Por: Roger Noriega
Fuente: IASW
La
retórica electoral en Venezuela no ha cambiado el mensaje absurdo
promovido por parte del candidato oficialista Nicolás Maduro. Su
desesperación y la del partido oficialista han llevado a Maduro a hacer
declaraciones irresponsables que solo demuestran el miedo que tienen de
perder su narco estado.
Hace casi un mes, Nicolás Maduro me acusó en cadena nacional de estar planeando el asesinato del candidato de oposición Henrique Capriles Radonski. Esta acusación ya daba indicios de la preocupación oficialista de perder el poder.
El pasado domingo, Maduro volvió a acusarme de planear otro asesinato. Esta vez en su contra.
Niego estas acusaciones y reitero lo que dije entonces. “Los cubanos siempre acusan a alguien más de lo que quieren hacer.”
Mi visión y esperanza para Estados Unidos y el pueblo venezolano siempre ha sido la misma: Un país prospero, democrático, transparente, libre de narcotráfico, violencia y terrorismo.
Esta visión se contrapone con los planes Cubano-Maduristas: ellos representan lo contrario.
Los chavistas y los cubanos han convertido a Venezuela en el paraíso para corruptos, narcotraficantes, terroristas y usurpadores. Este ha sido siempre el sueño de la dictadura cubana. Se ha materializado en Venezuela con el apoyo de un partido y un régimen que esta dispuesto a entregar su soberanía y el bienestar del pueblo para mantenerse en el poder indefinidamente.
Mis artículos, entrevistas y comentarios han expuesto claramente esta realidad y mi deseo de que Venezuela pueda reencontrarse con la democracia, la legalidad y prosperidad que se merece.
Los medios que controla el Estado venezolano, han resultado ser el arma auto destructiva real para Maduro y su campaña.
Cada vez que abre la boca y se expresa con historias fantasiosas, el pueblo se da cuenta de la mediocridad y falta de oficio político que caracterizan a Maduro.
Si hay alguien que esta atentando contra su candidatura es él mismo.
Maduro cree que el pueblo venezolano no es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de las carencias que tiene como candidato y “gobernante”.
Las intervenciones de Maduro ante las cámaras y durante toda la campaña han expuesto a un personaje que paso de ser el perro fiel de Chávez a la burla de toda la región.
Comentarios en periódicos y blogs de Iberoamérica, ya sean de “izquierda” o “derecha” diariamente expresan su asombro cuando escuchan a Maduro.
Solo alguien como él, podría atreverse a maldecir a todos aquellos que no voten por su candidatura como lo hizo recientemente. No tengo memoria de un político que haya hecho lo mismo o de alguno que afirme hablar con pájaros para recibir apoyo.
De ganar Maduro su gobierno pasara de tomar decisiones absurdas a caóticas para el futuro del país.
Mi único deseo para EE.UU., Venezuela y la región es que podamos vivir en paz y libres de todos los males que regímenes populistas y demagógicos como el de Venezuela representan para la seguridad de nuestros pueblos.
Hace casi un mes, Nicolás Maduro me acusó en cadena nacional de estar planeando el asesinato del candidato de oposición Henrique Capriles Radonski. Esta acusación ya daba indicios de la preocupación oficialista de perder el poder.
El pasado domingo, Maduro volvió a acusarme de planear otro asesinato. Esta vez en su contra.
Niego estas acusaciones y reitero lo que dije entonces. “Los cubanos siempre acusan a alguien más de lo que quieren hacer.”
Mi visión y esperanza para Estados Unidos y el pueblo venezolano siempre ha sido la misma: Un país prospero, democrático, transparente, libre de narcotráfico, violencia y terrorismo.
Esta visión se contrapone con los planes Cubano-Maduristas: ellos representan lo contrario.
Los chavistas y los cubanos han convertido a Venezuela en el paraíso para corruptos, narcotraficantes, terroristas y usurpadores. Este ha sido siempre el sueño de la dictadura cubana. Se ha materializado en Venezuela con el apoyo de un partido y un régimen que esta dispuesto a entregar su soberanía y el bienestar del pueblo para mantenerse en el poder indefinidamente.
Mis artículos, entrevistas y comentarios han expuesto claramente esta realidad y mi deseo de que Venezuela pueda reencontrarse con la democracia, la legalidad y prosperidad que se merece.
Los medios que controla el Estado venezolano, han resultado ser el arma auto destructiva real para Maduro y su campaña.
Cada vez que abre la boca y se expresa con historias fantasiosas, el pueblo se da cuenta de la mediocridad y falta de oficio político que caracterizan a Maduro.
Si hay alguien que esta atentando contra su candidatura es él mismo.
Maduro cree que el pueblo venezolano no es lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de las carencias que tiene como candidato y “gobernante”.
Las intervenciones de Maduro ante las cámaras y durante toda la campaña han expuesto a un personaje que paso de ser el perro fiel de Chávez a la burla de toda la región.
Comentarios en periódicos y blogs de Iberoamérica, ya sean de “izquierda” o “derecha” diariamente expresan su asombro cuando escuchan a Maduro.
Solo alguien como él, podría atreverse a maldecir a todos aquellos que no voten por su candidatura como lo hizo recientemente. No tengo memoria de un político que haya hecho lo mismo o de alguno que afirme hablar con pájaros para recibir apoyo.
De ganar Maduro su gobierno pasara de tomar decisiones absurdas a caóticas para el futuro del país.
Mi único deseo para EE.UU., Venezuela y la región es que podamos vivir en paz y libres de todos los males que regímenes populistas y demagógicos como el de Venezuela representan para la seguridad de nuestros pueblos.
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