ha perdido la más elemental
credibilidad puesto que el mismo gobierno lo vende a través de sus
mecanismos paralelos de dos a cinco veces su valor ‘facial’ (http://bit.ly/1gab9Uh http://bit.ly/1etCJAf), mientras en el black market
la divisa desapareció de escena después de perforar el piso de la media
centena, casi octuplicando su valor oficial y convirtiendo este tópico
clandestino, desquiciante, en una verdadera calamidad nacional (http://wp.me/p29J0n-JV http://wp.me/p29J0n-E0 http://wp.me/p29J0n-FP) que ya nos acerca a una nueva marca mundial en materia inflacionaria (http://bit.ly/18i690P).
Pero hay más, en
el año 1956, cuando ese gobierno perezjimenista celebraba su tercer año
de ‘constitucionalidad’ y se publicaba el libro antes referido, en el
mundo entero sólo una moneda valía más que todas las demás… y esa moneda
era el bolívar, y en segundo lugar se ubicaba el dólar estadounidenses.
Imagínense, en aquellos tiempos los norteamericanos preferían tener
bolívares y no dólares, mientras que hoy día hasta los aborígenes
comercializan sus mercancías “bachaqueadas” en billetes verdes.
Y en aquel tiempo también se
construían obras civiles y militares que sin saberlo, serían las mismas y
en muchos aspectos, las únicas, medio siglo después. Poniendo en claro
que, sin ánimo de hacer comparaciones odiosas ni aceptar los alardes
dictatoriales como opera magna, que no compartimos por
anti-éticos y violatorios de toda condición humana y hasta los sufrimos
familiarmente, pues esos militares de graduación media que fueron
miembros destacados del movimiento ‘revolucionario’ del 18 de octubre de
1945, levantaron en todo el territorio nacional una infraestructura
fundamental apalancados en la misma industria petrolera, negociados
incluidos, que hoy día siguen prestando servicios en áreas como vialidad
(autopista Caracas-La Guaira, Avenidas Urdaneta, Soublette, Miranda,
Bolívar y el sistema de la Nacionalidad, así como la autopista del Este,
en Caracas, la Carretera Panamericana y proyectaron la Valencia-Caracas
y el puente sobre el Lago de Maracaibo), edificaciones (Edificios del
SSO, el Centro Simón Bolívar, la Ciudad Universitaria de la UCV,
incluyendo el Hospital Clínico y varios hospitales a nivel nacional; el
Sistema Hotelero Nacional, luego llamado Conahotu, así como estadios e
hipódromos), viviendas de interés social, teleféricos, represas para
agricultura y generación eléctrica, así como instalaciones militares y
todos los círculos de las FF. AA. en el país.
Y tres
televisoras venezolanas comenzaban sus transmisiones, en 1953,
ubicándonos entre los primeros 17 países en el mundo en tenerla: La
Televisora Nacional (canal 5), Televisa (canales 4 y 9) y Radio Caracas
T.V. (canales 2 y 7)… ¿la recuerdan?
En ese momento
Venezuela lideraba la producción – exportación mundial de petróleo y
estaba entre los primeros cinco productores mundiales de hierro… y hay
más, en esos años el Producto Interno Bruto se elevaba un 60%, por
encima de Estados Unidos y Gran Bretaña. Venezuela tenía la economía más
pujante de América, mientras que la Organización Panamericana de la
Salud determinaba que el mejor sistema de salud en el Continente
Americano (superando incluso a los Estados Unidos), era el venezolano.
Todo ello condujo a la revista norteamericana “Times” a incluir a Marcos Pérez Jiménez en su portada de 1955 y nombrarlo “Man of the Year”… ¡qué vergogna!
Centro Simón Bolívar: edificación ícono de la Venezuela de mediados del siglo pasado.
Marcos
Pérez Jiménez fue derrocado en 1958… y ya sabemos el resto de esa
historia. En una entrevista que posteriormente le hiciera el prestigioso
periodista e intelectual venezolano Rafael Poleo al ministro Sucre
Figarella, verdadero zar guayanés en la cuarta, éste afirmó que la
democracia había hecho mucho más (amparado, por supuesto, en mejores
precios de los hidrocarburos), lo que en materia educativa, energética y
de salud es innegable; sin embargo, aquellas obras emblemáticas de
mediados de siglo lucían estratégicamente más sólidas y con mayor
proyección futura.
:
Pero pasado el tiempo, tenemos
que aceptar que en nuestros días ocurren cosas que nos lucen muy
extrañas, similares a los recuerdos de aquel bienio 1957-58… mucha
intranquilidad ciudadana y en este caso, no por disfrutar de una
economía boyante, precisamente. El desastre económico actual es
asombroso, después que la nación recibiera casi un billón (léase: millón
de millones) de dólares por concepto de ventas de hidrocarburos (http://www.bcv.org.ve/),
además de otro cuarto de billón en empréstitos directos garantizados
vía factura petrolera o entregando graciosamente distintas áreas de
explotación comercial a los socios políticos del gobierno… pues casi la
mitad de ese dinero reposa plácidamente en cuentas privadas de algunos
connacionales en paraísos fiscales del exterior (http://bit.ly/18cm4h5)
y toda la infraestructura nacional está deteriorada a tal extremo, que
con cualquier lluvia colapsa el país entero… sin hablar de generación
eléctrica, producción de combustibles o distribución de alimentos, sólo
por mencionar los ítems más apremiantes.
En consecuencia,
la más reciente noticia de que el gobierno nacional anda gestionando
‘en privado’ un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es tan
conmovedora como impactante (http://bit.ly/1dVfVIo http://hrld.us/163yYY6).
El rescate que necesita el gobierno para seguir gerenciando el país
mientras endereza el entuerto es de dimensiones chocantes… alguien lo
estimó en 65 millardos de US$ sólo para este año 2013. No imaginamos de
qué manera el gobierno central pueda contraer ese nuevo compromiso
porque todo el aparato productivo (o improductivo) le pertenece y aquí
no hay nada que negociar que ya no esté negociado, o algo por hipotecar
que no esté debidamente hipotecado; pero lo asombroso de todo esto es
que la oposición política formalmente establecida en el país, nos
referimos a la oposición profesional, la que cobra por tal concepto, no
ha dicho absolutamente nada. Una oposición que con pocas y honrosas
excepciones ha sido blandengue, transigente y en consecuencia, cómplice
de todo cuanto ocurre… hasta de la ausencia de propuestas programáticas
para que el pueblo enfrente tal situación, deprimente y vergonzosa.
De tal manera
que esta luce ser la noticia más espectacular de comienzos de siglo: Que
el gobierno que se insinúa continentalmente poderoso y exhibe
impúdicamente un supuesto blindaje anti-crisis, ande negociando a
escondidas y rodillas en tierra un acuerdo fondomonetarista. Increíble, a
lo que hemos llegado, a una situación parecida a la que viviéramos a
principios del gobierno de Pérez II pero mucho peor… no obstante, de lo
único que anda pendiente el sector político nacional, oficialista y
opositor, es de un proceso electoral decembrino que sabrá Dios a quién
le interesara ejercitarlo bajo este panorama económico, y sus innegables
consecuencias sociales, de absoluta y total negatividad… panorama
económico, por cierto, que nos retrotrae a tiempos del “Consenso de
Washington”, satanizado en esta época revolucionaria… “Por representar
instrumentos de dominación y empobrecimiento progresivo de las
sociedades en vías de desarrollo, debido al conjunto de políticas
económicas que esos países deberían asumir y aplicar para acceder a los
instrumentos financieros ofertados por los organismos financieros y los
centros económicos internacionales como el Fondo Monetario Internacional
(FMI) y el Banco Mundial (BM)”, siendo dichas políticas, por ejemplo,
la regía disciplina que debe imperar en materia de política fiscal y
monetaria, aunado al impulso indispensable de la producción interna,
medidas esas que por su astringencia son conocidas como ‘recetas’.
En realidad esas
medidas nunca han sido aplicadas en forma eficiente, eficaz y
perdurable por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos, debido,
entre otros factores, a la incapacidad gerencial, la demagogia, el
paternalismo, el populismo y la corrupción, o una combinación aleatoria
de esos elementos que generaron resultados desastrosos en el ámbito
socio-económico y que al final, terminaron por señalar como únicos
culpables a los mismos organismos financieros internacionales, aunque
los verdaderos responsables se encontraban y aún se encuentran en la
alta jerarquía de la administración pública de los diferentes países de
la región, por haber sido incapaces de dimensionar su gasto fiscal
acorde con sus ingresos, generando así profundos déficit fiscales que
fueron financiados mediante devaluaciones sucesivas de la moneda
doméstica e incrementando la oferta monetaria sin el debido respaldo en
el nivel de reservas internacionales, que es precisamente nuestro caso,
así como emitir sin medidas papeles de deuda pública en los mercados de
capitales nacionales e internacionales, entre otros artificios
puntuales, todo ello producto de políticas fiscales expansivas y
pro-cíclicas según las cuales, mientras más ingresos tienen más gastan.
Edificio sede del FMI… a escasos metros de la Casa Blanca.
En este orden de
ideas, las políticas fiscal y monetaria antes señaladas, sumadas a los
niveles de opacidad en el manejo discrecional de los fondos públicos,
así como la disminución progresiva de la inversión social a consecuencia
de los compromisos de pagos de deudas públicas externa e interna
asumidos por la nación para financiar gastos públicos corrientes,
improductivos, son entre otros, factores que han generado altos niveles
de inflación así como pérdida sostenida del poder adquisitivo de todos
los asalariados… y de esa manera nuestros países se han encerrado en un
círculo vicioso que no se le ve salida, y cada día que pasa las
sociedades latinoamericanas son más pobres representando ello una carga
mucho mayor para las generaciones de relevo.
Por esas razones
es que los organismos financieros internacionales buscan formular
políticas económicas que permitan corregir las graves distorsiones que
conducen a los países en crisis a graves conflictos sociales, medidas
que representan un alto costo político para los gobiernos de turno,
sobre todo aquellos de carácter populista como este proceso
revolucionario que ha sobrevolado los últimos tres lustros navegando con
políticas inciertas contenidas en el lema ‘Socialismo del Siglo XXI’,
que han devastado al país política, económica y socialmente, y lo han
hundido en una crisis económica sin precedentes y de dimensiones
escalofriantes que amenaza corroer la institucionalidad misma y que
obligará a tomar medidas bajo la más intransigente ortodoxia que pocas
administraciones se atreverían en condiciones normales. He allí el reto
preñado de riesgos políticos y sociales que deberá enfrentar esta
administración más temprano que tarde.
A este punto es
prudente aclarar que aunque no ha habido ningún planteamiento oficial al
respecto, es un hecho que aquí están dadas las condiciones para acudir a
esas instancias internacionales y no para seguir corriendo arrugas,
sino para evitar una verdadera catástrofe social cuyo perfil ya se nos
insinúa en el horizonte vía crisis energética, desabastecimiento de
alimentos, medicinas y productos básicos, escases de combustibles y
falta de divisas a todos los niveles que en conjunto, dificultan en
grado sumo continuar aplicando este modelo (cualquiera sea su nombre y
su doctrina) a todas luces inviable.
…Y alguien
tendrá que romper el celofán, alguien a nombre de esta administración
tendrá que tragar grueso y desbaratar ese discurso anti-imperialista y
anti-capitalista y acudir a esos organismos internacionales, el FMI y el
BM, instituciones fundamentales del capitalismo mundial ancladas en la
avenida Pennsylvania de Washington D. C., para que avale la consecución
de nuevos empréstitos y ordene las maltrechas finanzas del país luego de
haber despilfarrado durante los últimos tres lustros la mayor bonanza
que haya disfrutado gobierno venezolano alguno en estos 200 años de vida
republicana, convirtiéndonos en una sociedad cada vez más dependiente
de la renta petrolera, ya insuficiente y desorganizada, con una economía
poco diversificada y técnicamente quebrada… y al final del cuento,
sentiremos vergüenza ante propios y extraños por el infeliz desenlace
político de este acto de tragicomedia griega que emula el más grande
fracaso económico de la contemporaneidad.
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