María Elisa Caridad, madre de Ehisler Vásquez, denunció que al joven le dispararon cinco perdigones a quemarropa en el rostro
23 de abril 2013 - 12:01 am
Aunque hasta ayer habían pasado seis días desde que Ehisler
Vásquez fue atacado por funcionarios de la Guardia Nacional, el joven de
19 años de edad no puede hablar. “Sólo logra abrir la boca un poquito
para tomar líquidos a través de un pitillo”, contó su mamá, María Elisa
Caridad, que pide un milagro para que su hijo quede bien.
El
estudiante recibió cinco perdigones en la cara por parte de uniformados
que le dispararon a quemarropa la tarde del martes 16 de abril, cuando
un grupo de jóvenes se disponía a marchar a la sede del Consejo Nacional
Electoral de Barquisimeto, estado Lara, para consignar un documento en
el que pedían recontar los votos de las presidenciales. En la espalda
recibió otros tres perdigones más.
“Le han operado la cara dos
veces y sólo le han podido sacar un perdigón. La doctora explicó que no
escarbaron más para sacarle los otros cuatro porque tiene los tejidos
muy desgastados. Nos dijo que en dos años el propio cuerpo los va a ir
expulsando”, explicó.
La madre del joven narró que la médico que
lo operó le advirtió que lo más probable es tengan que intervenirlo una
tercera vez para que participe un cirujano plástico.
“No sabemos
cómo quedó porque no le han quitado las vendas. Espero que Dios y la
Virgen hayan hecho el milagro y que le hayan podido reconstruir el
rostro”, indicó.
Caridad explicó que a su hijo le dispararon un
perdigón en la sien (muy cerca del ojo izquierdo), otros dos en el
pómulo izquierdo (debajo del ojo), uno en el maxilar superior y otro en
el inferior de ese mismo lado de la cara. “La Guardia Nacional le
destrozó la cara a mi hijo”, dijo.
Vásquez estudia cuarto semestre
de Mercadeo y Publicidad. Su mamá narró que el martes acudió a la
concentración que había sido convocada para la entrada del Sambil de esa
ciudad, para marchar desde allí hasta el CNE.
“Cuando llegó la
Guardia Nacional los muchachos se metieron en el Sambil para
resguardarse. En los videos se ve que estaban cantando el Himno Nacional
con las manos en alto, en muestra de que no tenían ningún objeto.
Salieron porque pensaron que los militares se habían ido, pero se
llevaron la sorpresa de que habían metido la tanqueta en el
estacionamiento del centro comercial. Los acorralaron en los jardines”,
contó.
Caridad explicó que ayer colocó la denuncia en Fiscalía.
“Como en Venezuela hay abuso de poder seguramente no se va hacer
justicia, pero igual quiero que se sepa para lo que le pasó a mi hijo,
para que la gente entienda que aquí no hay democracia y que esta no es
ninguna revolución bonita”.
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