VIVA VENEZUELA LIBRE!!!!!!

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En homenaje a nuestros héroes caídos y a nuestros presos políticos!!!

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miércoles, 24 de julio de 2013

Flatulenta oposición venezolana

  

Por: Ricardo Escalante

Hay personas a quienes uno escucha con atención porque sus reflexiones sacuden la conciencia, le quitan a cualquiera la inclinación a tomar como irremediables las situaciones más irracionales. Son seres capaces de utilizar de manera admirable la confrontación con el absurdo -eso que los teóricos marxistas definen como unidad y lucha de contrarios- y, de esa manera, terminan por hacerse necesarios. Diablillos de la conciencia.

Digo esto con ingenuidad o ignorancia, o con una buena mezcla de ambas.  Y no tengo empacho en vocear a los cuatro vientos que en mí no anida la menor idea revolucionaria o contrarrevolucionaria -o, como dijera aquel conocido filósofo popular-, ni siquiera todo lo contrario. Más bien he navegado por la vida según los vientos que soplan, pero he tenido la fortuna de contar con esos amigos sabios que advierten el peligro a tiempo y, por lo mismo, los escucho con atención.

Ahh, intuyo que a estas alturas algunos se preguntarán a cuento de qué salgo con estas divagaciones y, por eso, voy al grano. Esta mañana mientras compraba un paquete de harina PAN y un quilo de caraotas sin hacer colas, sin temor a ser asaltado por uno de esos hambreados que revólver en mano y franela roja “corazón de mi Patria”, me apresuré a atender una llamada telefónica identificada con un número de Caracas.  Era mi amigo inglés con un saludo desafiante: “¿Duermes a esta hora?”

Aprovecho la ocasión para reclamarle por qué la última vez me dejó hablando solo, pero con su flema de siempre se va por la tangente:

-Después de haber seguido de cerca a Capriles Radonsky en Chile, vine a Caracas para despejar dudas sobre lo que ocurre en la oposición venezolana. Mientras la delincuencia hace y deshace, la inflación está por las nubes y los del gobierno solo se ocupan de llenar sus bolsillos, la población venezolana está desesperada y no sabe qué hacer. Se percibe un país a punto de estallar, un enorme malestar manejado por un liderazgo opositor bobalicón…

Yo, que había visto con esperanza los resultados de las elecciones presidenciales de abril pasado, que las consideraba un punto de partida para el retorno a la confrontación de las ideas, siento desazón frente a los juicios farisaicos del británico.  En ese instante reacciono entonces preguntándole: “¿Qué quieres? ¿Qué los caraqueños salgan a las calles para que las bandas del gobierno los maten? Ese no es el camino, porque”…

-No.  No. Take it easy. Take it easy. Tú no has palpado el desconcierto frente a un liderazgo opositor audaz madurado con carburo, con razonamientos que parecieran explicar o justificar conductas autoritarias.  Por eso Leopoldo López, María Corina Machado, Diego Arria y otros con olfato, han dicho cosas que reflejan las insatisfacciones y contradicciones.  Durante 14 años la oposición no tuvo un líder, ahora lo tiene y eso es positivo pero, al mismo tiempo, es necesario advertir sus flatulencias…

-¿Flatulencias?  No seas irrespetuoso.

-Si, claro. No has oído al hombre de cachucha y uniforme de entrenador deportivo decir que en la época de Chávez, los afectos al régimen no habrían comprado a Globovisión y a la Cadena Capriles.  Habla de Chávez con un profundo respeto, como si los atropellos a los medios y a los periodistas no hubiesen ocurrido desde entonces. También ha dicho que los venezolanos deben desconocer sus obligaciones ciudadanas, que deben negarse a pagar las casas construidas por el Estado, y actúa con sectarismo frente a sus aliados.  No escucha y poco discute. Mal camino.  En una de sus flatulencias el uniforme se le va a manchar…

Ya frente a la caja registradora, orgulloso con mi paquete de harina Pan y mi quilo de caraotas, trato de encontrar un argumento contundente frente al amigo irreverente, pero en medio del desconcierto solo se me ocurre un “well, I call you back”. Corto la llamada y ahora me encuentro frente a un problema mayor: ¿Quién tiene la razón?

Hay gente sabia que con frases irreverentes suele actuar como diablillos de la conciencia. Dicen cosas irreverentes pero con fundamento para provocar la lucha de contrarios. Eso me acaba de ocurrir con un amigo que me habló de “flatulencias del liderazgo opositor” venezolano. 



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