Tiempo Vertical
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Fuente: Hispanos Report - Miami
"Las tiranías no caen de su pedestal con boletas electorales. La fuerza bruta las sostiene, y sólo la fuerza bruta las podrá derrocar". Librado Rivera
Los venezolanos acudieron al acto electoral del pasado 14 de abril
seducidos por un liderazgo opositor que estaba consciente que se estaba
asistiendo a un proceso inicuo y fraudulento donde: el sistema electoral
estaba completamente viciado; los árbitros eran fichas importantes del
partido de gobierno; las condiciones no garantizaban un mínimo de
transparencia, los derechos de los votantes fueron conculcados y
atropellados, mediante el uso criminal de los bienes y medios de
comunicación del Estado; los empleados públicos fueron conminados por la
fuerza y la extorsión a sufragar por el candidato oficialista; las
fuerzas militares pretorianas estuvieron al servicio del oficialismo y
listas para con la fuerza bruta, imponer la voluntad de los hermanos
Castro y del Foro de Sao Paulo.
La oposición venezolana, en particular los grupos organizados en la
llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD), han tenido siempre una visión
extremadamente infantil, simplista, parroquial y cómplice con el
movimiento bolivariano. La MUD jamás ha contextualizado al
Boli-fascismo dentro de lo que realmente es: una gran conspiración
internacional en cuya vanguardia se ubica el Foro de Sao Paulo, donde
Venezuela desde el punto de vista geoestratégico, funge como puente para
todas las actividades delictivas que cumple el Foro en el mundo como lo
son: el narcotráfico, el terrorismo y la desestabilización de otros
Estados en nuestra subregión latinoamericana.
La MUD tampoco ha entendido que el petróleo venezolano es parte del
combustible básico que financia en gran medida el proyecto de
conspiración hemisférica que desarrollan los grupos que conforman el
Foro. El petróleo es también vital para el mantenimiento económico de
Cuba. Este país sin la ayuda que les otorga el boli-fascismo, unos 13
mil millones de Dólares anuales, no podría mantenerse y se desmoronaría
en cuestión de meses. En este sentido, el fraude electoral era
inevitable, lo que estaba en juego no era tan sólo la preservación del
Estado mafioso bolivariano venezolano, sino todo un proyecto con ámbito
internacional.
Luego del gran fiasco del 14A, quedará para el pueblo libertario y
democrático luchar con la fuerza de la razón, pero a sangre y fuego por
el rescate de Venezuela de manos de sus captores, para luego
encabezar la lucha por toda nuestra América.
El pueblo venezolano ya jugó la carta eleccionaria. Se perdió contra un
tahúr internacional que contó con la complicidad del crupier, el jefe
del foso, la casa y algunos de los jugadores opositores que continúan
allanado el camino para que en Venezuela se consolide el modelo
boli-fascista. Todo estaba escrito: El fraude se consumó.
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