Si bien es cierto que permanecemos en la lista de los Estados Fallidos
en la categoría “En Peligro”, no es menos cierto que debemos reconocer
que hemos mejorado considerablemente en el ranking en los últimos 8
años.
El indice de Estado Fallidos mide a 178 países, calificándoles desde críticos y en peligro hasta estables y más estables.
El indice de Estado Fallidos mide a 178 países, calificándoles desde críticos y en peligro hasta estables y más estables.
Según la revista Foreign Policy, un estado es fallido cuando cuenta con ciertas características.
Una de las más comunes, dice, es no tener control de su territorio o tener un monopolio sobre el uso de la fuerza legítima.
Otras características incluyen la falta de legitimidad de las autoridades para tomar decisiones colectivas, la incapacidad de proveer servicios públicos y de interactuar con otros estados como miembro pleno de la comunidad internacional.
Los 12 indicadores cubren una gama de elementos: la corrupción, el comportamiento criminal, la ineficiencia en la recaudación de impuestos, la emigración crónica, el declive económico, la inequidad, la persecución o discriminación, la presiones demográficas, el deterioro del medioambiente y la intervención externa, entre otros factores.
No hay duda que tenemos serios problemas en algunos de estos renglones. Pero del año 2005, cuando nos situaban en el puesto número 19, o sea con sólo 18 países en peores condiciones, hemos avanzado para situarnos en el puesto número 95 de 178 países evaluados, por encima de naciones como Colombia, Venezuela y Ecuador.
Recordemos que en el 2005 apenas intentábamos comenzar a recuperarnos del fraude bancario más grande de la historia del país.
Como mi vaso siempre está medio lleno, yo lo veo del lado positivo. Al parecer, aunque estamos en peligro, por lo menos estamos a mitad de camino. Y según las cifras, hemos mejorado en todas las categorías que se miden.
Aparte de nuestros problemas internos, tenemos a nuestro vecino, que se mantiene en el puesto número 8, con 7 países casi todos del Africa en peores condiciones.
Tal vez esto sea una de nuestras mayores amenazas, porque todo lo que ocurre del otro lado de la frontera nos afecta indirectamente.
En resumen, no sé si ciertamente somos un Estado Fallido, lo que sí debemos reconocer que hemos Fallado y sobre este terreno es necesario trabajar para corregir los errores.
Una de las más comunes, dice, es no tener control de su territorio o tener un monopolio sobre el uso de la fuerza legítima.
Otras características incluyen la falta de legitimidad de las autoridades para tomar decisiones colectivas, la incapacidad de proveer servicios públicos y de interactuar con otros estados como miembro pleno de la comunidad internacional.
Los 12 indicadores cubren una gama de elementos: la corrupción, el comportamiento criminal, la ineficiencia en la recaudación de impuestos, la emigración crónica, el declive económico, la inequidad, la persecución o discriminación, la presiones demográficas, el deterioro del medioambiente y la intervención externa, entre otros factores.
No hay duda que tenemos serios problemas en algunos de estos renglones. Pero del año 2005, cuando nos situaban en el puesto número 19, o sea con sólo 18 países en peores condiciones, hemos avanzado para situarnos en el puesto número 95 de 178 países evaluados, por encima de naciones como Colombia, Venezuela y Ecuador.
Recordemos que en el 2005 apenas intentábamos comenzar a recuperarnos del fraude bancario más grande de la historia del país.
Como mi vaso siempre está medio lleno, yo lo veo del lado positivo. Al parecer, aunque estamos en peligro, por lo menos estamos a mitad de camino. Y según las cifras, hemos mejorado en todas las categorías que se miden.
Aparte de nuestros problemas internos, tenemos a nuestro vecino, que se mantiene en el puesto número 8, con 7 países casi todos del Africa en peores condiciones.
Tal vez esto sea una de nuestras mayores amenazas, porque todo lo que ocurre del otro lado de la frontera nos afecta indirectamente.
En resumen, no sé si ciertamente somos un Estado Fallido, lo que sí debemos reconocer que hemos Fallado y sobre este terreno es necesario trabajar para corregir los errores.
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