Andrés Oppenheimer aoppenheimer@elnuevoherald.com
Mientras muchos de nosotros estábamos concentrados en las noticias
sobre los atentados de Boston, las cuestionadas elecciones de Venezuela y
los ruidos de guerra de Corea del Norte en estas últimas semanas, los
países más grandes del mundo dieron un paso potencialmente histórico:
acordaron un nuevo sistema para intercambiar informacion bancaria y
acabar con los paraísos fiscales.
En una reunión realizada el 19
de abril en Washington D.C., el G-20 —el club de las economías más
grandes del mundo— anunció un acuerdo global para el “intercambio
automático” de información sobre cuentas bancarias de personas que
puedan estar evadiendo impuestos o tratando de ocultar fondos ilegales.
Al
mismo tiempo, el G-20 acordó aumentar la presión contra los paraísos
fiscales para levanten su secreto bancario. El G-20 mencionó 14 naciones
- incluyendo Suiza, Panamá, Guatemala y Trinidad y Tobago - como países
que no están cumpliendo con los standards internacionales de combate a
la evasión de impuestos y los delitos financieros.
Algunos expertos en lavado de dinero dicen que el acuerdo del G-20
puede ayudar a combatir escándalos gubernamentales de corrupción, tal
como el recientemente revelado por la prensa argentina, que afirma que
asistentes del fallecido presidente Néstor Kirchner habrían depositado
más de 65 millones de dólares en paraísos fiscales.
“Hay muchos
políticos corruptos en el todo el mundo que están nerviosos por la
posibilidad de que se descubran sus cuentas secretas. Y tienen motivos
para estar preocupados”, dice Charles Intriago, presidente de la
Asociación de Especialistas Certificados en Delitos Financieros. “Este
puede ser el principio del fin del secreto bancario de los paraísos
fiscales”.
Según Intriago, el acuerdo del G-20 tiene buenas
posibilidades de tener éxito, porque los gobiernos de Estados Unidos y
los 27 países de la Union Europea —que constituyen el núcleo del G-20—
están en apuros financieros y necesitan desesperadamente aumentar la
recaudación de impuestos. Por eso van a ir detrás de los evasores con
más energía que nunca, dice.
El acuerdo del G-20, inspirado en la
campaña contra los paraísos fiscales de la Organización Para la
Cooperación y el Desarrollo Internacional, se firmó apenas seis días
después de que Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido
anunciaran que firmarían un acuerdo para identificar a los evasores de
impuestos dentro y fuera de sus fronteras.
Estados Unidos aprobó
una ley similar en 2010, conocida bajo sus siglas FATCA, que exige que
los bancos extranjeros informen a Estados Unidos sobre cuentas de
estadounidenses a partir del 1 de enero de 2014.
Pero los
funcionarios estadounidenses dicen que Washington sólo intercambiará
información con países con los que ya tiene firmados tratados a ese
efecto, como México. Por ahora, no hay planes de intercambiar datos con
países como Argentina o Venezuela, que o bien no tienen acuerdos con
Washington o que suelen usar esa clase de información con motivos
políticos, afirman funcionarios estadounidenses.
Segun Tax Justice
Network, un grupo no gubernamental con sede en Gran Bretaña, los
paraísos fiscales tienen 520 mil millones de dólares de depositantes de
Brasil, 417 mil millones de México, 406 mil millones de Venezuela y 399
mil millones de Argentina
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