Leopoldo Castillo se despidio del programa "Aló Ciudadano"; "Me voy
sin ninguna tristeza ni ningún sabor amargo en mi boca", explicó.
Globovisión fue comprado por el
gobierno el pasado mes de junio
A
unos periodistas el gobierno de Nicolás Maduro intentó comprarlos
para que se quedaran y a otros les dieron un portazo en sus narices para
que no volvieran. En resumen, la cadena informativa Globovisión luce
una nueva cara esta semana: abiertamente a favor del gobierno tras la
renuncia masiva de sus periodistas y también la de sus anunciantes
publicitarios, además de su presidente oficialista Juan Domingo Cordero.
El
cascarón vaciado por los que le dieron brillo durante 18 años fue
llenado con informaciones oficialistas y anuncios gubernamentales. Con
notas sobre deportes y entretenimientos nacionales e internacionales
los nuevos dueños han cubierto las 24 horas de programación del único
canal informativo que existe en Venezuela, y que se encuentra sumido
esta semana en la oscuridad, desde que sus empleados decidieron
renunciar en masa por algo tan simple y complejo como la falta de
libertad de expresión.
La renuncia comenzó el pasado viernes
con Jesús Torrealba y sus programas «Radar de los Barrios» y «Del
Dicho al Hecho», seguido de Leopoldo Castillo y su «Aló Ciudadano»,
que fue la estocada contundente para que se definiera el canal que fue
comprado por el gobierno el pasado mes de junio.
Cuatro días
después los periodistas María Elena Lavaud, Norberto Mazza, María
Isabel Párraga, Roberto Giusti, Ana Karina Villalba, Román Lozinski
(recibió un portazo), Alba Cecilia Mujica y Gladys Rodríguez emitieron
este martes un comunicado, a propósito de su condición de ex
trabajadores del canal de noticias Globovisión.
«En marzo pasado
fuimos sorprendidos con la noticia de la venta irreversible del único
canal informativo de Venezuela. Se nos dijo que en manos de sus
dueños fundadores, el proyecto era jurídica y económicamente inviable.
Cinco meses después, con pleno y absoluto conocimiento de causa,
tenemos que alertar a la población venezolana: Globovision es moral,
ética y periodísticamente inviable», dice en su comunicado.
«Progresivamente
hemos visto cambios y condiciones inaceptables para el libre
ejercicio de nuestra profesión: la promesa básica del equilibrio, que
por cierto siempre hemos intentado tener, se ha convertido en censura a
noticias y programas; lista negra de invitados; intentos de imponer
preguntas a algunos periodistas; irrespeto a la integridad;
menosprecio al ejercicio profesional e injustificado desequilibrio en
el balance de los espacios de noticias. Vemos con estupor cómo
directivos del canal han manifestado su intención de eliminar 'la
denuncia' de la programación. Observamos con profunda tristeza y
preocupación que los programas de corte social están desapareciendo.
La pantalla de hoy es elocuente».
«¿Ante qué estamos? Estamos
ante la amenaza más seria que ha sufrido la libertad de expresión en
los últimos tiempos. No se trata del caso puntual de Globovisión. Se
trata de que Venezuela, en el momento más crítico de su historia
política reciente, se está quedando sin medios libres e independientes
y a merced de una sola visión de país», añade el comunicado.
Roberto
Giusti, del programa «Grado 33», dijo que «lo que debió ser una
transición gradual, fue una transición brutal, lo que cambiaron fueron
los tiempos porque sabíamos que venían cambios, pero no de este modo.
Este cierre es más grave que el cierre de Rctv (2006) porque cuando
sucedió eso la población tenía la alternativa de Globovisión, pero
ahora ya ni eso, la gente no tiene de que manera obtener una versión
distinta de la realidad».
Por: Ludmila Vinogradoff
corresponsal en caracas
Politica | Opinión
Elecciones Sufragio2013
jueves 22 de agosto, 2013
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